Homero Zamorano Jr. y Christian Martínez, dos presuntos traficantes acusados por la muerte de 53 migrantes en San Antonio, fueron acusados formalmente en la Corte del Distrito Oeste de Texas por cargos que implican cadena perpetua y hasta pena de muerte.
De acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, ambos sujetos fueron imputados por un gran jurado federal este 21 de julio. Casi un mes después del hallazgo de los cuerpos de 50 adultos y tres menores de edad, quienes cruzaron la frontera en el norte de México buscando una vida mejor, pero fallecieron por agotamiento y exceso de calor dentro de la caja del tráiler que los transportaba.
Zamorano de 46 años es originario de Pasadena y Martínez de 28 de Palestine, ambas demarcaciones de Texas. La tragedia de la que presume su responsabilidad también dejó heridos a 10 adultos y a un niño. El tractocamión que cruzó por Nuevo Laredo, Tamaulipas, llevaba hasta 64 personas a bordo y la mayoría murió.
Según la oficina de los fiscales, los dos están acusados de cuatro cargos. Entre ellos, por conspiración y transporte de migrantes ilegales extranjeros con resultado de muerte; así como delitos por lesiones corporales graves que amenazaron la vida de personas de otras nacionalidades, además de trasladar a este mismo número de víctimas. Todo ello fue en violación del Título 8 del Código de los Estados Unidos en la Sección 1324.
“Tras la condena, los cargos de conspiración para transportar y transportar con resultado de muerte conllevan una pena máxima de cadena perpetua o pena de muerte”, aseguraron las autoridades norteamericanas.
Pero el castigo de la pena capital será decidido por el fiscal general en un momento posterior. Si la autoridad que lleva el caso determina las circunstancias una sentencia de ejecución, tendrá que notificarlo en tiempo razonable al tribunal antes del juicio.
Los acusados enfrentan hasta 20 años de prisión por el transporte que resultó en cargos por lesiones corporales graves
Las autoridades que respondieron al llamado el pasado 27 de junio fueron agentes especiales de Investigaciones de Seguridad Nacional, quienes fueron informados de 64 personas localizadas en inmediaciones del remolque en el suroeste de San Antonio, luego de llamadas al 911 de ciudadanos preocupados.
Mientras algunos migrantes estaban adentro de la caja del trailer, otras ya estaban en el suelo y la maleza cercana. Algunas sin vida y otras sin poder moverse. Los oficiales fueron conducidos a donde estaba Homero Zamorano Jr., quien se encontraba escondido para intentar darse a la fuga. De inmediato fue detenido.
Se ejecutó orden de allanamiento a un celular de Zamorano. A través de la investigación, se descubrió que hubo comunicaciones entre Zamorano y Martínez sobre el evento de contrabando
Luego de ello, la Patrulla Fronteriza del Sector de Laredo proporcionó imágenes de vigilancia del camión con remolque cruzando un puesto de control de inmigración. Zamorano era el mismo que conducía vistiendo una camisa negra con rayas y un sombrero.
El grupo de personas provenían de México, Guatemala y Honduras. Presuntamente, fueron cruzados por el Cártel del Noreste, con sede en Reynosa. Por esa tragedia fallecieron 26 personas de origen mexicano. La mayoría de los restos fueron repatriados.
Según las investigaciones, elementos de seguridad estadonidense rastrearon el registro del remolque del tráiler hasta una casa en San Antonio, donde también detuvieron a otros dos hombres. Uno de ellos tenía un arma en la consola de su camión y la policía encontró más armas en la casa, según la policía. Juan Claudio D’Luna-Méndez, de 23 años, y Juan Francisco D’Luna-Bilboa, de 48, ambos ciudadanos mexicanos.
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