La vez que “El Chapo” mintió sobre una reunión con Pablo Escobar

Durante la polémica entrevista con Sean Penn, en 2016, Guzmán Loera habló de un encuentro con el narcotraficante colombiano

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La foto que circuló en
La foto que circuló en redes sociales sobre la supuesta cumbre narco entre "El Chapo" y Pablo Escobar (Foto: Archivo)

Joaquín “El Chapo” Guzmán, fundador del Cártel de Sinaloa, llegó afirmar en una ocasión que se había reunido con el capo colombiano Pablo Emilio Escobar Gaviria, “El Patrón”, cabecilla del Cártel del Medellín desde la década de 1970 hasta principios de los años noventa.

Me encontré con él (Pablo Escobar) una vez en su casa (Colombia. Y recuerdo que era una casa grande”, narró Guzmán Loera durante la polémica entrevista con el actor estadounidense Sean Penn para la revista Rolling Stone, publicada en enero de 2016.

En las narcoseries que se han basado en la vida de Guzmán Loera, aparecen las presuntas reuniones con el capo colombiano en las que muestran todo el protocolo narco con hombres armados, mujeres, alcohol y mucha comida. Incluso circuló una fotografía en blanco y negro donde aparecen ambos narcotraficantes junto al ex presidente de Bolivia, Evo Morales, degustando en la misma mesa.

Sin embargo, quien fuera uno de los jefes de sicarios de Pablo Escobar desmintió dicho encuentro entre ambos narcotraficantes.

Entre Pablo Emilio Escobar Gaviria y el señor ‘Chapo’ Guzmán nunca hubo ninguna entrevista. El señor ‘Chapo’ Guzmán habla de una llamada. Tampoco hubo ninguna”, dijo en su momento en entrevista para Univisión Noticias Jhon Jairo Velásquez, alias “El Popeye”.

Alias Popeye, uno de los
Alias Popeye, uno de los principales sicarios del extinto narco Pablo Escobar (Archivo)

La verdad detrás de la foto del Chapo y Escobar

Respecto a la fotografía que supuestamente probó el encuentro entre ambos narcotraficantes, y que fue replicada en las redes sociales alcanzado los cientos de interacciones, ejercicios de verificación de imágenes y usuarios de Twitter señalaron que se trataba de un montaje.

La imagen de un banquete, que ha circulado durante años, tuvo un segundo aire cuando publicaciones que vincularon al expresidente de Bolivia con los dos históricos narcotraficantes comenzaron a circular en el contexto de protestas contra la reelección de Evo Morales, que derivaron en episodios de violencia y finalmente condujeron a la renuncia del mandatario.

Al realizar una búsqueda inversa en Google Imágenes, fact checkers llegaron a una fotografía similar en la que no aparece Evo Morales y tampoco “El Chapo”. Más tarde se descubrió que la única persona que sí había estado en ese banquete era el líder del Cártel de Medellín. Los otros dos personajes habían sido agregados en un montaje.

Sn embargo, el Chapo sí mostraba admiración por Escobar, como lo relató Miguel Ángel Martínez Martínez, alias “El Gordo” o “el Tololoche”, quien fue el piloto y mano derecha del capo en un periodo de 12 años (de 1986 a 1998).

Un fotomontaje falso muestra a
Un fotomontaje falso muestra a Evo Morales, a Joaquín "El Chapo" Guzmán y a Pablo Escobar en la misma mesa, reunidos (Foto: Especial)

La admiración del Chapo por Escobar

De hecho, es probable que “El Chapo” Guzmán se haya inspirado en el capo colombiano Pablo Escobar, por quien llegó a decir que sentía admiración, para iniciar su colección de animales salvajes en uno de sus ranchos en Guadalajara.

En la última década del siglo pasado “El Chapo” llegó a ser tan rico que en en esa propiedad de Guadalajara, Jalisco, la entidad donde empezó a construir el cártel, instaló cuatro piscinas, una cancha de tenis y dispuso todo lo necesario para albergar un pequeño zoológico con grandes felinos (tigres, panteras, leones) y venados. “Los invitados lo recorrían en trenecito”, detalló “El Gordo”.

En el apogeo de su imperio criminal, Escobar construyó un zoológico en su Hacienda Nápoles, de casi 3.000 hectáreas, ubicada en Puerto Triunfo, en el departamento de Antioquia.

Hasta ese lugar llevó animales exóticos de todas partes del mundo que lo convirtieron en toda una sensación por lo extravagante de la propiedad sobre cuyo portón de entrada mandó instalar una avioneta que simbolizaba el medio de transporte de sus envíos de cocaína a EEUU.

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