La tragedia volvió a golpear al sector minero de Coahuila, al norte de México, después que un incidente reportado en la tarde del 3 de agosto dejara a una decena de trabajadores atrapados a 60 metros bajo suelo y (aún) sin posibilidad de escapar.
Fue a las 13:35 horas que se reportó un derrumbe al interior de un pozo de carbón, ubicado en el área conocida como Conchas del municipio de Sabinas, muy cerca de la frontera con EEUU, provocando la inundación que dejó a los mineros atrapados y rodeados por túneles llenos con hasta 34 metros de agua.
Es importante señalar que la estructura de dicha mina está compuesta por tres pozos, de los cuales uno se encontraba en desuso (pozo 1); siendo éste donde los trabajadores realizaban sus actividades de excavación con herramientas manuales.
De esa manera, mientras los mineros desarrollaban sus actividades se toparon con un área contigua llena de agua - perteneciente a la conexión entre el pozo 1 y 2 -, la cual terminó por derrumbarse y anegar a todo el sistema.
Actualmente, el Gobierno Federal trabaja a contra reloj para salvar la vida de los diez trabajadores quienes, según organizaciones sociales, fueron víctimas de la negligencia y precariedad laboral y no de un simple accidente, como mencionó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Así lo comunicó (de nueva cuenta) el colectivo Pasta de Conchos, el cual señaló que las condiciones estructurales no fueron adaptadas con el material necesario para evitar un posible colapso.
Otra medida de seguridad omitida fue el barrenado de las paredes, es decir, emplear un barreno (herramienta apta para perforar rocas de gran tamaño) con el objetivo de identificar una posible acumulación de agua o gas.
Es pertinente señalar que el colectivo había advertido de este tipo de irregularidades en las minas del estado desde hace algún tiempo atrás - en específico, a raíz de la explosión y derrumbe de la mina Pasta de Conchos que dejó a más de 60 trabajadores muertos. Pero, como suele ser costumbre, no fueron tomados en cuenta.
“Prevalece la falta de inspecciones, la complicidad con las empresas y la desprotección de los trabajadores”.
El último corte informativo del Federal dio a conocer que al momento se han rescatado a cinco supervivientes, quienes fueron trasladados a nosocomios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y, de los cuales, dos están dados de alta.
Por su parte, a poco más de 12 horas del derrumbe, los diez trabajadores continúan bajo tierra y en condiciones de salud aún inciertas. En tanto, las brigadas se encuentran imposibilitadas de ingresar a la zona por el espejo de agua que obstruye las entradas.
Reducir espejo de agua: primer paso para la entrada de brigadistas
El Gobierno Federal decretó el plan DN-III-3 para agilizar las labores de rescate, las cuales estarán coordinadas por la Sedena que ya desplegó a más de 200 elementos para el operativo.
Sin embargo, Protección Civil (PC) destacó que el acceso al sistema de túneles aún no se ha llevado a cabo, ya que se encuentran reduciendo el espejo de agua que restringe la entrada de las brigadas; esto, mediante bombas extractoras proporcionadas por la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
“Ahorita lo importante es ubicar las bombas de manera estratégica para extraer el mayor número de agua y tener acceso inmediato a las minas”, comentó su titular, Laura Velázquez, aclarando que - de lograrse - las cuadrillas ingresarán si las condiciones de seguridad lo permitieran.
Se espera que en el transcurso de este 4 de agosto arriben al área cuatro binomios caninos y buzos de rescate.
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