México se sumió en una ola de violencia que, durante el fin de semana pasado, dejó escenas de narcobloqueos, agresiones e incendios en varios puntos de la República, tales como Michoacán, Jalisco, Chihuahua, Baja California y Guanajuato.
Pese a ello - y tras no haberse expresado al respecto durante su gira por Nuevo León -, el presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se lanzó contra las críticas que lo tacharon de tener al país ingobernable.
Con ello, el tabasqueño hizo un llamado a la ciudadanía para “mantener la calma”, pues, presumió, aún cuando aquel fin de semana estuvo repleto de caos y temor, figuró como el que menos homicidios dolosos ha reportado.
“Decirle al pueblo de México que esté tranquilo. Hay gobernabilidad, hay estabilidad (...) Fueron de los fines de semana, aunque parezca increíble, con menos homicidios (...) El país no es un infierno”.
Incluso, el Jefe del Ejecutivo acusó que los hechos vandálicos - a excepción del reportado en Chihuahua, que cobró la vida de nueve inocentes - fue un “mero acto propagandístico” tanto de sus opositores, como de los propios grupos delincuenciales. En ese tenor, reconoció al ataque de Ciudad Juárez como lamentable: “No se había dado eso”, aseveró.
Y es que, cabe recordar, la mayoría de las escenas presenciadas desde el 9 de agosto pasado consistía en la quema de automóviles particulares, públicos y tiendas de autoservicios (en su mayoría, tipo Oxxo).
Esto, movió al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) a condenar las agresiones violentas que, afirmaron, “se presentan cada vez más frecuente y grave” en varios puntos de la República. Por su parte, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) condenó los actos y exhortó al Federal “a que cumpla su obligación de garantizar la seguridad física y patrimonial”.
Incluso, los propios cónsules de Estados Unidos (EEUU) lanzaron alertas para viajeros estadunidenses por la creciente ola de violencia. A ello, instruyeron a sus connacionales a seguir los consejos e instrucciones de las autoridades locales, así como a permanecer resguardados hasta nuevo aviso.
Sin embargo, al ser cuestionado por ello, el presidente López Obrador no dudó en tachar de “exagerados” a los llamamientos y a los críticos opositores quienes, dijo, “agarran esa bandera de la violencia”.
“Sin duda están exagerando nuestros adversarios (...) Está montado. Es propagandístico. No hay ningún problema mayor, pero sí quieren agarrar esa bandera de la violencia (...) Es evidente, y no tengo duda, que nuestros adversarios ayudan en la propaganda negra”.
El contexto quedó muy claro este mes de agosto con los enfrentamientos en Ciudad Juárez y la quema de vehículos y unidades de transporte en varios puntos de Baja California y Guanajuato. Así como los eventos que sembraron terror en municipios de Guanajuato, Chihuahua y Guadalajara, en donde sujetos armados, supuestos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), abrieron fuego en contra de civiles, quemaron vehículos y tiendas de conveniencia.
Esta serie de hechos reflejan la ola de violencia de México, que registró 33 mil 315 homicidios en 2021 después de los dos años más violentos de su historia, con 34 mil 690 víctimas de asesinato en 2019 y 34 mil 554 en 2020.
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