Este martes, durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la periodista Ana Dora se manifestó con una pancarta solicitando al mandatario que atienda la situación de violencia de la que aseguró ser víctima por parte del comunicador Omar Niño.
La pancarta que sostenía tenía escrita la frase “por favor ayúdeme, periodista del pueblo para el pueblo”, y al tomar la palabra, expresó su preocupación por las agresiones que dijo haber sufrido en contra de su trabajo y de su persona.
“Hay alguien que ha estado viniendo a la mañanera en repetidas ocasiones a tratar de ponerme en mal distorsionando la información. Esta persona es el reportero Omar Niño y he sufrido violencia de su parte; me ha humillado abiertamente, me ha menospreciado, ha menoscabado mi trabajo, mi trayectoria (...) yo no puedo competir contra eso, yo no estoy bajo reflectores, yo hago un periodismo hacia la gente, que no es bien remunerado”, denunció.
Asimismo, la periodista independiente expuso que ha denunciado al presunto agresor, pero debido a que se encuentra bajo el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, el caso no ha proseguido: “dice que lo van a meter a la cárcel pero no dice que es por misoginia. Me ha dicho ‘chamaquilla que juega a ser periodista’ y se ha metido con mi sexualidad”, dijo.
Por su parte, López Obrador le aseguró a Ana Dora que será atendida por la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez, quien se encargará de revisar el caso y darle resolución.
El Ejecutivo Federal terminó planteando que “todo mundo tiene derecho a la replica” e indicó que si algún periodista “se siente ofendido” en alguna ocasión, podría ir a “aclararlo” a la conferencia.
Violencia contra mujeres periodistas
De acuerdo con una investigación realizada por la organización Comunicación e Información de la Mujer A. C. (CIMAC), los atentados más recurrentes en contra de periodistas mujeres suelen ser bloqueos informativos, intimidaciones, amenazas, el descrédito a su labor y el hostigamiento institucional.
“El 80% de los casos revelados sufren violencia psicológica, seguida por la violencia física (27%), la patrimonial (7%), la económica (3%) y sexual (4%). Las personas que principalmente ejercen la violencia son funcionarios públicos en 46% de los casos, particulares en un 27% y personas sin identificar en redes sociales. Esto ocurre cuando las periodistas realizan una investigación, una cobertura o dan una opinión sobre temas relacionados a política (40%) o seguridad (39%), se precisó en el sitio web de la organización.
Asimismo, la desigualdad de género en las redacciones de los medios de comunicación incrementó durante la pandemia, según una encuesta de la Federación Internacional de Periodistas o IFJ (por sus siglas en inglés) publicada en 2020.
Según el estudio, realizado entre 558 reporteras en 52 países, la crisis del Covid-19 ha tenido un impacto negativo en los salarios de las mujeres así como en sus responsabilidades laborales, en su avance profesional y en su vida privada.
De acuerdo con distintas organizaciones de derechos humanos y prensa, México es el segundo país más violento para ejercer la profesión del periodismo, solo por detrás de Afganistán. Tan solo en lo que va del año 2022, han sido ultimados seis periodistas, con lo que ya suman 30 profesionales de la comunicación ultimados durante el sexenio de López Obrador.
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