El pasado jueves estalló una huelga del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, que incluye a 60 mil trabajadores de la empresa Teléfonos de México (Telmex), entre activos y jubilados, esto luego de que no se llegara a un acuerdo con la empresa para cumplir sus exigencias.
Desde el pasado mes de mayo el sindicato ya había amenazado con comenzar la huelga, pero se pospuso para continuar con el diálogo entre el sindicato y directivos de la empresa para evitar un cierre de actividades. Sin embargo, las partes no llegaron a un acuerdo, y finalmente Telmex entró en huelga por primera vez desde 1985.
Entre las exigencias del sindicato, están: un aumento salarial del 7.5%; un aumento de prestaciones del 2.9%; la cobertura de vacantes laborales, entre otras.
Hay que recordar que, la última vez que Telmex se fue a huelga, no era una empresa privada, sino del estado. Posteriormente, en 1990, la empresa de telecomunicaciones fue comprada por un grupo de inversionistas liderados por el magnate mexicano de ascendencia libanesa Carlos Slim, quien actualmente es la persona más rica de México, con una fortuna que asciende a los USD 81 mil 200 millones.
La compra de Telmex para el empresario significó un antes y un después en su carrera, pues luego de adquirir la empresa, el magnate apareció en el listado de las personas más ricas del mundo de Forbes, en 1991, con una fortuna de USD mil 700 millones. Cabe señalar que la lista de millonarios de Forbes llevaba apenas cuatro años publicándose, pues comenzó en 1987, y antes del magnate dueño de Grupo Carso, solamente una familia mexicana había aparecido en la lista: Los Garza Sada, quienes ya habían logrado amasar una fortuna mayor a los USD 1,000 millones.
Tras esto, vio aumentar de forma constante su fortuna, teniendo altibajos en cuanto a la cantidad de dinero que posee.
Desde entonces, Slim ya era conocido por hacer importantes inversiones en tiempos de crisis, como la que golpeó a México en 1982, cuando compró la minera Frisco, Seguros de México (hoy Grupo Financiero Inbursa), las llanteras Euzkadi y General Tire, entre otras.
Para 1994, Slim ya era el sexto hombre más acaudalado de todo el mundo, pues había logrado aumentar su riqueza hasta los USD 6,600 millones. Ese año se tenía la percepción de que la economía mexicana vivía uno de sus mejores momentos y era vista como una de las próximas generadoras de riqueza. Además de Slim, entraron 14 nuevos mexicanos a la lista, hasta un total de 24. Fue el cuarto país con más millonarios en Forbes, solo por detrás de Estados Unidos, Alemania y Japón.
Pero pronto se dio a conocer lo que se llamó el “Error de diciembre”, y la gran devaluación sobre el peso mexicano borró las expectativas que se tenían de México. Para 1995, 15 mexicanos salieron de la lista de Forbes, y la fortuna del magnate Carlos Slim bajó de manera notoria, casi a la mitad, pues pasó de USD 6,600 millones a USD 3,700 millones.
Posteriormente, captó casi en su totalidad a los usuarios de telefonía celular, con su empresa Telcel y con el sistema de prepago “Amigo”. Con esto, el valor de América Móvil comenzó a multiplicarse y para 2003 tuvo utilidades por USD 1,400 millones, tres veces más que el año anterior. Para ese año, Slim contaba con una fortuna de USD 7,400 millones, aunque estaba fuera del Top 10 de millonarios a nivel mundial. Sin embargo, un año después, en 2004, acumuló una fortuna de USD 13,900 millones, lo que le permitió posicionarse en cuarto lugar, y para 2005 logró acumular USD 23,800 millones.
Para el 2010 logró desbancar a Bill Gates, quien había ocupado la cima de la lista por 14 años seguidos. Slim era el hombre más rico del mundo entero, con una fortuna de USD 54,000 millones. Así se mantuvo hasta 2013.
Actualmente, Slim ocupa la posición 13 entre las personas más acaudaladas del mundo, y la posición uno en México.
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