“…y la verdat lo volvería a hacer”: Cómo es viajar en el AIFA, el primer megaproyecto entregado de AMLO

El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) fue el primer megaproyecto entregado por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), mismo que ha generado numerosas discusiones entre la clase política y la ciudadanía, donde los promotores de la Cuarta Transformación (4T) dicen que se trata de una obra maravillosa, mientras que sus opositores no dejan de tildar la terminal aérea como un capricho de la “dictadura macuspana”.

Los principales promotores de las críticas al AIFA y los otros tres megaproyectos (la Refinería Olmeca, el Tren Maya y el Tren Transístmico), sin duda, han sido los abanderados del PRI, PAN, PRD y MC, pues son las fuerzas políticas que se han venido a menos con el arribo de AMLO y Movimiento Regeneración Nacional (Morena) al poder.

Aunado a ellos, algunos periodistas y analistas en medios de comunicación y redes sociales han empatado su línea editorial con estos partidos, de tal modo que también se pueden leer críticas sobre los megaproyectos de AMLO, en donde exigen que los fondos destinados a éstos sean reencausados a otro tipo de necesidades.

Por su cuenta, los militantes de la 4T (Morena, PT y PVEM) insisten en que los megaproyectos no sólo son funcionales, sino que también son necesarios para el desarrollo del país, pues impulsan la conectividad internacional, promueven la industria energética mexicana, el comercio internacional y el sector turístico.

Aunado a ellos, existen otras líneas editoriales en las que se señalan los aciertos de la administración pública federal y defienden la creación de proyectos como el AIFA; sin embargo, la única forma en la que la ciudadanía podría saber si el Felpe Ángeles es un buen aeropuerto o no, sería utilizándolo, lo cual resulta complicado, pues de los más de 126 millones de mexicanos que existen, sólo 4.1 millones de mexicanos viajan en avión.

De tal modo que el periodista y columnista Salvador Camarena publicó un artículo sobre su experiencia con el AIFA, donde relató el tiempo de arribo a la terminal aérea, el trato, las instalaciones, la eficiencia, el servicio en la página en internet, los precios y un amplio etcétera, donde además de confirmar que sí voló desde el AIFA, mencionó que lo volvería a hacer.

En el artículo que publicó en El Financiero desmitifica algunas premisas que dan por hecho los opositores a AMLO. La primera de ellas es el famoso dicho de los panistas que dicen que no hay vuelos en el AIFA, la segunda es que llegar es una tortura y otra más sobre la infraestructura.

De entre las cosas que señaló que lo diferencian al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) Benito Juárez García, es la limpieza, pues la terminal aérea en la alcaldía Venustiano Carranza (al oriente de la CDMX) se encuentra sucia, ésta está muy limpia. En cuanto al tiempo de arribo, el columnista refirió que desde Polanco (al poniente de la Ciudad de México) se hacen 50 minutos.

Otra característica que rescató fueron las dimensiones y los costos. Señaló que, en comparación, su boleto costó mil 400 pesos menos que uno exactamente igual del AICM. Además, el costo del estacionamiento por día en el AIFA cuesta menos de la mitad que el de la Ciudad de México, aunque señaló que ese costo podría bajar aún más.

Respecto a las áreas de mejora, señaló una mala experiencia con la página oficial del aeropuerto y la necesidad del gobierno federal por subirlo de categoría para que en realidad tenga vuelos internacionales y se concrete el objetivo del gobierno federal.

En contraste, el testimonio de Kenia López Rabadán, senadora por el Partido Acción Nacional (PAN), dice todo lo contrario, esto porque es de las que está convencida de que el AIFA es un “elefante blanco” que cumple la función de satisfacer los caprichos faraónicos del presidente López Obrador, en vez de satisfacer las necesidades de movilidad en una de las urbes más grandes de América Latina.

El 22 de marzo de este año, un día después de la inauguración del AIFA, López Rabadán narró su travesía para llegar a la terminal, desde el cómo acceder a las instalaciones hasta el cómo se ven y que tanta operativa tenían en ese momento.

En primer lugar señaló que para poder llegar al Aeropuerto se debe de tomar un Didi (transporte por aplicación) con un costo de 748.12 pesos, dato que fue confirmado por la redacción de Infobae, pues al cotizar el viaje al AIFA se obtuvo una cifra menor (604.81 pesos); sin embargo, se debe de contemplar que la tarifa de estas aplicaciones cambia de manera constante a lo largo del día.

La senadora también cotizó un vuelo a Monterrey, Nuevo León, en Viva Aerobus, el cual costaba 562.75 pesos, los cuales pueden variar en el AICM con un costo de mil a 2 mil pesos. Después, al llegar a la terminal, condenó que aún hubiera personal trabajando en obras: “esto no es una misión cumplida, presidente. Esto es un aeropuerto que está sin terminar”.

Posteriormente, con una argumentación rebuscada, aseguró que el Aeropuerto en Santa Lucía, Estado de México, costó, en números redondos, 400 mil millones de pesos (USD 20 mil millones aproximadamente) pues, de acuerdo con su lógica, el costo del aeropuerto en Texcoco, el cual corrió por cuenta del gobierno de Enrique Peña Nieto, fue de 285 mil millones (hasta donde se tenía construido) y a eso se le debe de sumar los 115 mil millones del AIFA.

Basada en esta argumentación, la legisladora señaló que con ese dinero se pudieron haber construido 245 hospitales, 6 mil 500 escuelas o un millón de patrullas; no obstante, cabe recordar que el 71% de los recursos que señala la panista se ejercieron durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, quien gobernó México del 2012 al 2018 y nunca entregó el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

Además de que ironizó sobre la capacidad de realizar vuelos de manera internacional, pues solamente un país generó el convenio para realizar vuelos de esta naturaleza en la terminal aérea: “Sí, salió un vuelo a Venezuela, sólo hay que recordar que es un país que no sigue los estándares internacionales y que su gobierno es igual de populista que el de AMLO”, dijo con sarcasmo.

Por su cuenta, otros usuarios que han utilizado el AIFA lo han señalado como funcional, esto porque el arribo a la terminal aérea se ha facilitado con el pasar de los meses; sin embargo, señalan que hay dificultades para salir de éste, por lo que las autoridades locales en el Estado de México imprimieron celeridad en garantizar rutas de acceso público a las instalaciones del Felipe Ángeles.

Y es que en la página oficial del Aeropuerto y en sus redes sociales existen ruta trazadas para que los usuarios puedan llegar al AIFA ya sea en vehículo particular o en transporte público, donde se explican rutas desde diferentes puntos de la capital nacional: Perisur, Santa Fe, AICM, WTC, Ángel de la Independencia, Indios Verdes (salida de Insurgentes Norte), Taxqueña, Central del Norte y el Auditorio Nacional.

Cabe señalar que en las proximidades del Aeropuerto, en el Estado de México, el transporte mexiquense destaca por su conectividad a Ojo de Agua y al Distribuidor Vial Mexiquense Norte, esto porque la conectividad al AIFA no era de naturaleza comercial y/o turística, ya que antes era una terminal aérea militar.

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