Los partidos políticos son entidades de interés público que deben promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de los órganos de representación política, y hacer posible el acceso de la ciudadanía al ejercicio del poder público, mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo.
Esto significa que todos los partidos políticos tienen la obligación de rendir cuentas a la sociedad en la que se desenvuelven. En este contexto, el pasado fin de semana el partido MORENA tuvo un proceso electoral interno en el que dio mucho de qué hablar y no precisamente por ser un proceso limpio, moderno o democrático.
Pero no es la primera vez que hay irregularidades en sus procesos de selección y recapitulemos: en 2019, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación anuló el proceso interno de Morena al revocar la convocatoria para renovar sus órganos a la dirigencia nacional. ¿Las causas? el padrón no era confiable, por lo tanto, no daba certeza y certidumbre, para llevar a cabo ese proceso, que tuvo como final una auditoria y la presentación de una denuncia ante la Fiscalía General de la República, en la que se acusa de malos manejos económicos a la entonces presidenta de ese partido, Yeidckol Polevnsky. Por la cantidad de 395 millones de pesos, que hoy hacen dudar del significado “pobreza franciscana”.
En 2020, otra vez el Tribunal Electoral, tuvo que intervenir para tomar el control de un proceso interno que Morena no fue capaz de manejar. El INE, que hoy quieren desaparecer o transformar para que no señale las anomalías en las que incurren, los rescató y organizó una encuesta nacional abierta que definiera la elección de la dirigencia, pero incorporó, además, la cuota de género, que obligó a que la presidencia y la secretaría general fueran para hombre y mujer o viceversa, toda vez que las y los militantes de ese instituto político pregonan la equidad de género, pero no son capaces de hacerlo al interior del partido, y les tiene que enmendar la plana el tribunal.
Hoy nos sumamos a la demanda de Alejandro Rojas Díaz Durán Consejero de MORENA para solicitar que Mario Delgado, nos diga porqué varios personajes de ese partido, incluido él, viajaban en aviones privados proporcionados por el empresario Sergio Carmona Angulo, llamado el rey del huachicol, señalado por actividades ilícitas y que, lamentablemente, fue asesinado. Justo eso es lo que nos preocupa del pasado proceso electoral de morena, ver como se hicieron presentes todas aquellas formas de manipular y burlar el voto, en donde no dudamos ni un momento, que Manuel Barlett, hoy gente de confianza del primer círculo del presidente, organizó este proceso electoral.
En esta jornada vimos lo mejor de la picardía mexicana; atletas deportivos repartiendo batazos a diestra y siniestra, urnas quemadas para seguro asar bombones, acciones de acarreo, con formatos de afiliación llenos y con copias de credencial de elector. Incluso, el pasado fin de semana vimos volar más urnas, que aviones al AIFA en sus dos meses de operación y ahí vale preguntar con nuestro artista del momento. ¿Quién pompo? Porque toda la movilización cuesta. Fajos de billetes ¡en todos los estados! Fueron algunas de las irregularidades, que NO las señalan los malvados conservadores, sino que fueron documentadas y exhibidas por distinguidos miembros fundadores de morena.
Otro problema sobre el que hay que prestar la mayor atención posible, porque ya se ha vuelto un mal hábito de las y los MORENISTAS, es el condicionamiento de los programas sociales y no sólo lo digo por la operación que se vio en Tlalpan a favor del corrupto Carlos Ulloa, si no que, gracias a distintos testimonios, pudimos observar y conocer como a miles de personas se les amenazaban al son de que se les iban a retirar los beneficios de los programas sociales que son pagados por todas y todos las y los mexicanos, también vimos testimonios de personas servidoras públicas que fueron amenazadas señalándoles que tendrían represalias en sus fuentes de empleo.
La elección de Morena, terminó de confirmar la importancia del INE y el sistema electoral que hemos construido a lo largo de las últimas tres décadas. Por eso desde el Congreso hicimos y hacemos votos en defensa del Instituto Electoral de la Ciudad de México, el cual pretenden minar con la desaparición de áreas, recortando recursos y con el resultado de más de 108 personas sin empleo.
Ahora, tal vez entendemos mejor, vemos por qué quieren reducir los órganos autónomos en los estados y acabar con el INE, que además de salvarlos, evidencia sus carencias. Nuestra democracia es perfectible y está cimentada sobre años de trabajo legal y administrativo que fortalece a nuestro sistema político, pero la demostración de la elección pasada de consejeros, me llevan a reflexionar y recordar la última parte de un libro, escrito hace décadas, pero que retrata bien lo ocurrido: Rebelión en la granja.
En aquella escena final, los cerdos que se han hecho del poder tienen una reunión con los hombres a quienes combatieron. Y que se resume:
“Lo que había ocurrido en los rostros de los cerdos era ahora evidente. Los animales que estaban fuera miraban un cerdo y después a un hombre, a un hombre y después a un cerdo y después a un hombre, a un hombre y después a un cerdo y de nuevo a un cerdo y después a un hombre, y ya no podían saber cuál era cuál.”
Espero sinceramente, que los militantes de Morena todavía puedan reconocerse, pues es el partido en el poder, gobernante en estados y el país, que no puede ser ese mal ejemplo para las y los ciudadanos y sí lo es, que sea juzgado por los mismos.
Daniela Alvarez Camacho @danyalvarezca es diputada del Partido Acción Nacional y vicecoordinadora de la Asociación Parlamentaria Ciudadana en el Congreso de la Ciudad de México
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