Violencia en el parto, otra forma en que se agrede a las mujeres: “Si no dejaba de temblar, me iba a dejar abierta”

Mujeres que han sido violentadas en el parto relataron a Infobae México que algunas de las consecuencias que sufren por las prácticas a las que fueron sometidas van desde ver al alumbramiento como algo negativo o sentir mucho dolor al tener relaciones sexuales

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El parto humanizado o respetado ha tomado cada vez más relevancia a partir de que las mujeres exponen o se dan cuenta de que fueron violentadas por el personal médico antes, durante y después del parto (Ilustración: Jovani Pérez)
El parto humanizado o respetado ha tomado cada vez más relevancia a partir de que las mujeres exponen o se dan cuenta de que fueron violentadas por el personal médico antes, durante y después del parto (Ilustración: Jovani Pérez)

A los 18 años, Beatriz tuvo a su hijo Hiram en el ISSSTE, donde la violencia empezó desde el momento en que ingresó al hospital; entre gritos, retrasos, groserías y malos tratos, dio a luz. Las consecuencias de esto las vivió incluso después de su parto, cuando le informaron que le reconstruyeron la vagina, pues además de que le hicieron una episiotomía (procedimiento que consiste en hacer una incisión en la abertura vaginal para que el bebé salga rápido o no haya desgarres) sin su consentimiento, tuvo varios desagarres y la suturaron mal.

Al igual que Beatriz, miles de mujeres se enfrentan a que durante, antes y después del parto, sufran violencia obstétrica y que, por ello, sus hijos resulten heridos de gravedad o que las mujeres embarazadas sean víctimas de alguna negligencia médica como una episiotomía mal realizada, esto por falta de reconocimiento de las diferentes maneras en que se violenta a las mujeres.

Cada vez más mujeres reportan haber sufrido alguna práctica cuestionable por parte del personal de salud al momento de dar a luz a su bebé, por ello la enfermera obstétrica Lia Gutiérrez, miembro de la organización Compañeros en Salud, platicó con Infobae México acerca de qué es la violencia obstétrica y cómo se puede prevenir. Aunado a ello, dos mujeres brindaron su testimonio para comprender a fondo cómo es vivir este tipo de negligencia.

¿Qué es la violencia obstétrica?

Gran parte de las mujeres sufren se violencia durante su parto, o violencia obstétrica, sin siquiera saber que la están siendo violentadas, pues se han normalizado estas prácticas (Foto: Getty)
Gran parte de las mujeres sufren se violencia durante su parto, o violencia obstétrica, sin siquiera saber que la están siendo violentadas, pues se han normalizado estas prácticas (Foto: Getty)

Según dio a conocer la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres, la violencia obstétrica es un tipo de violencia contra las mujeres, por lo que es una violación a los derechos humanos.

Este tipo de violencia se genera cuando la mujer embarazada es “juzgada, atemorizada, humillada o lastimada física y/o psicológicamente”, según se lee en el sitio del Gobierno de México.

La Comisión para la Igualdad de Género señala que también es una relación de poder asimétrica entre el personal médico, principalmente hombres, hacia las mujeres.

La maniobra Kristeller es una de las más practicadas en el parto. Consiste en que el médico empuja al bebé hacia afuera recargandose en el abdomen de la madre (Foto: Cuartoscuro)
La maniobra Kristeller es una de las más practicadas en el parto. Consiste en que el médico empuja al bebé hacia afuera recargandose en el abdomen de la madre (Foto: Cuartoscuro)

Lia Gutiérrez concuerda con esta noción del concepto, y explicó que esta violencia puede ir desde una mirada de desprecio o un grito por parte de los médicos o enfermeras, hasta forzar a que la mujer intente no expulsar a su hijo, le practiquen una maniobra Kristeller o corten su vagina para hacer más fácil para el personal médico el sacar al bebé del cuerpo de su mamá.

Después de cinco horas de que Beatriz entró al nosocomio, la atendieron. Una de las primeras cosas que hizo la ginecóloga que la recibió, fue regañarla. Aunado a ello, le dijeron que no podían atenderla ahí porque ella era derechohabiente en el IMSS.

