Cómo se apoderaron los cárteles mexicanos del negocio de la cocaína en Colombia

El director de Investigación Criminal de la policía colombiana advirtió que los cárteles mexicanos están inmiscuyéndose cada vez más profundo en el país sudamericano

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Foto de archivo de una planta de hoja de coca que se cultiva en los yungas y el chapare de Bolivia. EFE/Martin Alipaz/Archivo
Foto de archivo de una planta de hoja de coca que se cultiva en los yungas y el chapare de Bolivia. EFE/Martin Alipaz/Archivo

Los cárteles mexicanos cada vez tienen una participación más activa en las redes del crimen organizado colombiano. Así lo reveló el director de Investigación Judicial e Interpol (Dijin) de la Policía Nacional de Colombia, Fernando Murillo.

El director de Investigación Criminal de la policía colombiana detalló que en lo que va del año 23 hombres de nacionalidad mexicana han sido detenidos por narcotráfico en el país sudamericano, particularmente en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Cartagena.

Tan solo el pasado 19 de mayo fueron capturados seis ciudadanos mexicanos con 699 kilogramos de cocaína a bordo de una lancha rápida en aguas internacionales del Pacífico. Lo que más llamó la atención de las autoridades fue que normalmente ese tipo de cargamentos solían ser transportados por colombianos.

La cocaína decomisada y los detenidos fueron resultado de una operación en la que participaron la Dijin, la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés), el Comando Sur de Colombia y la Armada de México. Dicho operativo puso al descubierto que los cárteles mexicanos están buscando “el control directo” de la salida de la cocaína de Colombia hacia Centroamérica y México.

La ruta del Cártel de Sinaloa (Foto: Infobae)
La ruta del Cártel de Sinaloa (Foto: Infobae)

El martes 26 de julio la policía de Ciudad de México calificó de “histórico” el decomiso de más de mil 600 kilos de cocaína procedentes de Colombia que tenían como destino final la ciudad de Los Ángeles, en los Estados Unidos. El Secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, dijo que los responsables eran originarios de Durango y Sinaloa, sin embargo, extraoficialmente se señaló al Cártel de Sinaloa, concretamente a hombres del “Chapo” Guzmán.

Murillo explicó que los recientes golpes al Clan del Golfo en Colombia han impactado directamente en las relaciones empresariales que tienen los cárteles mexicanos, particularmente el Cártel de Sinaloa y Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), en dicho país.

En octubre del 2021, las fuerzas militares colombianas dieron un golpe al narcotráfico tras capturar a Dairo Antonio Úsuga, más conocido como Otoniel, máximo líder del Clan del Golfo, y alguien que según el presidente Iván Duque, solo podía ser comparado con Pablo Escobar, “El Patrón”.

“Cuando capturamos a cabecillas del Clan del Golfo, los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación tiene que volver a buscar aliados que les puedan generar las toneladas de droga que requieren y, además, que les garanticen lo que más buscan: que realmente sea una droga de calidad”, afirmó Murillo en entrevista para Proceso.

Dairo Antonio Usuga David, también conocido como "Otoniel", es fotografiado mientras es escoltado por oficiales de policía durante el proceso de extradición a Estados Unidos, en Bogotá (Foto: Reuters)
Dairo Antonio Usuga David, también conocido como "Otoniel", es fotografiado mientras es escoltado por oficiales de policía durante el proceso de extradición a Estados Unidos, en Bogotá (Foto: Reuters)

El director de la Dijin sostuvo que la captura de Otoniel afectó directamente a los cárteles de México porque ellos mantenían una “relación comercial muy cercana” con el líder criminal que llegó a ser considerado como el principal capo en Colombia, quien actuaba como su principal proveedor de cocaína.

La respuesta del Cártel de Sinaloa y el CJNG, afirmó Murillo, fue que aumentaron el número de “emisarios” a Colombia para negociar nuevas alianzas con los posibles sucesores de Otoniel: Wílmer Antonio Giraldo, alias “Siopas”; Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias “Chiquito Malo”; y José Gonzalo Sánchez, alias “Gonzalito”, así como con las “disidencias” de las FARC.

“Lo que hemos visto es que los cárteles mexicanos están mandando enviados de confianza, de mucha confianza, que supervisan desde la producción hasta el transporte y la entrega de la droga (...) buscan el control de todos los eslabones de la cadena de narcotráfico, desde los sembradíos de hoja de coca hasta su transformación en cocaína y sus salidas marítimas”, amplió Murillo.

El pasado mes de abril fue capturado en Cali Brian Holguín Verdugo, alias “El Pitt”, un mexicano a quien informes de inteligencia consideran un operador de confianza de Ismael “El Mayo” Zambada. Requerido en los Estados Unidos, “El Pitt” tenía la misión de estrechar relaciones con las “disidencias” de las FARC.

Por sus condiciones geográficas, aunque con mayor relevancia en Colombia y Perú, la hegemonía de la producción mundial de cocaína prácticamente pertenece a los países andinos suramericanos.

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