En medio de un contexto de migración y violencia hacia las comunidades indígenas, desplazadas por conflictos armados en el estado de Chiapas, surgió ArTex, un espacio para la cultura maya tzotzil, donde niños y niñas aprenden de las bellas artes.
Es el primer centro cultural independiente en un municipio indígena con gran rezago, San Juan Chamula, construido y guiado por Andrés López López, un pintor y músico tradicional de 28 años nativo del lugar que le apostó en el arte para eliminar la violencia en su municipio y la migración.
Tex, como lo conocen en casa y en el mundo artístico, contó este viernes a la agencia EFE que materializar el proyecto le llevó 15 años porque comenzó a los 12 años de edad a conocer el arte de la pintura con ayuda de su mamá, quien lo impulsaba a tomar clases en la Casa de Cultura del pueblo.
“Es un elemento importante para San Juan, es una visión muy diferente porque no se concebía la palabra arte, el término de pintar o de hacer música”, señaló.
UN SUEÑO DIFERENTE
Su sueño se ha ido profesionalizando al toparse con maestros pintores como el japonés Akio Hanafuji, y los artistas mayas Juan Chawuk y Antún Kojtom, quienes le enseñaron las técnicas más sutiles.
Para iniciar esta aventura, sus primeros alumnos fueron sus hermanos y hermanas con la ayuda de otros maestros.
En la familia de Tex ahora son conocedores de la pintura, música y teatro, bellas artes cautivaron a más niños y jóvenes, algo con lo que el artista soñaba desde que era niño.
“Hoy en estos días, 2022 son fechas muy importantes, porque se ve reflejado el cambio, un cambio social, ya no es solo dedicarse a lo cotidiano, sino dedicarse a un mundo muy diferente al de las artes”, expresa.
UN ALIVIO A LA VIOLENCIA
El proyecto de Tex pretende ser un alivio para comunidades afectadas por la violencia en el sureste de México, un país con casi 380 mil personas desplazadas de manera forzosa por la violencia.
La violencia paramilitar y el despojo de las tierras en Chiapas, causa preocupación de organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), cuya relatora de los pueblos indígenas, Esmeralda Arosemena de Troitiño, visitó este mes la zona.
Por ello, ArTex espera ser un cambio para los habitantes del lugar, y quienes visitan este espacio afirman salir inspirados, como Cristian Cigarroa, arquitecta de profesión.
“Me inspiró a venir más a Chamula, a mí lo que se me hace maravilloso es el uso de las artes para hacer ese impacto, ese cambio en San Juan Chamula”
El trabajo cultural de Tex refleja el amor hacia la cultura de su pueblo maya tzotzil.
A través de obras de arte plasmados en lienzo, relata el misticismo, vida cotidiana y ritualidad de San Juan Chamula.
ArTex desde hace un año abrió sus puertas al público con una galería de arte contemporáneo para los artistas indígenas que alberga más de 30 exponentes de arte plástico, hombres y mujeres.
También da clases de pintura a niñas, quienes se han convertido en la primera generación de mujeres indígenas mayas tzotziles en incursionar en el dibujo y pintura.
Muchas de ellas quieren alcanzar el nivel de sus maestros y romper con los estereotipos para exponer en las mejores galerías.
“Realmente nos da mucha emoción y gusto al ver a jóvenes, a mis hermanos que están emprendiendo otro camino diferente, un camino donde ya no es la migración o dedicarse al campo, sino dedicarse a las artes y artesanías”, concluyó Tex.
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