Habitantes de Sitilpech exigieron a la SCJ el cierre de una granja porcícola por contaminar el agua

Una de las demandas para la clausura del criadero de puercos en el estado de Yucatán, es la contaminación que provoca el excremento de los animales que genera enfermedades gastrointestinales a los habitantes de Sitilpech

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Greenpeace e integrantes de una comunidad de Sitilpech, Yucatán entregaron 700 firmas a la SCJ para cerrar una granja porcícola contaminante. (Foto: Cuartoscuro)

Integrantes de Greenpeace, de Derechos humanos de Kanan y habitantes de Sitilpech, Yucatán protestaron afuera de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Exigiendo el cierre de la granja porcícola “Productos Pecuarios para Consumo” por contaminación al medio ambiente.

Entre las demandas de los habitantes para la clausura del criadero de puercos, destaca el agua contaminada por desechos de los animales que no regula la granja. Además de que la población de cerdos que manejan son de aproximadamente de 48 mil al año y solo 1900 personas viviendo en dicha comunidad. Es decir, hay más cerdos que habitantes, lo cual ya es un exceso.

Acerca del estado del agua, los manifestantes expusieron que la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) ya realizó los estudios pertinentes. Se tomaron muestras del líquido que supuestamente la empresa limpia después de su proceso productivo. Y encontraron que la contaminación es alta a coliformes fecales, bacterias que se originan en los intestinos de los animales de sangre caliente y están fuertemente vinculadas a enfermedades gastrointestinales.

Asimismo los pobladores de Sitilpech, Yucatán acudieron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para entregar más de 700 firmas, pidiendo que atraigan un recurso de queja que pone en riesgo el juicio de amparo en contra de una porcícola.

“Para solicitar a la Corte que atraiga una queja y con ello generar un precedente que permita seguir estudiando el caso”, señalaron los afectados.

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Imagen de archivo de una granja de cerdos en Kenyon, Minnesota, EEUU. 23 abril 2020. REUTERS/Nicholas Pfosi

A través de la demanda también exigen que se realice una consulta indígena para revocar o no los permisos de la empresa en su territorio, pues desde que llegó a instalarse la gente no estuvo conforme. Por lo procedería una demanda por violaciones a su derecho al medio ambiente sano y al agua.

“Dicha empresa ha contaminado el agua, aire y suelo del territorio de Sitilpech sin que alguna autoridad haya realizado su labor relativa a la prevención y precaución del daño ambiental”, argumentó Greenpeace en un comunicado oficial emitido en el portal oficial de la organización.

El pasado 5 de julio de 2022, ya se había presentado una solicitud ante SCJN en contra de “Productos Pecuarios para Consumo”. Por lo que la empresa argumentó que la demanda era “extemporánea”, pues a pesar de que reclaman “omisiones” de las autoridades, lleva varios años operando sin que haya recibido sanción alguna.

Finalmente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de México determinó este miércoles la suspensión definitiva de otra granja porcina en Keké, Yucatán. También señalada de contaminante, la cual deberá permanecer cerrada hasta que se resuelva el juicio de manera definitiva.

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Foto de archivo de cerdos en una granja. Ene 25, 2018. REUTERS/Dominique Patton

Mediante un comunicado, la organización Kanan ts’ono’ot, representantes de la infancia maya de Homún, Yucatán, y la organización no gubernamental Indignación informaron la suspensión definitiva contra la granja de la empresa “Producción Alimentaria Porcícola” (PAPO) en favor de las niños del pueblo maya de Homún.

En marzo de 2020, la ONG Indignación señaló que la presencia de megagranjas porcinas en Yucatán ponía en riesgo el acuífero de la entidad ya que provocaban afectaciones ambientales en distintos pueblos y comunidades.

Además, señaló que el aumento de la demanda de carne de cerdo a nivel nacional e internacional ha derivado en el incremento de la producción porcícola en la Península de Yucatán en las granjas de la entidad, las cuales contaminan el agua y el suelo debido a los desechos de los animales.

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