Tras cuatro meses de espera, los familiares de Hugo Carbajal, joven de 15 años asesinado en una fiesta en el salón de eventos “Imperio” en Jilotzingo, Estado de México, recibieron justicia.
Ya que durante la tarde del miércoles se le dictó sentencia al asesino de su hijo, Mauricio Mora Zarza, quien habría agredido al adolescente con un objeto punzocortante durante la fiesta.
Dicho ataque fue grabado por sus compañeros quienes se encontraban con él en el centro nocturno. Mauricio Mora le causó una lesión con una botella de vidrio en el cuello, lo que causó que se desangrara por horas. Por lo que el joven perdió la vida en un hospital del Estado de México.
Un juez de control sentenció al hombre de 35 años por el delito de homicidio calificado tras dos horas y media de audiencia en el Penal de Barrientos.
De acuerdo con medio locales, se solicitó la aceleración de la sentencia, lo que aceptó el presunto culpable, renunciando así a su derecho a un juicio oral y aceptó su culpabilidad.
Además de la pena de privación de la libertad, deberá pagar una multa de 725 mil pesos como monto de reparación del daño.
Así lo informaron la madre de Hugo Carbajal, Maureen Amaro, y su abogado Jorge Eduardo Bastida, quien afirmó que se daba por concluido el caso pues no habría ninguna apelación en contra de la sentencia y se dijeron satisfechos.
Tras la sentencia, la madre del menor dio un mensaje a los medios de comunicación en la que pidió que no hubiera más asesinatos de niños ni de mujeres.
“Que esta experiencia que vivimos en conjunto nos sirva para que en México ninguna madre más tenga que salir a la calle a buscar justicia para sus hijos (...) Hoy yo pido a las autoridades de gobierno, ya no más niños muertos, ya no más niños sin justicia, ya no más mujeres sin justicia”
De igual forma mencionó que de acuerdo a los reportes de las autoridades, no se encontró ninguna sustancia en el organismo del menor y señaló que ella nunca estuvo de acuerdo en que su hijo acudiera a la fiesta.
Lo anterior en respuesta a los señalamientos y críticas de las que fue objeto por el asesinato de su hijo.
Cabe señalar que el hombre se entregó en tal fecha, después de que los familiares y amigos del joven habían tomado el Periférico Norte durante cerca de 17 horas exigiendo a las autoridades que no serían liberado el bloqueo hasta que fuera detenido el responsable.
Mauricio realizaba su trabajo en el centro nocturno como guardia de seguridad en el salón de fiestas. Este se entregó voluntariamente ante la sede de la fiscalía mexiquense en Atizapán, lugar desde el cual fue trasladado al Cereso de Tlalnepantla el pasado 6 de abril.
Al día siguiente se inició con la audiencia en la que dio una breve declaración a la familia. Les pidió disculpas y aseguró que trató de ayudar al chico y lamentó la pérdida.
“A la familia le digo perdón, con nada voy a regresarle la vida. Traté de ayudar a esta persona, lamento que haya muerto en mis manos. Tenía una vida gigante. Lamento la pérdida del chico”
Fue vinculado a proceso y ahora recibió una condena de 35 años de prisión.
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