La política energética, estandarte del sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), volvió al centro de las críticas tras la resolución en la que Estados Unidos (EEUU) la señala de violar los estatutos del Tratado comercial entre México, EEUU y Canadá (T-MEC).
Sin embargo, el Jefe del Ejecutivo y su gabinete han mostrado esmero en la defensa de dicha estrategia, pues, por un lado, afirman que ésta no implica ningún incumplimiento, y por el otro, acusan que opositores exageran en la gravedad del asunto que - a voz de AMLO - obedece a “intereses políticos”.
Así lo reiteró este 3 de agosto en su respuesta a la editorial de The Washington Post (TWP), donde declaró que el tabasqueño, a quien señaló de ser un “peculiar populista”, debería mostrar más seriedad y preocupación ante la queja norteamericana.
“Una vergüenza que un periódico tan famoso sin ética mienta y que defienda a saqueadores de nuestro pueblo”, reprochó el mandatario en referencia al artículo del 1 de agosto, La política energética de México no le da a EEUU más remedio que retroceder.
“Peculiar populista”: TWP señaló a AMLO como una irritación para EEUU
El diario estadunidense señaló que los esfuerzos de López Obrador por reforzar su política energética representan un obstáculo para que las naciones vecinas consoliden soluciones para otras problemáticas mutuas, como la migración, inflación o pandemia del COVID-19.
Esto, dijo la editorial, debido a que la visión del tabasqueño obedece a “lo que malinterpreta como la gloria perdida de la industria petrolera nacionalizada”, es decir, el fortalecimiento del petróleo. Razón por la cual, aseveró, su homólogo de EEUU, Joe Biden, no tendría otro camino más a seguir que el retroceso.
Según lo dicho por la nación norteamericana, dicha política impide dar paso a la implementación de energías limpias, al mismo tiempo que discrimina a las compañías estadunidenses para priorizar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex). Argumentos que fueron posteriormente respaldados por Canadá, la tercera parte del Tratado.
Con ello, el Gobierno mexicano tendría 75 días para resolver las respectivas consultas. En caso de no llegar a un acuerdo, el asunto pasaría a organismos internacionales, implicando posibles sanciones política a la administración obradorista.
De ahí el llamado del Washington Post a López Obrador para tomar en serio lo que “las contradicciones entre su política energética y los compromisos climáticos internacionales del país” podrían costarle a la imagen de México en el exterior.
No obstante, contrastó, en su lugar el tabasqueño ha detonado una serie de actitudes de burla hacia la solicitud de consultas, tal y como la expresada el 23 de julio pasado cuando tachó de “traidores a la patria” a críticos nacionales quienes, según él, defienden a extranjeros.
“En vez de defender a Pemex y a la CFE, están defendiendo a las empresas petroleras y eléctricas del extranjero. Son unos traidores a la Patria”, fue el pronunciamiento al que TWP etiquetó de ser “inapropiado y siniestro”.
Por dicho contexto es que la editorial remarcó la importancia en que EEUU adopte una postura en pro de la defensa a sus propios intereses, aún cuando implicara llegar hasta los tribunales con México.
“Al decirle al Sr. López Obrador, en efecto, ‘nos vemos en la corte’, Estados Unidos está defendiendo sus propios intereses y, en un sentido real, también los mejores intereses del pueblo de México”.
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