La Arquidiócesis de Irapuato condenó la ola de agresiones y narcobloqueos que paralizaron a la ciudadanía de ese y otros municipios de Guanajuato, así como entidades, durante la noche y madrugada del pasado 9 y 10 de agosto.
“Con mucha tristeza y dolor nos dirigimos a todos ustedes para manifestar nuestro rechazo y condena ante los terribles actos de violencia en Irapuato y en otros lugares de la República”.
Irapuato - junto a Celaya - fue una de las demarcaciones guanajuatenses que más resultó afectada en lo que se presume como una reacción de grupos delincuenciales por la presunta aprehensión de algunos líderes criminales.
Incendio de automóviles y tiendas de autoservicio (tipo Oxxo), así como bloqueos en avenidas, fueron algunos de los escenarios que, según la Arquidiócesis, volvió a cimbrar miedo en la vida social.
“Con estos actos no solo se ha provocado cuantiosos daños a los bienes de terceras personas, sino que, además, se ha cimbrado y alterado aún más la vida social con nuevos motivos que aumentan la incertidumbre y el temor”, escribió la institución.
Cabe recordar que semanas antes que Irapuato ardiera en las llamas de los narcobloqueos, la demarcación fungió como recta final de una manifestación por la paz - organizada el 30 de julio por la Arquidiócesis - en donde fieles se congregaron con blancos y pancartas para exigir y rezar por el cese de la violencia.
“La Paz tarea de todos”, fue el slogan que rigió la exigencia de la Institución religiosa de este 11 de agosto: el trabajo coordinado de las autoridades de todos los niveles para controlar y prevenir “la barbarie e injusticia que ultraja la vida de los ciudadanos”. Esto, de igual manera, evocando el Exhorto Pastoral del 2010:
“La misión de la autoridad es ofrecer a todos las condiciones de seguridad ciudadana”, expresaron.
“A ustedes está confiada la tutela suprema del Estado de Derecho en México. Sabemos que cumplir la alta misión que el pueblo les ha encomendado no es fácil en estas circunstancias; sin embargo, es una de sus tareas prioritarias”.
Fue en la tarde del martes pasado cuando suscitaron las primeras agresiones en Zapopan - de la zona metropolitana de Guadalajara - donde sujetos con ropa táctica y armas largas prendieron fuego a automóviles y camiones. Para ello, cabe señalar, obligaron a las y los pasajeros a descender de las unidades antes de los ilícitos, por lo cual no hubo reportes de personas lesionadas.
Sin embargo, la violencia se extendió hasta los municipios de Irapuato y Celaya, en Guanajuato, donde hombres armados desalojaron a ciudadanos de establecimientos y farmacias, para después incendiarlos.
Información confirmada por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) indica que los hechos suscitaron luego que elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) frustraran una reunión de grupos delictivos en Ixtlahuacán del Río, Jalisco.
Asimismo, señaló de los altercados se capturaron a 16 presuntos responsables: 5 en Jalisco - donde también hubo un abatido - y 11 más en Guanajuato. Sin embargo, hasta el momento no se ha confirmado la célula delictiva para la cual pertenecía o si entre los imputados figuran los capos líderes, cuya aprehensión habría detonado los narcobloqueos.
Pese a ello, información preliminar indica que una de las capturas habría sido la de Ricardo Ruiz Velazco, alias El Doble R o El Tripa, lugarteniente del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Michoacán.
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