Por qué la plaza principal de la CDMX lleva se llama Zócalo y que relación tiene con Antonio López de Santa Anna

La plaza del Zócalo Capitalino es un lugar icónico de México, sin embargo, pocas personas saben cuál es el origen de su nombre

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El Zócalo capitalino es uno de los lugares más emblemáticos de la capital. REUTERS / Henry Romero
El Zócalo capitalino es uno de los lugares más emblemáticos de la capital. REUTERS / Henry Romero

La Ciudad de México está llena de historia y tradición. Muchos de los lugares emblemáticos de la capital tienen siglos de existir, y además, están relacionados con personajes que han formado parte del país, de una u otra forma. En el Centro Histórico de la capital mexicana hay muchos lugares que por su historia, son de los más relevantes que hay en todo México. En el Zócalo de la Ciudad de México, por ejemplo, está la Catedral Metropolitana, una edificación que comenzó a erigirse en 1573, se concluyó el interior en 1667 y el exterior fue terminado hasta 1813.

Además, en el mismo Zócalo se encuentra el Palacio Naciona, que sirve como residencia del actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), también tiene una historia que se remonta a poco después de la Conquista de México, por parte de los españoles. Su construcción comenzó en 1522, como segunda residencia privada de Hernán Cortés, encima de una parte del palacio del huey tlatoani Moctezuma Xocoyotzin. Luego fue adquirido por la corona y destinado como sede de los Virreyes de la Nueva España, y de la mayoría de las instituciones coloniales.

Durante aquel periodo sufrió un gran incendio y fue semidemolido en 1692, posteriormente fue reconstruido por las autoridades virreinales. Consumada la Independencia de México, fue sede de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial de los diferentes regímenes republicanos y monárquicos del país durante la mayor parte del siglo XIX; incluso fue residencia personal de todos los gobernantes entre 1822 y 1884; a partir de ahí, permaneció como oficina presidencial hasta 1968, recuperando parcialmente dicha función en 2012, y de manera completa en 2018, con la llegada de AMLO al poder.

Sin embargo pocas personas conocen la historia del sitio en donde se encuentran esas construcciones, y que funciona como la plaza más reconocida y emblemática del país: el Zócalo.

En el Zócalo se encuentran edificaciones que se han convertido en íconos de la capital, por ejemplo, la Catedral Metropolitana. REUTERS / Toya Sarno Jordan
En el Zócalo se encuentran edificaciones que se han convertido en íconos de la capital, por ejemplo, la Catedral Metropolitana. REUTERS / Toya Sarno Jordan

La Plaza de la Constitución de la capital mexicana es considerado el corazón político y cultural del país desde tiempos de la cultura prehispánica, y ha sido clave en momentos históricos de México. Muchas personas lo conocen únicamente como Zócalo, nombre coloquial que sirgió a partir de un proyecto arquitectónico inconcluso.

Y es que, un zócalo en términos arquitectónicos, es un basamento, una estructura que sirve como cuerpo o borde inferior de una obra, o bien, como un pedestal para erigir una construcción.

En una de las tantas presidencias que tuvo Antonio López de Santa Anna, quien ejerció el gobierno de México electo o de facto entre 1833 y 1855, ordenó en 1843 la construcción de un monumento a la Independencia del país, que en ese momento tenía apenas 22 años de haberse consumado, en el corazón de la capital.

El mercado El Parián, que se encontraba en lo que hoy es la plaza, y cuyor orígenes se remontaban a un mercado de los indígenas mexicas, fue derribado para que ahí se levantara la obra del arquitecto Lorenzo de Hidalga.

Del basamento de un metro de altura, iba a surgir una columna que en la parte superior iba a tener un ángel; sin embargo, los problemas económicos, políticos, y la invasión de Estados Unidos a México e 1846, provocaron el abandono de la obra.

En la plancha del Zócalo se construiría un monumento, sin embargo, solo se construyó la base, lo que dio pie al nombre del lugar.
En la plancha del Zócalo se construiría un monumento, sin embargo, solo se construyó la base, lo que dio pie al nombre del lugar.

Únicamente se pudo edificar la base circular, el zócalo, de ocho metros de diámetro y 30 centímetros de altura. El proyecto quedó bajo tierra y ese gran espacio se convirtió en la plaza de grandes dimensiones, con diseños de distintas épocas que se puede ver hoy.

En 2017, luego de 174 años, un grupo de arquéologos encontraron esa base, en las obras para la remodelación de la plancha del Zócalo.

La idea de erigir una columna con un basamento en octágono, con la estructura de un héroe de la independencia en cada esquina y al interior de la estructura los cuerpos de estos, nunca se concluyó, pero debido a la base que se logró construir para su levantamiento, fue que heredó el nombre de zócalo.

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