El titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, rompió el silencio sobre su supuesta participación en la construcción de la llamada “verdad histórica” en el caso de Ayotzinapa y rechazó su vinculación en los hechos.
A través de su cuenta de Twitter, Harfuch calificó de “absurdos” los señalamientos en los que se menciona su posible colaboración en la versión brindada durante el sexenio de Enrique Peña Nieto sobre la desaparición de los 43 normalistas de Guerrero en 2014, por lo que hizo un llamado a las autoridades de detener a los responsables en vez de dañar su “reputación”.
“Rechazo la versión absurda de haber participado en una reunión para ‘fraguar la verdad histórica’; ojalá quienes llevan las investigaciones detengan a quien hizo daño a los jóvenes en lugar de aurrinar vidas y reputaciones de los que si hacemos algo por nuestro país”
Y es que el nombre de García Harfuch fue mencionado durante la audiencia de imputación de Jesús Murillo Karam, ex titular de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), como uno de los supuestos participantes en la construcción de esta versión.
En esa llamada “verdad histórica”, encabezada por Murillo Karam, se señaló que en los hechos ocurridos del 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” fueron quemados en un basurero de Cocula y sus restos fueron arrojados al río San Juan.
De acuerdo con esta versión, integrantes del grupo criminal Guerreros Unidos incineraron a los normalistas luego de que supuestamente los confundieran con miembros de una organización delictiva contraria, conocida como “Los Rojos”.
Esta versión habría sido resultado de un encuentro llevado a cabo en Iguala, después de sucedidos los hechos, en la que participaron altos mandos de la entonces PGR y Policía Federal (PF), incluidos Omar García Harfuch, que en 2014 se desempeñaba como comisionado en Guerrero de la PF.
Cabe recordar que el funcionario capitalino comentó a finales de julio en entrevista con Álvaro Delgado y Alejandro Páez, en el programa “Los Periodistas”, que él no estaba en Guerrero el 26 de septiembre de 2014, sino que se encontraba en Michoacán.
El artífice de la “verdad histórica”, Jesus Murillo Karam, fue detenido en su domicilio de la CDMX el pasado 19 de agosto por los delitos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de justicia, en el caso de Ayotzinapa. Actualmente, se encuentra en el Reclusorio Norte, luego de que el juez de control, Marco Antonio Fuerte Tapia, le dictó prisión preventiva justificada como medida cautelar.
La detención del exfuncionario se registró un día después de que se presentara el informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia, en la que se señaló que la desaparición de los 43 normalistas se trató de un crimen de estado, además de que no existen indicios de que los estudiantes estén vivos.
Al igual que Harfuch, el ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero (2011 a 2014), aseguró que no se reunió con Murillo Karam para crear la “verdad histórica”, y dijo estar dispuesto a declarar antes las autoridades judiciales si así se requiere.
Ante las exigencias de los normalistas por la captura del expresidente Enrique Peña Nieto, el actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador, indicó que en el informe de la Comisión de la Verdad enviado a la Fiscalía General de la República (FGR) no se contempla una orden de aprehensión contra el priista.
“El informe no solicita que se abra investigación o que se solicite roden de aprehensión contra Peña, pero sí contra otros”, detalló el tabasqueño, aunque también aprovechó para informar que Salvador Cienfuegos, ex secretario de la Defensa Nacional, no se encuentra entre los implicados.
En cuanto a las personas investigadas por la FGR, el 19 de agosto se informó que se cuenta con 83 órdenes de aprehensión por este caso: 20 contra mandos militares y personal de tropa del 27 y 41 batallones de Iguala; cinco contra autoridades administrativas y judiciales de Guerrero; 26 contra policías de Huitzuco, seis de Iguala y uno de Cocula; 11 contra policías estatales de Guerrero y 14 contra miembros de Guerreros Unidos.
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