Lo sabemos, lo aprendimos cuando construyeron el Muelle de Ultramar en contra de toda la voluntad popular y lo que dictaba la ley, hoy Playa del Carmen sufre las consecuencias de no haber escuchado a sus especialistas. Lo sufrimos infinidad de veces con hoteles que hacen del incremento de sus habitaciones un virus sobre la selva y la costa.
Lo vemos a diario en las aguas contaminadas por desarrollos que arrasaron con la vegetación sin un plan urbano o con uno que apesta a cohecho. No será la última vez que intereses económicos de unos cuantos se impongan sobre el bienestar de la ciudadanía, no es la primera vez que se conquista con espejos a un pueblo, no es la primera vez que se defeca sobre el derecho a un medio ambiente sano.
Tenemos la justicia, la ciencia y el amor de nuestro lado pero nos enfrentamos a la codicia y la ignorancia, que afilan sus armas en la apatía.
Se han vuelto poderosos, el poder les transformó en lo que más despreciaban, se imponen por la fuerza, con mentiras e hipocresía, siembran odio con cada árbol derribado, con cada animal desplazado, con cada asesinado señalan siempre hacia otro lado. El culpable es todo aquél que no piensa como ÉL.
Ciegos de saña y rencor sus huestes son incapaces de reconocer si han sido traicionados, si hay algo que no está bien. Son incapaces de encontrar aliados en quienes señalan errores buscando el mismo fin. Son los objetivos comunes los que forjan las alianzas que enfrentan el poderío de unos cuantos, ahora, obcecados, parecen imposibles.
Festejarán, sepultarán el pasado ancestral y repetirán los errores del pasado reciente. Se morirán y heredarán la catástrofe a una generación que tiene al alcance de las manos ser la más poderosa, pero que sucumbe ante una arrogancia estremecedora.
Festejan promesas de calendario, sin tiempo para el progreso. Porras sin conocimientos, discursos sin agua. Celebran nuestra derrota y perderemos todos.
Por eso, porque amedrentan prepotentes, por su ciega necedad, porque creen que escuchar les debilita, porque rechazan la ciencia y la reemplazan con demagogia, porque encuentran enemigos en todas partes y si no los hay se los inventan, quebrantan la ley y se burlan de la justicia, porque descalifican al mensajero incapaces de prestarle atención al argumento, porque de insultos levantan un muro cuando proponemos puentes.
Por eso es tan importante no rendirse, redoblar esfuerzos, mantenernos unidos, recordar siempre que es lo que defendemos y que estamos protegiéndonos a todos, incluyéndose ellos.
Intentarán destruir la selva, ¿porqué no la entienden?. Se encontrarán, frente a los árboles, sobre los cenotes, con nosotros, les ilustraremos el porqué de nuestra defensa y que a partir de ahora les necesitamos para detener la explotación de nuestro hogar y preservar un progreso natural que conserve el medioambiente y provea un verdadero beneficio para todos.
Por eso, es vital no rendirse. Ve a la selva, detén las maquinas, habla con los y trabajadores y explícales que estás protegiendo tu hogar.
Ve a la calle, explícale a tus vecinos, a tus compañeros qué es el karst, qué es el acuífero, cuánto espacio necesita un jaguar para vivir. Aprende de la relación de los árboles con el manglar y los arrecifes, como un tiburón y un venado están conectados.
Conéctate con nuestros antepasados, Mayas o aún más ancestrales, honra su paso protegiendo su legado. Aplica la ley, presenta recursos, ampliaciones, lleva el curso legal hasta donde la justicia supere la codicia.
No culpes, todos hemos cometido errores, todos pudimos hacer más. No dividas, todos bebemos del agua clara que protegemos. Une, no es el tren, no es un hotel, un desarrollo inmobiliario, ni un parque temático. Somos nosotros los que lo permitimos.
Une y pon un alto manifestando un camino en el que todos salgamos ganando.
José Urbina @tiburon_pepe es buzo de cuevas, mexicano, instructor y fotógrafo submarino dedicado a la protección de los tiburones. Interpuso uno de los amparos que detuvo el tramo 5 del Tren Maya.
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