Cuáles eran los hábitos higiénicos de los mexicas que terminaron con la llegada de los españoles

Los antiguos pobladores de Tenochtitlan acostumbraban al baño diario, la limpieza dental y la recolección de desechos

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Hábitos de higiene y limpieza en Tenochtitlan (Foto: Twitter/@Cuauhtemoc_1521)
Hábitos de higiene y limpieza en Tenochtitlan (Foto: Twitter/@Cuauhtemoc_1521)

Tras el arribo europeo al continente americano en el siglo XVI, las diferencias entre los españoles y los nativos mesoamericanos eran abismales, principalmente en el ámbito de la limpieza. Y es que Europa en aquellos tiempos no era precisamente el reflejo de la salubridad; sin embargo, la gran Tenochtitlán contaba con un sistema de recolección de residuos, trabajadores de la limpieza, entre otras cosas.

Mientras que el continente europeo vivió uno de los periodos más sucios en su historia, luego de haber sufrido la peste negra que cobró la vida de un tercio de la población continental y la región occidental de Europa sufrió una temporada de insalubridad y enfermedades, aunado a la nula higiene personal; en Mesoamérica se valoraba la limpieza.

Tan solo el rey Luis XIV de Francia y Navarra únicamente se bañó dos veces en toda su vida, mientras que los mexicas acostumbraban el baño diario, la limpieza dental y el cuidado del hogar y la comunidad.

Las calles y caminos de Tenochtitlan se encontraban libres de basura (Fotos: Twitter/@Cuauhtemoc_1521)
Las calles y caminos de Tenochtitlan se encontraban libres de basura (Fotos: Twitter/@Cuauhtemoc_1521)

La escritora canadiense Katherine Ashenburg relata en su libro The Dirt on Clean algunos de los principios higiénicos con los que contaban los pobladores del Valle de México a la llegada de los españoles; antes de que dichas costumbre se perdieran o se entremezclaban con las de los ibéricos.

Menciona Ashenburg que uno de los principales factores de la limpieza mexica era el uso de agua potable, pues mientras los londinenses seguían utilizando el agua contaminada del río Támesis en el siglo XIX, los descendientes del maíz ya habían construido acueductos que llevaban agua limpia de la colina de Chapultepec al centro de la ciudad. El primero de ellos fue construido por Nezahualcóyotl en 1466, mientras que el segundo fue edificado por Ahuizotl dos décadas después.

Y es que, de acuerdo con la escritora, una de las cosas que más impacto causó en los españoles fue el cómo los originarios de Aztlán valoraban la limpieza personal. De acuerdo con el cronista Francisco Jesús Clavijero, los nativos se bañaban a menudo, incluso hasta dos veces al día en los múltiples ríos y lagos del valle.

"Copalxocotl" y "xiuhamolli", el árbol y la planta del jabón (Fotos: Twitter/@Cuauhtemoc_1521)
"Copalxocotl" y "xiuhamolli", el árbol y la planta del jabón (Fotos: Twitter/@Cuauhtemoc_1521)

Además, hacían uso del jabón, el cual consistía en el fruto de copalxocotl conocido como el “árbol del jabón” además de la planta xiuhamolli, cuya facultad era la de generar una espuma con la capacidad de lavar el cuerpo.

Por otra parte, mientras los europeos limpiaban sus dientes con orina -pues el tener dientes blancos para ellos era sinónimo de pureza- los mexicas hacían uso de dentífricos naturales y refrescantes de aliento como la ceniza de tortilla.

En cuanto a los desechos humanos, en Tenochtitlan diariamente se recolectaban por medio de canoas, con el fin de ser utilizados como abono, pues también se contaba con baños públicos en cada vecindario, mientras que en Europa se acostumbró a arrojar los desechos a la calle; se dice de ahí viene la expresión “¡Aguas!”.

El baño diario era fundamental entre los mexicas (Fotos: Twitter/@Cuauhtemoc_1521)
El baño diario era fundamental entre los mexicas (Fotos: Twitter/@Cuauhtemoc_1521)

En palabras de la escritora, los aztecas implementaron un sistema de recolección de basura que constaba de más de mil trabajadores quienes barrían y regaban las calles diariamente, sumado a que la limpieza era un valor inculcado desde la niñez.

En el códice florentino se encuentra un pasaje en el que se mencionan cuáles eran las instrucciones matutinas de un padre a su hija en la cotidianidad mexica: “(Por la mañana) Lávate la cara, lávate las manos, límpiate la boca”.

Aparte del baño cotidiano en ríos y lagos, era común que las viviendas contaran con un cuarto de baño en el que una de las paredes eran calentadas al rojo vivo para que al arrojar agua se generara un vapor con el que se purificaba el cuerpo; a este lugar se le conocía como temazcalli, el cual también era utilizado para rituales religiosos y tratamientos médicos.

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