Las elecciones para el Congreso de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) crearon controversia en la opinión pública debido a los disturbios y presuntos actos de acarreo o inducción de voto durante la jornada.
Aunque varios simpatizantes del guinda salieron a desmentir los hechos o incluso adjudicarlos a la oposición, el propio presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), reconoció que sí hubo violaciones durante el ejercicio democrático, pero aclaró que esto habría ocurrido en “muy pocas casillas”.
“Hay que mejorar cada vez más estos procesos para que no haya violaciones, acarreos, inducción de voto. Hubo todavía este tipo de prácticas, pero en muy pocas casillas”.
Bajo ese tenor, el tabasqueño negó que la gravedad de los actos fuera tal cual lo han señalado políticos adversarios o figuras críticas de la administración - los cuales abogaron por la defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) ante Morena.
“No se generalizó. No es como los opositores hubiesen querido. Nada que ver con lo que ellos han hecho”, aseveró en su mañanera, donde, además, aprovechó para lanzar una recomendación-mofa a dicho bloque:
“Ojalá y así se haga en todos los partidos. Que el bloque conservador convoque a elecciones abiertas para decidir que no sean nada más los de arriba los que hacen los acuerdos y deciden en los restaurantes de lujo de la Ciudad de México”, señaló desde Palacio Nacional.
Aún con ello, Andrés Manuel calificó al proceso morenista no sólo como una “buena jornada democrática”, también como un ejercicio de “participación masiva”: “Muchos que no eran de Morena se inscribieron al tiempo que se afiliaba”, aseguró.
Según el Jefe del Ejecutivo, aproximadamente 2.5 millones de personas fueron las que participaron en los comicios para renovar a consejeros y congresistas; afluencia la cual se vio reflejada en las largas filas que acapararon la atención durante el fin de semana.
Sin embargo, las votaciones también dieron de que hablar por los disturbios, como quema de boletas y enfrentamientos por desorganización - principalmente en el sur del país-, así como la supuesta presencia de “acarreados” que fue denunciada en entidades como Puebla o Ciudad de México (CDMX).
Pese a esto, López Obrador negó que las elecciones se hayan caracterizado por los actos de violencia; incluso dio un espaldarazo al dirigente nacional morenista, Mario Delgado, por “ayudar a la celebración” de las elecciones. Asimismo, reconoció a a la secretaria general, Citlalli Hernández, y a las y los líderes.
“Conducir esta jornada fue muy meritorio de los dirigentes que ayudaron para la celebración de las elecciones”.
Cabe recordar que Delgado ha sido constantemente atacado por líderes de la oposición tras presumir la participación e, incluso, el “triunfo” del ejercicio, en el cual participaron algunas “corcholatas” presidenciables, como Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard.
Mario Delgado prometió anular resultados en donde se comprueben irregularidades
Debido a los disturbios en las elecciones, Mario Delgado anunció que se anularán los resultados en distritos donde se comprueba la práctica de acarreos e inducción al voto.
Así lo declaró en una entrevista con el periodista, Joaquín López-Dóriga: “No vamos a permitir las prácticas de otros partidos, el acarreo, la compra de votos o la simulación. Eso no lo podemos permitir en Morena, tiene que ser una participación libre, que la gente decida quiénes van a ser los dirigentes”.
“No podemos permitir que las viejas prácticas de otros partidos entren a nuestro Movimiento, aquí la gente debe mandar”.
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