En dónde se refugió La Malinche después de terminar su romance con Hernán Cortés

Aquella mujer que con sus traducciones contribuyó a la consquista de México, Marina, mejor conocida como la Malinche, estuvo envuelta en una relación sentimetal con Hernán Cortés, sin embargo, ella no terminó a su lado pese a que tuvo un hijo de él.

En algún momento, el poeta Octavio Paz escribió en el Laberinto de la Soledad: “El símbolo de la entrega es doña Malinche, la amante de Cortés. Es verdad que ella se da voluntariamente al conquistador, pero éste, apenas deja de serle útil, la olvida”.

Después de la conquista, Marina quedó en segundo plano cuando Catalina Suárez, esposa de Cortés, llego a la Nueva España. Con el afán de no dejar a su amante desprotegida el conquistador la casó con Juan Jaramillo en Honduras, a la par que hacían una expedición en el lugar.

En el trato, le concedieron tierras y sirvientes, por lo que a pesar de que a Hernán ya no le interesaba tener un vínculo amoroso, quiso dejarla con una buena posición económica y esa fue una de las razones por las que Jaramillo aceptó contraer matrimonio con ella.

Luego de regresar del viaje de Honduras, la Malinche vivió al lado de su esposo en la Ciudad de México en el año 1526, específicamente en el zócalo capitalino. Su casa estaba en la calle República de Cuba número 95, a un costado de la Plaza de Santo Domingo.

En el tiempo en que se separó de Hernán, ella sirvió como traductora para otras personas, como algunos frailes de la iglesia aunque para ese momento ya no era tan indispensable para la traducción, porque en la fundación de la Nueva España ya habían habitantes de origen europeo que hablaban el náhuatl y el español.

La expedición por el país sureño vecino le dejó grandes estragos en la salud, o al menos eso es lo que se tiene documentado, ya que su muerte llegó un par de años más tarde. Una teoría menciona que Hernán Cortés mandó a asesinarla, pues ella pensaba denunciarlo por corrupto, sin embargo, eso nunca se comprobó.

La indígena y el español se conocieron en 1519, cuando Hernán Cortés visitó a los mayas y como bienvenida le regalaron a 20 mujeres, entre ellas Malintzin. Al conocerla quedó cautivado, además de que él sabía que le serviría para concretar sus planes, pues ella podía traducirle.

Antes de que ellos se conocieran, la Malinche era una esclava, es por esa razón que cuando comenzaron los planes de conquista ella estuvo muy bien protegida por el conquistador y le otorgó poder, lo que casi ningún indígena tuvo durante aquella época.

Ella jugó un importante papel durante la conquista, ya que era quien ayudaba a Cortés a pactar los tratos con los indígenas. Conectó al español con personas importantes del antiguo México y con ello facilitó gran parte del proceso de la colonización española.

Aunque nunca existió un documento en el que se describiera que Marina estaba enamorada de él, sí era clara su lealtad hacía Hernán Cortés, mientras que él jamás demostró lo mismo. Según escritos de Bernal Díaz del Castillo, el conquistador era muy dado a las mujeres.

Hernán Cortés nunca se casó con doña Marina porque no era un matrimonio legítimo ni aceptado, Además de que él se encontraba casado con su primera esposa, Catalina Suárez, quien se encontraba en Cuba mientras el español estaba explorando tierras mexicanas.

El hijo que tuvieron fue el primer mestizo registrado, de nombre Martín Cortés, quien fue separado de su madre desde muy pequeño y enviado a España, además de que luego de su nacimiento, Hernán Cortés se separó de la Malinche para reencontrarse con su esposa Catalina.

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