Los rumores dicen que Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los líderes absolutos del Cártel de Sinaloa, además de estar envejeciendo, a sus 74 años no habría podido vencer a la enfermedad que desde hace tiempo supuestamente lo tiene contra las cuerdas.
El ex director de Operaciones Internacionales de la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés), Mike Vigil, aseguró en 2020 a Infobae que el compadre de Joaquín “El Chapo” Guzmán estaba enfermo de diabetes y que por esa razón “Los Chapitos” percibían a Rafael Caro Quintero, detenido el pasado viernes 15 de julio en Sinaloa, como una amenaza.
La avanzada edad de este capo de la vieja escuela, que a diferencia de sus pares nunca ha pisado una cárcel, así como la supuesta diabetes que lo aqueja, habrían hecho reflexionar a “Los Chapitos” sobre quién podía ser su nuevo sucesor.
“No quieren que se meta Caro Quintero, porque no necesitan a otra persona con quien pelear. De alguna manera creen que puede asumir el control porque “El Mayo” Zambada está viejo y enfermo de diabetes, y creen que Caro Quintero puede ser una amenaza, no lo quieren ver en una posición grande, lo pueden ver como un socio, pero no como un líder”, dijo el ex funcionario de la DEA.
La diabetes fue la tercera causa de muerte en hombres en México en 2020, con 80 mil 294 casos registrados, solo por detrás de la cardiopatía isquémica y el Covid-19, según datos oficiales. De acuerdo con un estudio de la revista científica The Lancet, México es el país con más casos de Diabetes tipo 1 y 2, así como de hiperglucemia en América Latina.
Qué tiene “El Mayo” Zambada
“El Mayo” empezó como un agricultor del estado de Sinaloa. Posteriormente comenzó a trabajar con el Cártel de Juárez en los años ochenta y noventa. Sin embargo, tras la muerte del jefe de la organización, Amado Carrillo Fuentes, alias “El Señor de los Cielos”, Zambada creó su propia organización.
Con la lenta desaparición del Cártel de Tijuana, “El Mayo” trató de ampliar sus rutas a través de los estados noroccidentales de Sonora y Baja California. También llegó a controlar gran parte de la producción y el envío de heroína de México hacia los Estados Unidos.
Desde hace más de 40 años autoridades mexicanas y estadunidenses han rastreado, buscado, acechado y cercado al “Mayo” Zambada, pero sin resultados. Hasta ahora, sólo una persona ha llegado a él: el periodista Julio Scherer García, quien atravesó la sierra de Sinaloa para entrevistar en su propio escondite a uno de los narcotraficantes más buscados en México.
–¿Algunas veces ha sentido cerca al Ejército?
–Cuatro veces. “El Chapo” más.
–¿Qué tan cerca?
–Arriba, sobre mi cabeza. Hui por el monte, del que conozco los ramajes, los arroyos, las piedras, todo. A mí me agarran si me estoy quieto o me descuido, como al “Chapo”. Para que hoy pudiéramos reunirnos, vine de lejos. Y en cuanto terminemos, me voy.
–¿Teme que lo agarren?
–Tengo pánico de que me encierren.
–Si lo agarraran, ¿terminaría con su vida?
–No sé si tuviera los arrestos para matarme. Quiero pensar que sí, que me mataría.
Ahora que están libres todos los hijos de Ismael Zambada García, “El Mayo”, y de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, se ha extendido la duda por saber qué clan familiar se impondrá en el Cártel de Sinaloa, organización del narcotráfico internacional que ha permanecido durante décadas en México.
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