De Pacho Viejo al Altiplano, el ex fiscal de Veracruz, Jorge Winckler, fue trasladado al penal de máxima seguridad de Almoloya, Estado de México, este primero de agosto. Esto luego de que el ex funcionario fuera vinculado a proceso por los delitos de desaparición forzada y privación ilegal de la libertad, ambos considerados delitos graves.
Durante la madrugada de este lunes, el exfiscal -que se encontraba cumpliendo con la medida cautelar de prisión preventiva en el penal de Pancho Viejo, Veracruz- fue trasladado al centro de readaptación ubicado en el Edomex, donde permanecerá por al menos un año.
Cabe recordar que hasta el 25 de julio de este 2022, día en el que fue detenido, el exfuncionario había permanecido en calidad de prófugo.
De acuerdo con las autoridades, quien fue fiscal de Veracruz durante el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, fue aprehendido en Puerto Escondido, Oaxaca en cumplimiento de una orden en su contra.
Y es que Winckler era un objetivo prioritario para la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz impulsada por el morenista y actual gobernador Cuitláhuac García. De hecho, dicho mandatario ya se había comprometido con familias de personas desaparecidas para destituir de su cargo al entonces fiscal, debido a las constantes fricciones entre ambas partes.
Este 2022, tras su detención, un juez de control impuso un año de prisión preventiva oficiosa como medida cautelar mientras se investiga el caso.
Tres años prófugo
Desde 2019, Jorge Winckler fue acusado de haber secuestrado y torturado a Francisco Zárate Aviña, jefe de escoltas de Luis Ángel Bravo, quien ocupó el puesto de Fiscal General de Justicia de Veracruz durante el gobierno de Javier Duarte.
Cabe señalar que el caso ha cobrado relevancia por las figuras políticas del estado veracruzano a las que se ha ligado el nombre de Jorge Winckler, entre las que destacan diversos miembros de la familia Yunes, así como Javier Duarte. Y es que, durante el gobierno del panista Yunes Linares, Winckler Ortiz encabezó las investigaciones en contra de varios exfuncionarios del gobierno de Duarte de Ochoa.
Apenas el pasado 27 de julio (dos días después de la detención de Winckler), luego de tres meses desde su última publicación en redes sociales, Javier Duarte, gobernador de la entidad entre 2010 y 2016 , reapareció con un mensaje en Twitter en el que “rezó” por el ex fiscal y Miguel Ángel Yunes Linares, para pedir “que no sean torturados ni que se les fabriquen delitos”.
Por su parte, previo a huir, el ex fiscal negó tajantemente las acusaciones en su contra. Winckeler aseveró que “jamás ha cometido un delito” y aseguró que la orden de aprehensión en su contra formaba parte de una persecución política por parte de las autoridades locales.
Agregó que, Luis Ángel Bravo, persona que presentó denuncias en su contra, “jamás fue objeto” de los delitos de los que se le acusaba.
En contraparte, la defensa Zarate Aviña ha asegurado que existen elementos para dar seguimiento al juicio del hoy detenido.
Cabe recordar que previo a ello, el congreso local decidió removerlo de su puesto, moción que fue refrendada en 2020 luego de que los congresistas señalaron que Winckler no cumplía con los requisitos constitucionales de estar debidamente calificado y registrado en el sistema como Alto Mando.
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