Quién fue Tzilacatzín, guerrero indígena que infundió el terror en los españoles durante la caída de Tenochtitlán

El guerrero fue temido cuando el ataque a Tlatelolco comenzó debido a que armado unicamente con piedras y su escudo, les hizo frente

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Tzilacatzín fue señalado como un guerrero de gran fuerza y valentía (foto: wikicommons)
Tzilacatzín fue señalado como un guerrero de gran fuerza y valentía (foto: wikicommons)

La caída de Tenochtitlán es considerado como uno de los episodios más trágicos que marcó el fin de una era.

Esta se dio con el asedio y la posterior derrota de los mexicas a manos de los españoles en 1521 debido a la ventaja numérica gracias a las alianzas con los tlaxteltacas y otros pueblos que rodeaban la capital y que estaban enemistados con el imperio mexica.

Pero al igual que en toda batalla, se desarrollaron grandes actos de valentía por parte de los guerreros y habitantes que defendieron a cal y canto los últimos reductos de la ciudad, tal como el ultimo tlatoani, Cuauhtémoc, quien a pesar de su joven edad y la premura con la que ascendió al poder, dio hasta el último momento muestras de bravura.

Pero entre ellos también destacó un soldado del cual se conoce poco, un guerrero que causó miedo entre los españoles debido a su valentía y agresividad y que en las narraciones de la conquista, transita entre lo mítico y lo real: el guerrero Tzilacatzín.

Tzilacatzín estaba armado únicamente con piedras y su escudo (foto: wikicommons)
Tzilacatzín estaba armado únicamente con piedras y su escudo (foto: wikicommons)

Este hizo su aparición durante el ataque de los españoles con los 13 bergantines armados en Texcoco gracias a la ayuda de Ixtlilxochitl, señor del reino que ofreció sus servicios. Para julio de 1521, las embarcaciones estaban listas e izaron las velas para comenzar el asedio con Pedro de Alvarado al mando.

La estrategia de los españoles y sus aliados era un ataque terrestre sumado con uno por agua. Así lo había decidido Cortés tras la derrota de la Noche Triste, lo cual dio resultado, pues los tenochcas, viéndose superados a pesar de la gran resistencia que ofrecieron, se vieron reducidos y obligados a retirarse hacia Tlatelolco, última ciudad en resistir.

Los españoles comenzaron a descender de las naves para dirigirse a tierra y continuar con la pelea. Los mexicas, aterrados, no se atrevieron a llevar a cabo ningún acto en su contra, debido al miedo que la muerte próxima les provocaba, según relató fray Bernardino de Sahagún en su Historia de la Conquista de México.

Fue entonces cuando un hombre salió y confrontó a los invasores armado con grandes piedras y un escudo. “Trae consigo bien sostenidas tres piedras: tres grandes piedras, redondas, piedras con que se hacen muros”, de acuerdo con los testimonios recopilados por Miguel León-Portilla en la Visión de los vencidos.

caída de Tenochtitlan (Foto: Twitter@Cuauhtemoc_1521)
caída de Tenochtitlan (Foto: Twitter@Cuauhtemoc_1521)

Lanzó las piedras hacia los españoles, lo que causó la muerte de algunos debido a su gran fuerza y puntería, y esto llenó de valor a los demás refugiados para seguir defendiéndose. Lo cual llenó a los conquistadores de terror y regresaron al agua en retirada.

Se trataba de Tzilacatzín, “gran capitán”. De acuerdo con la información recopilada por León-Portilla, era de grado otomí. “Era de este grado y por eso se trasquilaba el pelo a manera de otomíes. Por eso no tenía en cuenta al enemigo, quien bien fuera”.

Los españoles buscaban matarlo a toda costa por lo que TzilacatzÍn, según cuentan, se ocultó por medio de disfraces para no ser reconocido por sus persecutores de acuerdo con el texto de Sahagún.

“á las veces iba la cabeza descubierta como otomí, y otras veces armábase con arma de algodon, y otras se ponia la cabellera de manera que no le viesen ni le conociesen”

Sin embargo, se desconoce su paradero y su posterior destino, así como más detalles de su vida. Pero su bravura no pudo evitar que finalmente los españoles tomaran la ciudad.

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