José Rosas Aispuro Torres, quien tiene los días contados como gobernador de Durango, presentó su última declaración patrimonial en donde presume una aparente austeridad mientras que, de fondo, pone ‘candados’ a su lista de bienes.
El funcionario, que en las fiestas patrias pasará las riendas de la entidad a Esteban Villegas Villarreal, creció a unos 15 minutos de donde vivió Guadalupe Victoria, el primer presidente de México, una posible señal de que en su vida adulta se adentraría en la política del país
Sus inicios no fueron tan sencillos, pues tuvo que costearse sus propios estudios de Maestría y Doctorado en Derecho en la Ciudad de México mientras era auxiliar en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión e investigador documental del Senado de la República.
Fue hasta la década de 1990 cuando ocupó su primer cargo formal con una diputación federal en la LVI Legislatura para el periodo de 1994 a 1997, luego asumió el cargo de Presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el estado de Durango.
En el 2001 Rosas Aispuro se sumaría a la carrera electoral y saldría ganador para convertirse en el presidente municipal de la capital, cargo que ocupó hasta 2004. Dos años después sería nuevamente diputado federal por la vía proporcional en la Legislatura LX del 2006 al 2009.
Al término de su labor legislativa, en enero de 2010, el político renunció a las filas del PRI con el fin de luchar por la gubernatura del estado que lo vio nacer, pero ahora de la mano del Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Convergencia, que formaron la coalición “Durango nos une”, pero que le dejaría un sabor amargo tras sufrir la derrota.
El mal sabor de boca pasaría dos años después tras probar las mieles de ocupar un escaño en el Senado de la República, donde además fue designado como vicepresidente de la Mesa Directiva durante cuatro años seguidos.
El ser uno de los senadores con más asistencias e iniciativas presentadas en la LXII Legislatura serían factores que en el año 2016 lo llevarían a contender por segunda ocasión por la gubernatura de Durango, llevándose la victoria con la que puso fin a 70 años de dominio priista.
Cierre sin broche de oro
Justo el día del Grito de Independencia, el 15 de septiembre de 2016, José Rosas Aispuro tomó posesión del cargo como mandatario de Durango y, aunque su administración ha sido menos escandalosa en comparación a sus vecinos (Sinaloa, Chihuahua, Coahuila o Zacatecas), también ha tenido “baches” que han cobrado notoriedad en sus últimos días al frente.
Uno de los problemas que se han ido agravando es el de las manifestaciones por parte de maestros sindicalizados, quienes acusan que en los últimos dos años no han recibido sus pagos o prestaciones a tiempo, así como, por otro lado, el no cumplir con los montos económicos por becas de excelencia para alumnos.
A ello también se suman los señalamientos de Artículo 19 al gobernador por haber amenazado vía telefónica al periodista Iván Soto, director del medio digital En vivo Durango, quien acusa que el caso de abuso sexual en contra de su hija se ha visto entorpecido por influencias de panistas, pues uno de los implicados sería hijo de un militante del blanquiazul.
“Dígame qué delito cometí. Tú eres el mayor responsable de tu hija, no el estado, el estado es responsable cuando se presenta la denuncia, pero tu supiste tiempo antes [….] Hasta los 18 años somos responsables de los nuestros. Pero, ¿Cuál es mi omisión? Pues tú señalas que hubo esto, entonces ¿Dónde estabas tú como padre? Tú a quien señalas es al gobernador, por eso el gobernador es quien está presentando esta denuncia”, dijo Aispuro Torres en una de las llamadas al periodista en donde criminaliza y revictimiza a la familia, según una nota de Artículo 19.
A este escenario también se suma el caso de Eric Andrade, un pasante de medicina que fue asesinado el pasado 15 de julio en el Hospital Integral de El Salto, Pueblo Nuevo, y que desató la furia de la comunidad de médicos que realizaron una serie de protestas.
Crédito hipotecario… pero sin casa
Desde antes de asumir como gobernador de Durango, José Rosas Aispuro Torres tomó el estandarte de la transparencia y rendición de cuentas asegurando que iba por un “nuevo Durango”.
Una de sus promesas fue la creación de la Fiscalía Anticorrupción local (instalada en el 2017) que, según él, sería un facilitador para acusar el mal manejo de recursos públicos y obligar a los funcionarios a cumplir con sus obligaciones de transparencia, como la presentación anual de la declaración patrimonial y conflicto de interés.
En este sentido, y ante el cambio de gobierno, Infobae México hizo una revisión a su declaración patrimonial como parte de la serie “la riqueza de los gobernadores”.
La última declaración realizada por Aispuro Torres ―y que puede ser consultada a través de la página de Declara Durango― fue presentada el 28 de mayo de 2022 y en ella el mandatario detalla que del 1 de enero de 2021 al 31 de diciembre del mismo año tuvo ingresos de 1 millón 553 mil 912 pesos mexicanos.
Según el documento, esos ingresos fueron en su totalidad producto de su cargo público y no percibió dinero de actividades industriales, comerciales o empresarial; por actividades financieras; servicios profesionales o asesorías; o enajenación de bienes.
Acerca de los bienes inmuebles, los vehículos y los bienes muebles el panista agregó la leyenda “todos los datos de los bienes declarados a nombre de la pareja, dependientes económicos y/o terceros o que sean en copropiedad con el declarante no serán públicos”, por lo que no se conoce a fondo su patrimonio ni el valor de éste.
Sobre sus inversiones, cuentas bancarias y otro tipo de activos, el abogado dijo tener dos cuentas de cheques: una en BBVA y otra en Santander, ambas en México y cotizadas en moneda local.
En el apartado de adeudos o pasivos, el durangueño dijo tener una deuda de una tarjeta de crédito bancaria Banamex adquirida el 30 de mayo de 2020; de igual forma, agregó un crédito hipotecario Fovissste con fecha del 2 de abril de 2013 por un monto original de 272 mil 531 pesos.
Se desconoce a nombre de quién habría quedado dicha propiedad o si está en copropiedad, pues en el apartado de sus inmuebles no se encuentra enlistado. Cabe precisar que el oriundo de Tamazula de Victoria se encuentra casado con María Elvira Barrantes Velarde, con quien ha procreado cuatro hijos: Maricruz, José Eduardo, María Elvira y Carolina Aispuro.
José Rosas Aispuro también señala no tener ningún préstamo o comodato a registrar; asimismo, negó tener participación en empresas, sociedades o asociaciones; recibir apoyos, beneficios públicos o privados. Precisó que los datos de participación en fideicomisos de la pareja o dependientes económicos tampoco serían públicos.
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