Los integrantes del gabinete del gobierno federal comenzaron a llegar a Palacio Nacional para reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) con la finalidad de hablar del plan para pasar de la Austeridad Republicana a la llamada “pobreza franciscana” propuesta por el mandatario.
Hasta el momento han llegado el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández; la, titular de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez; el secretario de la Marina (Semar), almirante Rafael Ojeda Durán; la secretaria de Energía, Rocío Nahle; así como el secretario de Salud, Jorge Alcocer.
También se encuentran en el recinto Octavio Romero Oropeza, director general de Petróleos Mexicanos (Pemex); Zoé Robledo, titular del IMSS; Manuel Bartlett, director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE); Delfina Gómez, la secretaria de Educación (SEP); Alejandra Frausto, titular de la secretaria de Cultura, así como Ariadna Montiel, titular de la Secretaría del Bienestar.
Durante la conferencia mañanera del miércoles 27 de julio, el mandatario federal informó que este jueves se reuniría con los miembros de su gabinete para delinear la entrada en vigor de la llamada “pobreza franciscana”, la cual catalogó como una “fase superior” de la Austeridad Republicana que se ha implementado desde el inicio de su gobierno con la finalidad de “apretar” aún más el gasto de la administración federal.
“Si, les adelanto que de todas maneras que ya vamos a pasar de la fase de la Austeridad Republicana a una fase superior, que es la de la pobreza franciscana, porque tengo reunión mañana (jueves) con el gabinete y vamos a llevar a cabo medidas de austeridad adicionales”, informó en su conferencia del miércoles en el Salón Tesorería de Palacio Nacional.
López Obrador aseguró que con la Ley de Austeridad implementada desde el arranque de su administración en 2018, el gobierno federal se ha ahorrado 2 billones de pesos, aunque en ese cálculo también incluye el cobro pendiente a grandes contribuyentes y el combate al robo de combustible o “huachicoleo”.
No obstante, estimó que con la nueva fase de “la pobreza franciscana”, los ahorros aumentarán. Es por eso que -insistió- se buscará presentar una nueva reforma a la Ley de Austeridad.
“Vamos a buscar la forma de presentar una iniciativa de reforma a la Ley de Austeridad y, si procede, una nueva reforma a la Constitución para dejarlo más claro y que no se presente a interpretaciones que hicieron en el Poder Judicial de manera leguleya”, comentó.
Entre las medidas adicionales de austeridad, López Obrador enumeró la restricción de viajes al extranjero, reunirse por videoconferencia, disminuir los viáticos y evitar la compra de vehículos nuevos.
“(Es) para seguir manteniendo ahorros, para seguir sin deudas, sin solicitar deudas adicionales, sin aumentar impuestos, sin aumentar el precio de las gasolinas. La fórmula es sencilla: es cero corrupción y austeridad para liberar fondos al desarrollo, entregar recursos a la gente más necesitada”, aseguró.
Durante su conferencia de este jueves 28 de julio, López Obrador detalló que no habrá despidos masivos ni se tocarán los sueldos o prestaciones de los servidores públicos “porque la nómina es sagrada”, aseveró.
Incluso, aseguró que tampoco se detendrá ninguna obra del gobierno federal.
AMLO aseveró que con estas medidas se busca evitar “despilfarros”. Sin embargo, prefirió no responder si se ha presentado o no sobregastos en su Gobierno.
“Estamos haciendo ahorros, que no haya despilfarros, derroches, que sigamos en el propósito de que no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, declaró López Obrador. “Queremos que el Gobierno sea eficiente, honesto y que facilite las acciones en beneficio del pueblo”, agregó.
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