El director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, fue acusado en 1985 de ser cómplice en el homicidio del ex agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena y protector de los narcos Rafael Caro Quintero, Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo.
En su más reciente columna para la cadena internacional Deutsche Welle, la periodista Anabel Hernández compartió fragmentos de un par de entrevistas a dos testigos directos de la muerte del ex agente que revelaron los nexos del político con narcotraficantes del Cártel de Guadalajara.
“En 2021, gracias al ejemplar y legendario ex agente de la DEA Héctor Berrellez, pude conocer a dos testigos directos de los hechos de 1985: Jorge Godoy y Ramón Lira, ex policías del estado de Jalisco que fueron escoltas de Don Neto, y más tarde testigos protegidos del Departamento de Justicia de Estados Unidos”, escribió la autora de libros como Emma y las otras señoras del narco y El traidor: el diario secreto del hijo del Mayo.
Extracto de la entrevista
—Anabel Hernández: “¿Cuántas veces habrá visto a Manuel Bartlett?”
—Ramón Lira: “Mínimo unas cinco veces. La penúltima vez que lo vi fue el 6 de febrero, en una reunión en una casa de Caro Quintero, que está por la avenida Hidalgo. Fue un día antes de la muerte de Camarena…”
—A.H: “¿Qué hacía usted ahí? ¿En qué lugar estaba usted?”
—R.L: “Llegamos Fonseca y yo- dijo Lira ya que en ese momento él era escolta personal de Fonseca.”
—“¿Usted llevó a Fonseca?”
—“Sí, la casa de Fonseca está como a dos cuadras de esa casa, en la misma avenida Hidalgo. Cuando llegamos está la entrada la cochera, pero no está cubierta, solo hay un portón, y del otro lado está la puerta para peatones. Al frente hay una serie de escaleras y son paredes de vidrio, transparentes. Desde ahí se podía ver todo. Fonseca me dijo: ‘Aquí espéreme’…”
—“Cuándo usted llegó con don Neto ¿ya estaba Bartlett o Arévalo Gardoqui? ¿Ya estaban?”, pregunté en referencia al general Juan Arévalo Gardoqui, entonces titular de la Secretaría de la Defensa Nacional.
—“Ya estaban todos. Nosotros fuimos los últimos en llegar...”
—“¿Cuánto habrá durado esa reunión?”
—“Como una hora.”
— “¿En qué otras ocasiones vio a Bartlett?”
“En Ciudad Granja (zona metropolitana de Guadalajara]) recibiendo el dinero que se llevaron en tráileres. En el Fiesta Americana y en el Hyatt; todo esto es en 1984. El 6 de febrero, en la casa de Hidalgo de Caro Quintero, y el 8 de febrero, en 881 en Lope de Vega.”
—“¿Qué pasa ahí?”
—“Después del secuestro de Camarena. Cuando llegamos Fonseca y la escolta, Camarena ya estaba siendo torturado.
—“¿Quiénes eran todos?”
—“Bartlett Díaz, los generales Arévalo Gardoqui, los policías, la federal, y el que era de Interpol, Miguel [Aldana], Manuel y el general Vinicio Santoyo [entonces comandante de la XV zona militar en Guadalajara]. Todos los narcos, el Cochiloco, todos, menos Félix Gallardo. Él todavía no llegaba.”
—“¿Usted vio quiénes entraban a la habitación donde estaban golpeando a Camarena?”
—“Bartlett Díaz, y luego ordenaban que le preguntaran de la CIA, de la DEA, y de qué políticos mexicanos conocía. En sí, el interrogatorio giraba en torno a qué conocía de la CIA, qué conocían de los políticos mexicanos, de los generales, de los policías. Si conocían las uniones, y quién había quemado el Búfalo.”
—“¿Usted alcanzaba a escuchar las preguntas?”
—“Sí, porque estaba abierta la puerta. En ningún momento la cerraron.”
—“¿Se quejaba Camarena?”
—Muchísimo.
—¿Bartlett directamente le hacía preguntas?”
—En dos o tres ocasiones salió a hacerle preguntas, pero no se metió completamente sino al lado de la puerta. Preguntó de políticos mexicanos, de qué informes había pasado. Qué nexos de la CIA. Es decir, CIA-políticos, políticos-CIA.”
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