La Guelaguetza es una de las festividades más importantes de Oaxaca y, en general, de todo México. Su origen se remonta a la época prehispánica, cuando los antiguos mexicas realizaban una celebración año con año con danzas, ritos y banquetes para mostrar su adoración y respeto a deidades como Centeótl, la Diosa del Maíz.
En tiempos actuales, esta fiesta se realiza cada mes de julio y se caracteriza por la presentación de bailes tradicionales de las comunidades oaxaqueñas, así como espectáculos y eventos tanto culturales como deportivos.
Sin embargo, en la edición de 2022 no todo fue fiesta y alegría, pues distintas mujeres aprovecharon la visibilidad que esta celebración adquiere cada año para denunciar una realidad que las vulnera cada vez más: la violencia feminicida.
Durante los últimos días de la Guelaguetza de este año, se viralizó un video en el que, durante un recorrido del gobernador Alejandro Murat por las calles del Centro Histórico, una mujer se le acercó con un cartel que decía “Oaxaca lo tiene todo” para, supuestamente, tomarse una foto con él.
Sin embargo, una vez que se colocó a su lado, la mujer cambió el cartel por uno con la leyenda “666 feminicidios”, a modo de denuncia por los casos ocurridos en la entidad.
Ante tal acción, la seguridad de Murat intentó arrebatarle su cartulina a la mujer y, al no conseguir su objetivo, el mandatario continuó con su recorrido ignorando totalmente la situación.
En este mismo contexto, circularon en redes sociales varias fotografías de algunas calles de la zona centro de Oaxaca, en las cuales se colocaron carteles y pintas para denunciar la violencia que sufren las mujeres con la leyenda “Oaxaca feminicida”.
“Hoy salieron más pajaritas a revolotear la verdad de un #OaxacaFeminicida Las calles del centro histórico de la Ciudad de a #Oaxaca se están coloreando”, escribió María Elena Ríos, saxofonista y activista que fue víctima de un intento de feminicidio en 2019.
Ríos se ha encargado de levantar la voz a lo largo de estas semanas de celebración de la Guelaguetza para exhibir la violencia feminicida que persiste en Oaxaca.
El pasado 25 de julio, la activista acudió al Auditorio Guelaguetza para levantar una manta con la leyenda “Oaxaca feminicida”, ante lo cual fue reprimida por elementos de la fuerza pública estatal, quienes inmediatamente se acercaron a ella para retirarla del lugar.
María Elena Ríos lleva casi tres años buscando justicia por el ataque con ácido que, según denunció desde el inicio, fue ordenado por Juan Antonio Vera, su ex pareja y ex diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) del estado. Actualmente, la Fiscalía de Oaxaca lo está buscando y ha ofrecido una recompensa de hasta un millón de pesos para quien brinde información que ayude a su captura.
Además de estos actos, hubo más personas que se unieron a la exigencia de justicia en los espacios públicos durante la celebración de la Guelaguetza.
Por ejemplo, Consorcio Oaxaca, una organización civil feminista, realizó un acto público, en el que las participantes portaron una playera con el texto “Justicia para todas” y se tomaron de las manos a las afueras del Templo de Santo Domingo de Guzmán.
En ese mismo recinto, una colectiva artística llamada “Oaxaperras” llevó a cabo una performance con el título Mujer Oaxaqueña, durante la cual lucieron trajes típicos de la región y mantuvieron sus rostros cubiertos con máscaras y pasamontañas.
De acuerdo con el reporte hemerográfico para Estudios sobre la Mujer (GESMujer) presentado en el mes de junio, durante el año 2022 han sido asesinadas 53 oaxaqueñas. Angélica Ayala, directora del organismo, calificó como lamentable la situación en la que se vive en la entidad.
La presidenta señaló que el 15 por ciento de las mujeres asesinadas en lo que va del año corresponde a niñas y adolescentes. En en el tiempo que va del gobierno actual, suman un total de 650 mujeres asesinadas solamente en el estado de Oaxaca.
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