En el marco del anuncio del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), por querer incorporar la Guardia Nacional (GN) en un cien por ciento a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), académicos, comunicadores y políticos han criticado la intención.
Entre ellos, el periodista mexicano radicado en Estados Unidos, Jorge Ramos, aprovechó para recriminar al ejecutivo federal que la estrategia contra la inseguridad en el país no ha funcionado e, incluso, que la actual administración se encamina a ser la más violenta en la historia reciente.
El periodista escribió a través de cuenta de Twitter que el problema no es sólo la militarización, la cual fue vastamente criticada durante el gobierno del panista Felipe Calderón Hinojosa -acusado de iniciar la llamada Guerra contra el narco- sino que dichas acciones no se traducen en buenos resultados.
“El problema no es únicamente la rápida y masiva militarización de México. El punto es que esa militarización ni siquiera ha dado resultados contra el crimen y los cárteles. El gobierno de @lopezobrador_ está a punto de convertirse en el más violento de la historia moderna”
Y es que la medida ha sido cuestionada bajo el contexto del creciente número de homicidios dolosos registrados, en comparación con los gobiernos pasados; tan solo a finales de junio, en el periodo presidencial de López Obrador se logró superar la cifra de homicidios del gobierno de Calderón.
Calderón logró acumular un total de 120 mil 463 muertes dolosas, mientras que AMLO en 42 meses sumó 121 mil 655 casos, perfilándose para superar los números obtenidos por el gobierno de Enrique Peña Nieto, de 2012 a 2018, de acuerdo con el Informe de Seguridad del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Pese a que el jefe de estado se ha empeñado en atribuir las condiciones de violencia que enfrenta México a las administraciones pasadas, su gobierno también se ha valido del resentimiento nacional por la que es considerada una estrategia de seguridad fallida, resumida en la frase “abrazos, no balazos”.
En ese sentido, la medida de incorporar a la Guardia Nacional (GN) a la Sedena fue juzgada por múltiples voces, en principio, porque López Obrador indicó que estaba preparando hacerlo por medio de un acuerdo presidencial, por lo que se criticó que el ejecutivo pudiera brincar al Poder Legislativo.
Por su parte, también se acusó la inconstitucionalidad del acto, debido a que en la ley de la Guardia Nacional se establece que dicho órgano debe contar con un mando civil. Además, las Fuerzas Armadas no están capacitadas para encargarse de la seguridad pública de un país, como señaló para Infobae México Guillermo Valdés, exdirector de lo que un día fue el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).
También, el ex funcionario advirtió de los peligros que implica dejarle la seguridad nacional a los militares. “Por experiencia en América Latina, al no tener contrapesos ni esquemas de revisión, los militares, cuando suelen abusar del poder que se les ha otorgado no se pueden llevar a juicio civil; ellos tienen su fuero militar”.
Al mismo tiempo, la controversia también ha girado en torno a la aparente contradicción por parte del tabasqueño, pues durante su tiempo como aspirante presidencial, AMLO mantuvo la postura de regresar al ejército a sus cuarteles”, por lo que organizaciones de la sociedad civil y activistas en defensa de los Derechos Humanos se han pronunciado contra las acciones encaminadas a la militarización.
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