Tras la revocación de tres de los seis amparos existentes en contra del Tramo 5 del Tren Maya, la ONG de protección ambiental, Greenpeace, anunció que buscará ampliar la denuncia en contra de la megaobra impulsada por la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y es que, durante la conferencia de prensa que se llevó a cabo este 04 de agosto, la asociación aseguró que el criterio para la revocación de dichos amaparos “es bastante cuestionable”.
De acuerdo con representantes de la ONG, la ampliación de demanda fue concedida el pasado 29 de julio de este año, esto luego de que tras presentar el primer amparo, recibieran el “primer revés” en el caso.
“El juzgado adoptó un criterio que es bastante cuestionable sobre la legitimación de las organizaciones. Sí nos reconoce legitimación para impulsar el amparo y cuestionar este tema de impactos ambientales, pero señala que las organizaciones deberían estar localizadas en las zonas adyacentes en donde se llevan a cabo los proyectos”
Greenpeace México expresó que este señalamiento, para las personas morales y organizaciones, no es un criterio aplicable.
Aunado a ello, y el principal punto en el que se enfoca la ampliación de la demanda, es la posible violación al Acuerdo de Escazú (Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y la Justicia en Asuntos Ambientales).
“Quien promueve una obra, en este caso Fonatur, tiene que dar simplemente un resumen del proyecto, este resumen se tiene que poner a consideración de las personas”
“Claramente no se está cumpliendo con los artículos 6 y 7 del acuerdo de Escazú en el marco normativo”.
A la par, los representantes de la organización acusaron a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de no haber cumplido con su trabajo al autorizar la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), con lo que habrían cometido omisiones para brindar la autorización de manera “apresurada”.
“Lo único que hace es ir plasmando lo que le dijo Fonatur y decir “pues yo lo veo muy bien, a ojo de buen cubero me late que sí está bien hecho””.
Lo segundo que no existe dentro del análisis de la Semarnat, según lo señalado, es el estudio de impacto ambiental que la construcción tendrá sobre los ecosistemas.
“No solo es un tren de uso turístico, es un tren que se supone va a incrementar un tránsito de mercancías y no se ha medido el impacto que esto podría tener en la zona”.
Cabe recodar que apenas el 3 de agosto, Javier May Rodríguez, director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), informó que tres de las seis suspensiones definitivas en contra de la construcción del tramo 5 del Tren Maya fueron revocadas, (acción realizada por el juez Adrián Fernando Novelo Pérez).
Con ello afirmó que se está en espera de que pronto se retiren los otros tres restantes.
Cabe recordar que apenas el primero de agosto, el presidente Andrés Manuel López Obrador expropió 36 terrenos de un millón 93 mil 118 metros cuadrados. Días antes, el mandatario anunció que la obra isignia de su adminitración había sido declarada de Seguridad Nacional.
Y es que, el proyecto ha sido duramente cuestionado por especialistas y defensores del medio ambiente, mismos que han buscado detener la contrucción del Tren ante el posible impacto negativo que podría tener en el ecosistema.
Por su parte, la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales ha asegurado que Fonatur ya cumplió con algunas de las condiciones que se le fijaron como requisito para continuar con las obras del Tramo 5, que va de Playa del Carmen a Tulum.
SEGUIR LEYENDO: