El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha logrado expandir sus actividades a varias partes del mundo, entre ellas (pero no limitadas a) Nicaragua, Ecuador, Perú y Chile, así como en el llamado Triángulo Norte que integra los países de Guatemala, Honduras y El Salvador. Según un documento firmado por Vanda Felbab-Brown, experta en crimen organizado e investigadora de la Brookings Institution.
En su artículo Felbab-Brown señala que el CJNG tiene relaciones externas muy establecidas de manera global y que mantiene confrontaciones con otra agrupación criminal mexicana, el Cártel de Sinaloa.
“El CJNG está avanzando agresivamente hacia nuevos territorios en el extranjero donde busca alcanzar o desplazar al Cártel de Sinaloa. En varias partes de América Latina, la competencia entre ellos ha amplificado la violencia o desencadenado nuevos conflictos.”
El CJNG no solo cuenta con presencia en la mayoría de los estados de la República mexicana, pues tan solo en el país ya domina 28 de los 32 estados, sin embargo, también tiene incidencia en otros países de América Latina. Además tiene el dominio de la distribución mayorista de drogas como fentanilo, cocaína y metanfetamina en los Estados Unidos.
Felbab-Brown señaló que, dentro de territorio estadounidense, el CJNG ejecuta acciones diferenciadas pues contrario a lo que sucede en México no participan en tiroteos ni agreden a agentes de policía en Estados Unidos, actuando de manera más moderada y pacífica.
Sin embargo, en el resto del continente americano el CJNG tiende a generar conflictos derivados de su competencia con el Cártel de Sinaloa pues intenta hacerse con el dominio de las regiones al eliminar a sus competidores.
“La participación del Cártel de Sinaloa y el CJNG a menudo ha instigado directamente la violencia, ya que los dos cárteles buscan desplazarse entre sí o insisten en que sus aliados y apoderados locales del narcotráfico traten exclusivamente con ellos.”
El artículo documenta que desde el año 2010 los cárteles de origen mexicano llegaron a Colombia donde empezaron a ganar presencia y además comenzaron a administrar no solo el tráfico sino también la producción, el procesamiento y el tráfico local sustancias ilegales.
Las confrontaciones entre los dos cárteles mexicanos se extienden hasta el año 2019. Los encuentros generaron actos de violencia a un entorno ya de por si tenso.
“El CJNG buscó persuadir a pequeños y grandes grupos criminales colombianos, como Los Urabeños, para dejar de venderle al Cártel de Sinaloa. Para contrarrestar el impulso, el Cártel de Sinaloa aumentó la presencia de sus principales emisarios en el país”
A pesar de que el CJNG no logró desplazar al Cártel de Sinaloa sí logró cortar sus operaciones, pero sus enfrentamientos han generado conflictos locales en Colombia, pues ambas agrupaciones criminales han promovido el cultivo de cocaína de alta calidad y de alta rentabilidad.
Los problemas internacionales que involucran cárteles mexicanos no son nuevos, cabe recordar que en julio pasado los presidentes tanto de México como de Estados Unidos, Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden respetivamente, se reunieron y anunciaron la creación de un grupo de trabajo operativo con la intención de combatir el tráfico de fentanilo entre los países.
En Ecuador la violencia derivada de los cárteles mexicanos ha llevado al gobierno de ese país a declarar estado de emergencia al menos en 3 provincias costeras donde se tienen registros de narcotráfico: Esmeraldas, Guayas y Manabí. Además, se tienen informes de que la pandilla más grande de Ecuador, conocida como los Choneros, transporta cocaína de manera exclusiva para el Cártel de Sinaloa y se enfrenta con aliados ecuatorianos del CJNG.
SEGUIR LEYENDO: