Los hechos violentos que se regisraron la semana pasada en los estados de Jalisco, Guanajuato, Chihuahua, Michoacán, Estado de México y Baja California pusieron en entredicho la estrategia de seguridad del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), enarbolada bajo el lema “abrazos, no balazos”, de acuerdo con analistas.
En este contexto, el periodista Salvador García Soto señaló en su columna Serpientes y Escaleras, lo que a su parecer fue una de las peores crisis en materia de seguridad y violencia criminal en el país en los últimos 16 años, concretamente desde que el ex presidente Felipe Calderón iniciara la polémica “Guerra contra el narco”.
“Paradójicamente, el gobierno que más ha criticado los orígenes de esta violencia en el pasado reciente y el presidente que prometió que iba a devolverle la paz a los mexicanos, hoy está exponiendo a la población civil a ser atacada de manera directa y cobarde por los narcos que han hecho de los ciudadanos el blanco de sus agresiones armadas y actos de terrorismo con los que buscan sembrar terror y muerte entre los civiles inocentes”.
García Soto reiteró que el gobierno de AMLO está cosechando los resultados de su “fallida” estrategia de seguridad, con la que “muy lejos de combatir las causas y raíces del problema de seguridad, lo único que hizo fue consentir, mimar y darle a los capos de la droga y a sus ejércitos armados de sicarios, la garantía de que este gobierno no iba en ningún caso a tocarlos, a detenerlos y mucho menos a extraditarlos”.
Incluso atribuyó los recientes hechos de violencia a la detención, “ordenada y presionada” por el gobierno de los Estados Unidos de Rafael Caro Quintero, “el narco de narcos”, pues ésta hizo que “los líderes del crimen organizado percibieran un cambio en la actuación del gobierno y, entendieran que, si se detuvo a Caro y se le va a enviar al país vecino para ser juzgado, es muy probable que las mismas presiones de Washington (...) se repitieran para pedir la detención y entrega de otros jefes de cárteles mexicanos, empezando por el ‘Mencho”.
“Eso explicaría la operación virulenta y terrorista que desataron la semana pasada varios grupos del narcotráfico, al parecer de manera concertada y orquestada, para sembrar terror entre la población y de al menos seis estados de la República, donde el saldo oficial de esta jornada crítica fue de 260 muertos, algunos de ellos en enfrentamientos entre criminales y las fuerzas del orden, pero también varios de ellos civiles inocentes que fueron baleados o atacados de manera artera”, refirió el columnista.
De acuerdo con García Soto, lo que se vivió en los últimos días no solo remite al “Culiacanazo”, sino que parece ser una de sus consecuencias a largo plazo: “Con la rebelión esta semana, encabezada por el Cártel Jalisco Nueva Generación y su líder ‘El Mencho’, apoyado en algunos otros grupos regionales en Tijuana y Chihuahua, López Obrador tendrá que tomar una decisión que será crucial y marcará no sólo a su gobierno, sino particularmente a su fin de sexenio”.
“O se planta y enfrenta el desafío y la rebelión casi nacional de los criminales o vuelve a doblarse y condena al país al desastre, a la población civil a ser blanco abierto del terror y la violencia armada del narco y a su administración al fracaso, a la ignominia y a la vergüenza histórica”
Por último, el también conductor de noticieros dijo que el presidente se encuentra ante una disyuntiva crucial: enfrentar el desafío que le plantea el narco como Jefe de Estado o persistir en su política y estrategia de seguridad de no intervención.
“Su ‘Cuarta Transformación’ con toda su retórica propagandística será recordada como una etapa negra y violenta para México, mientras él cargará con sus más de 121 mil muertos hasta junio pasado, por inseguridad –sin mencionar a los más de 600 mil muertos por la pandemia de Covid”, concluyó.
SEGUIR LEYENDO: