Una de las principales imágenes que se le viene a la mente a los mexicanos cuando se habla de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) son esas imponentes aeronaves que utiliza el personal naval para realizar operaciones contra capos de alto vuelo.
El mes pasado, por ejemplo, la Marina encabezó un operativo en Sinaloa para capturar a Rafael Caro Quintero, “El narco de narcos”, donde un lamentable accidente que involucró a una unidad de la Semar, un helicóptero Black Hawk, dejó 14 elementos sin vida.
La flota aérea naval de la Armada de México también desempeña otras funciones importantes. Una de ellas le corresponde a las ambulancias aéreas, que en los momentos más críticos de la pandemia apoyaron en el traslado de pacientes infectados por Covid. Actualmente llevan más de 60 traslados de pacientes contagiados con el virus.
“Fue una experiencia gratificante porque nos permitió ayudar a otras personas y también contribuir a la población en esos momentos tan difíciles”, explicó a Infobae México una médico de Semar que participó en el Plan Marina durante la contingencia por coronavirus.
Al día de hoy la institución cuenta con dos ambulancias aéreas en activo, un Learjet 45 y un Kin Air B 300. Cada una suele estar compuesta por una tripulación de cinco personas: dos pilotos, un copiloto, un comandante y un técnico aeronáutico.
Médico de ambulancia aérea
Flor de María Hernández es teniente de fragata de sanidad naval y, aunque no se licenció en la escuela de la Secretaría de Marina, agradeció la oportunidad que le dio la institución para desarrollar su carrera como médico a bordo de las ambulancias aéreas.
La licenciada en enfermería platicó con Infobae sobre su experiencia como médico naval y las responsabilidades que desempeña a bordo de este tipo de aeronaves.
Requerir una ambulancia aérea va depender, explicó, de lo que el personal naval llama prioridades de traslado, las cuales, a su vez, van a depender de las necesidades específicas del paciente. Existen cuatro niveles para catalogar el traslado: rojo, amarillo y verde.
“Nosotros participamos en las tres primeras. Rojo es un paciente que requiere un traslado inmediato por una lesión que pone en riesgo su vida. Amarillo es un paciente que requiere atención médica, pero que no está en riesgo de morir y puede tardar hasta 24 horas. El paciente bajo protocolo verde se encuentra también fuera de peligro y puede tardar hasta 72 horas”, amplió.
Una de las principales funciones como médico naval, detalló, es supervisar, antes de cada vuelo, que las unidades cuenten con todos los materiales e insumos necesarios para resolver las eventualidades que pudieran presentarse en el aire.
Plan Marina
Una vez que la aeronave haya aterrizado en el aeropuerto del destino, al personal médico le corresponde evaluar y valorar al paciente para determinar que esté en las condiciones adecuadas para volar.
“Cuando se completa esto procedemos acompañar al paciente durante el vuelo y verificar que todas sus constantes vitales estén en orden para evitar resolver algún padecimiento. Debemos vigilar que el traslado sea lo mejor posible. El personal de pilotos nos apoya estabilizando la aeronave o volando a determinada altura”, detalló la teniente.
Cada ambulancia aérea, aclaró, debe contar con camilla de traslado, bombas para la administración de medicamentos, botiquín y, en los casos que atendió durante la contingencia por Covid, ventiladores, aspiradores y concentradores de oxígeno.
“Si un traslado aéreo es complicado, la pandemia lo hizo todavía más. Había que estar totalmente cubierto y extremar precauciones para no infectarnos. Cuidar un paciente con problemas pulmonares requiere de un traslado mucho más especializado”, dijo la teniente al hablar sobre su experiencia en el Plan Marina contra Covid-19.
El traslado más complejo que tuvo que enfrentar la teniente fue el de una mujer enferma por coronavirus que no pudo volar porque en los minutos previos la situación se complicó a tal grado que requirió ser intubada. “Fue una paciente que trasladamos de un puerto a la Ciudad de México. Era de madrugada y llovía. Cuando aterrizamos en el aeropuerto nos dimos cuenta que tenía dificultad para respirar. No estaba en condiciones para poder realizar el traslado aéreo”.
“Todos los integrantes del equipo tomamos la determinación de que fuera intubada ahí mismo. El procedimiento se hizo dentro de la ambulancia, en la plataforma del aeropuerto, parad de ahí trasladar a la paciente. Afortunadamente tuvo un buen desenlace. Después de cierto tiempo de hospitalización pudo regresar con su familia”.
Mecánico de aviación
El segundo maestre mecánico de aviación, Julio Antonio Ruiz Pineda, dijo que el gusto por los aviones desde la infancia fue lo que lo llevó a convertirse en mecánico de aeronaves para la Armada de México.
El personal técnico aeronáutico, explicó, desempeña distintas funciones y es parte vital de todas las operaciones. Son los encargados de las inspecciones pre-vuelo y post-vuelo para garantizar la seguridad y el éxito de las misiones de la Marina.
“Nuestro alto mando está muy preocupado por este tipo de operaciones. Constantemente estamos siendo capacitados e instruidos. Las aeronaves llevan sus mantenimientos correspondientes para garantizar todo tipo de misión”, dijo Ruiz Pineda.
Las experiencias que más lo han marcado a bordo de una ambulancia aérea han sido las que han involucrado bebés. “No son bonitas. Son las más difíciles. De pronto te encuentras con un padre que sufre por sus hijos. Lo que intentamos nosotros es hacerles sentir ese lado humano. No podemos hacer más”, explicó.
“El tratar de ayudar para preservar una vida. Eso es lo más satisfactorio que hay como militares y seres humanos”.
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