Lo siguiente fue que le provocaron un edema de tantos tactos que le realizaron, los cuales, destacó Gutiérrez, no deberían ser repetitivos ya que uno cada cuatro horas es suficiente. A continuación y luego de más incidentes provocados por el personal, comenzó a sentir la necesidad de empezar a pujar, y eso hizo, no sin antes gritar para avisar que el bebé ya venía.

Alguien llegó para callarla y detuvo al bebé para que no saliera antes de que la metieron a la sala de expulsión, donde le realizaron la episiotomía sin su consentimiento. Finalmente, después de tres maniobras Kristeller, su hijo nació, pero ahí no terminó su sufrimiento.

La episiotomía es cuando se hace una incisión en la vagina para abrir espacio y apresurar la salida del bebé. También se considera una práctica innecesaria y, según relató la enfermera obstetra, en algunas ocasiones pude desgarrarse hasta el ano si se realiza mal (Foto: Getty Images)
La episiotomía es cuando se hace una incisión en la vagina para abrir espacio y apresurar la salida del bebé. También se considera una práctica innecesaria y, según relató la enfermera obstetra, en algunas ocasiones pude desgarrarse hasta el ano si se realiza mal (Foto: Getty Images)

“El interno me regañaba por eso, decía que si no dejaba de temblar me iba a dejar abierta o no me iba a coser bien”, recordó. Todo esto causó que hasta hoy, debido a lo herida que resultó su vagina, tenga dispareunia, es decir, relaciones sexuales dolorosas.

Por otra parte, está la experiencia de Gómez, quien compartió que también tardaron varias horas en atenderla y cuando finalmente recibió atención, ella en varias veces se quejó debido a que las contracciones no le permitían mantener las piernas arriba y abiertas, a lo que una de las enfermedades le dijo: “Cállate, te dije que pujaras. Te voy a dejar ahí en un pinch* rincón, olvidada, a que se te pase, y nadie te va hacer caso, ¿cómo la vez?”. En varias ocasiones la insultaron e, inclusive, amenazaron con golpearla si es que seguía quejándose.

Las dos testigos apuntaron a que algunos del personal médico les hicieron comentarios cuestionando por qué sí se estaban quejando en el parto, pero no lo hicieron en el momento en que concibieron a su bebé (Foto: Getty Images)
Las dos testigos apuntaron a que algunos del personal médico les hicieron comentarios cuestionando por qué sí se estaban quejando en el parto, pero no lo hicieron en el momento en que concibieron a su bebé (Foto: Getty Images)

Cada uno de los momentos que Beatriz rememoró de su parto, son formas de violencia obstétrica, según explicó Lia Gutiérrez a Infobae México y, de hecho, son muy comunes. Según su experiencia en la atención de partos en una institución de la Ciudad de México, de la cual no quiso dar el nombre, diario veía cómo las mujeres sufren de violencia, gritándoles, obligándolas a ponerse en una cama para poder sacar al bebé, haciéndoles expresiones de asco por ensuciar con sangre y haciéndolas sentir completamente vulnerables.

Por todo esto es que la enfermera recalcó la importancia de informarse a profundidad y conocer al parto humanizado, el cual es una opción que en los últimos años se ha retomado para alumbrar. No se trata de algo nuevo, enfatizó Gutiérrez, es más bien regresar a las prácticas que existían anteriormente, en las que se permitía que el bebé saliera del vientre de su madre según la comodidad de ella.

¿Qué es un parto humanizado?

Cada vez más mujeres optan por el parto humanizado después de haber sufrido un parto con violencia en una institución pública o privada (Foto: bbmundo.com)
Cada vez más mujeres optan por el parto humanizado después de haber sufrido un parto con violencia en una institución pública o privada (Foto: bbmundo.com)

Lia Gutiérrez mencionó que lo que se busca con el llamado parto humanizado, o respetado, consiste en que “todo sea natural, estás ahí para apoyar y la mujer es quien hace todo” con el fin de que todo el proceso sea decidido por la mujer.

