“Amor, no vayas. No siento las cosas bien”, le dijo Diego Espinosa Ramírez, alias “El Tigre”, a su entonces pareja, Sandra Ávila Beltrán, “La Reina del Pacífico”, el viernes 28 de septiembre del 2007.
“Me estaba bañando, y ella se iba ir a un restaurante. Y yo le dije de todo corazón: no vayas. No siento las cosas bien. Pero me respondió ‘no tardo’. Y ahí fue donde la detuvieron a ella”, explicó “El Tigre” en una entrevista para la cadena estadounidense Telemundo.
Ávila Beltrán, por su parte, se fue en una camioneta BMW a una estética en la zona de Polanco para hacerse un “manicure”. Los agentes la arrestaron cuando salió del establecimiento.
El entonces subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial de la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP), Patricio Patiño Arias, estaba en la rueda de prensa para informar sobre la detención de “La Reina del Pacífico”, cuando le informaron que el amante de la mujer también había sido ubicado en la zona de San Jerónimo, al sur de la capital mexicana.
Más tarde, en una segunda conferencia, Patiño detalló que “El Tigre”, tras enterarse de la detención de su amante, hizo todo lo posible por huir, pero fue detectado cerca de la pastelería “La Gran Vía”.
Juan Diego Espinoza tenía en aquel entonces un papel importante en la estructura del Cártel de Sinaloa y era el segundo hombre en importancia en el cártel Valle del Norte de Colombia.
“Yo almacenaba toda la droga que llegaba a la ciudad. Esa era la parte mía. Me encargaba de que realmente llegara, qué cantidad llegaba y de comprobar si era bueno o malo el producto”, explicó el narcotraficante colombiano a Telemundo.
Cómo fue la relación con “La Reina del Pacífico”
Respecto a la relación amorosa que mantuvo con Sandra Ávila Beltrán, “El Tigre” aseguró que fue “una relación muy bonita. Fuimos una pareja excelente. La gente la envidió demasiado”.
Al ser cuestionado por la entrevistadora sobre cómo era Ávila Beltrán, el narcotraficante colombiano le detalló cuáles fueron los atributos que lo hicieron “enamorarse” de ella.
“Es una persona que si tú eres amigo de ella, ella se quita la camisa por ti. Sabe conducir muy bien. Sabe montar a caballo muy bien. Sabe disparar un arma muy bien. Todas esas cualidades me llevaron a enamorarme de ella”, afirmó “El Tigre”.
“Si pudiera mandarle un mensaje, cuál sería”, le preguntó la entrevistadora en 2014. “Qué le deseo lo mejor. Qué pronto salga de su cautiverio”. Un año después, el 7 de febrero de 2015, Ávila Beltrán fue liberada tras pasar casi ocho años encerrada en cárceles de Estados Unidos y México.
Cuarenta toneladas de cocaína al mes
Espinosa Ramírez, sobrino del capo colombiano Diego Montoya, fue extraditado en 2009 a Estados Unidos, donde se declaró culpable de posesión de cocaína con intención de distribuirla y fue sentenciado a 6 años de cárcel.
“El Tigre” se estableció en México, concretamente en Guadalajara, en la década de los noventa, para hacerse cargo de la supervisión de la cocaína que le llegaba al Cártel de Sinaloa desde Colombia.
Fue en esa ciudad donde conoció a Sandra Ávila Beltrán , a quien nunca se le pudo comprobar que era una narcotraficante de peso, pues mientras estuvo encerrada logró eludir varios procesos penales y al final solo se le pudo comprobar su colaboración con su entonces pareja, “El Tigre”.
Cuando le preguntaron a “El Tigre” cómo era posible que 40 toneladas de cocaína entraran a Estados Unidos sin ser descubiertas, respondió: “Para eso existen las conexiones (...) El narcotráfico no se mueve si no es con ayuda de muchas personas involucradas”.
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