“No podemos aceptar un gobierno militarista”: el día que AMLO exhortó a regresar al Ejército a los cuarteles

En medio de la polémica por la integración de la Guardia Nacional a la Sedena, críticos de AMLO han evocado al video expresó su rechazo por usar al ejército para “suplir las incapacidades de los gobiernos civiles”

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En 2010, AMLO expresó su inconformidad por usar al Ejército para suplir las incapacidades de Gobiernos civiles. (FOTO: DANIEL AUGUSTO /CUARTOSCURO.COM)
En 2010, AMLO expresó su inconformidad por usar al Ejército para suplir las incapacidades de Gobiernos civiles. (FOTO: DANIEL AUGUSTO /CUARTOSCURO.COM)

El ojo del huracán ha regresado al presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), al blanco de las críticas por el posible decretazo que interpondrá para incorporar a la Guardia Nacional (GN) a las filas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Y es que - según las críticas - este acto no sólo invalida al Poder Legislativo, también vislumbraría el inicio de un gobierno autoritario y refrenda la percepción de un país militarizado, donde se ha concedido a los militares más de 30 tareas ajenas a la materia de seguridad.

Bajo ese tenor es que algunos críticos (tales como Víctor Trujillo o Denise Dresser) han incluso tachado de “incongruente” a López Obrador al exponer que la respectiva incorporación contravendría a lo que él mismo había reclamado en un video publicado hace 12 años.

Hay que regresar el ejército a los cuarteles

En 2010, López Obrador expresó su inconformidad con la "fallida" estrategia de Calderón y llamó a regresar a los militares a los cuarteles.

Corrían los primeros meses del 2010: justo en la recta final del entonces sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), caracterizado por el incremento de violencia a raíz de la llamada Guerra contra el narco.

Fue ante la posible entrada de una reforma para otorgar al ejército más facultades en el combate de la delincuencia, que Andrés Manuel salió a expresarse - de nueva cuenta - en contra de la “fallida estrategia de seguridad” emprendida por la administración calderonista.

Con ese ángulo, y entre otros argumentos, López Obrador lanzó el expreso llamado a regresar al Ejército a los cuarteles; esto, tras defender que el cuerpo militar “no debe utilizarse para suplir las incapacidades de los gobiernos civiles”. Ideología que - a ojo crítico - estaría violando con la incorporación de la GN,, inicialmente fundada con un carácter civil, a las filas de la Sedena.

“No es con el ejército como se pueden resolver los problemas de inseguridad (...) No podemos aceptar a un gobierno militarista”, aseveraba el 26 de abril del 2010, abogando por una de las enseñanzas de Benito Juárez: “No apostar a una República militar, sino civilista”.

AMLO habló de eliminar a líderes de las Fuerzas Armadas del Gabinete de Seguridad, para reemplazarlos por titulares de secretarías como educación, economía o salud.

Cabe señalar que, en el audiovisual, Andrés Manuel expone planteamientos que hasta hoy en día sostiene, tales como el rechazo a medidas coercitivas de seguridad; el combate a las problemáticas sociales, o la protección de la imagen y el bienestar de los militares.

Sin embargo, una de las propuestas que ha contradicho con sus actos fue la modificación del Gabinete de Seguridad, pues, en el clip, López Obrador aseguraba que dicho equipo debía conformarse por los titulares de las Secretarías del Desarrollo Económico, Salud o Educación (por mencionar algunos), y no por los de las Fuerzas Armadas.

Esto, en efecto, resulta incoherente al considerar que, en su ejercicio como Presidente, no ha dudado en expresar su confianza a los cuerpos militares. Tanto así que, incluso, ha negado los señalamientos en los que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) acusó, precisamente, a la Guardia Nacional y a la Sedena de ser los principales violadores de derechos humanos (DDHH).

“Ellos no tienen, con todo respeto, toda la información. No están actuando con apego a la verdad”.

Y, como si se matara dos pájaros de un tiro, este rechazo también transgrede a la preocupación que expresó en 2010 por las violaciones a los DDHH, a raíz del otorgamiento de facultades excesivas al ejército.

“Esto no le conviene a la misma institución militar. Se ha deteriorado mucho la imagen del ejército (...) Hay que cuidar a esa institución. Esto es un asunto que se debe resolver de otra manera”, finalizó el mismo político que, actualmente, se niega a modificar su estrategia de seguridad, pese al incremento de homicidios dolosos o episodios de violencia como lo visto en Texcaltitlán y San Cristóbal de las Casas.

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