A esto, la Unicef agregó en su sitio: “El parto respetado implica generar un espacio familiar, donde la mamá y el recién nacido/a sean los protagonistas y donde el nacimiento se desarrolle de la manera más natural posible”.

Los médicos y las enfermeras que atienden partos humanizados buscan el respeto desde saber cómo las mujeres en labor de parto quieren ser llamadas, qué esperan de su parto, en dónde lo quieren tener, si quieren estar acompañadas de su pareja y, si no están informadas, proporcionarles los datos necesarios. Además, son atendidos por parteras. Lia enfatizó que el parto humanizado, además de buscar que el bebé nazca bien, su fin es empoderar a las mujeres, pues sólo así se sentirán seguras y que su experiencia sea grata.

Pese a que algunas practicas realizadas en el parto respetado son cuestionadas, se ha comprobado científicamente a que ayudan a que el dolor sea menor y no exista un trauma después (Foto: Getty Images)
Pese a que algunas practicas realizadas en el parto respetado son cuestionadas, se ha comprobado científicamente a que ayudan a que el dolor sea menor y no exista un trauma después (Foto: Getty Images)
Que el momento del parto sea grato para ellas, que sea una experiencia positiva, que le den el significado que ellas quieran (...) se necesita respeto y, sobre todo, empatía”

Aunado a ello, en el parto respetado es indispensable el apego inmediato y la lactancia exclusiva en la primera hora de vida, cosas que muchas veces quedan en segundo lugar dentro de los nosocomios.

¿Se puede evitar la violencia obstétrica?

Herramientas como un plan de parto, la Línea Materna en México o informarse acerca de las diferentes practicas permitidas en el parto, ayudan a evitar ser violentadas (Foto: Bebé Colprensa)
Herramientas como un plan de parto, la Línea Materna en México o informarse acerca de las diferentes practicas permitidas en el parto, ayudan a evitar ser violentadas (Foto: Bebé Colprensa)

Ya que la mujer y el bebé que nace son quienes sufren de esta violencia, no está en ellos el poder evitarla, sino en los médicos, enfermeros y parteras; no obstante, lo que sí se puede hacer es informarse para intentar evitarla o saber qué hacer en caso de sufrirla.

Lia Gutiérrez hizo énfasis en que la principal herramienta de las familias que esperan un bebé, y de las mujeres en particular, es la información, pues con ella es posible conocer que situaciones podrían llegar a ser violencia obstétrica o si se está siendo víctima de ella y denunciarla para que otras personas no la sufran.

Y es que se piensa que la violencia sólo es en el momento del parto, pues se ha normalizado que, inclusive, el personal de salud dejen a las madres sin atención o que se nieguen a que ellas satisfagan cualquiera de sus necesidades fisiológicas, como hacer del baño, comer o ingerir líquidos.

Informarse acerca del proceso del embarazo y el parto puede ayudar a las mujeres a evitar instituciones donde ya se han reportado casos de violencia obstétrica (Foto: Twitter/@g1piaui)
Informarse acerca del proceso del embarazo y el parto puede ayudar a las mujeres a evitar instituciones donde ya se han reportado casos de violencia obstétrica (Foto: Twitter/@g1piaui)

Otro consejo es hacer un plan de parto, el cual es un documento en el que la mujer -también puede estar incluida su pareja o cualquier otra persona de confianza- escriba cómo desea que se desarrolle su parto, lo que le da una guía a ella misma o a la persona que la atenderá sobre qué hacer en cada momento.

La experta recomendó hacer uso de la Línea Materna, con la cual se pueden dar quejas del servicio de instituciones públicas y privadas, así como pedir información acerca del embarazo y el proceso de éste y, principalmente, pedir atención en caso de una emergencia. También se puede marcar para pedir ayuda, aunque lo adecuado es consultar con la partera, algún médico o enfermera.

La Línea Materna ofrece apoyo en toda la república a cualquier hora y cualquier día del año marcando al 01800 MATERNA (6283762).

Cabe destacar que hasta hoy existen la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV) y la Ley General de Salud (LGS) que buscan el cese de todo tipo de violencia, incluida la cometida en el parto. No obstante, sólo en algunos estados esto es penado.

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