Luego del asesinato de un par de sacerdotes jesuitas y dos personas más en Chihuahua, las autoridades federales intensificaron el combate al Cártel de Sinaloa en el norte del país, donde capturaron a 15 supuestos miembros de diversas facciones como Gente Nueva, los Deltas y Rusos.
A un mes del crimen que conmocionó desde la Sierra Tarahumara, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó de cabecillas, operadores y supuestos sicarios capturados, pero José Noriel Portillo Gil, el Chueco, aún sigue libre. Él es ubicado como responsable del multihomicidio en Cerocahui, municipio chihuahuense de Urique.
De acuerdo con el reporte oficial, los aseguramientos fueron en acciones distintas entre el 21 de junio al reciente 21 de julio. Todos los arrestos fueron tras labores de inteligencia. De los 23 sujetos detenidos por la Sedena en el mismo periodo, la mayoría son vinculados al también llamado Cártel del Pacífico. De ellos, 10 son de Gente Nueva, includos familiares del Chueco.
Los operativos contra el Cártel de Sinaloa se intensificaron el 24 de junio, cuatro días después de los asesinatos de los clérigos Javier Campos Morales y Joaquín César Mora como del guía de turistas, Pedro Eliodoro Palma, y Paul Osvaldo Berrelleza Rábago, un jugador de béisbol.
Los primeros en caer fueron Luis “N” y Rafael “N”. El primero, abuelo y, el segundo, tío del Chueco. Fueron detenidos en Batopilas, Chihuahua, en posesión de un arma de fuego. Son relacionados con la célula de Genta Nueva.
Para el 27 de junio fueron arrestados José Gil “N”, Leobardo “N”, Jorge Armando “N” y Leandro “N”; mientras que el 10 de julio fueron asegurados Alfredo Evaristo “N”, el Chino, y Juan Ignacio “N”, el Güero. Todos estaban en Urique y son ubicados como miembros de Gente Nueva en ese municipio.
El 26 de junio, las fuerzas de seguridad localizaron a Carlos Daniel “N” y Leonel “N” en Guachochi. Según el informe de la Sedena, estos sujetos son colaboradores de Lorenzo Antonio “N”, Tony tormenta, subordinado a su vez a Servando “N”, el Servandito. También son supuestos integrantes de Gente Nueva.
A inicios de mes, el 2 de julio, fue detenido Luis Edgar Herrera y/o Héctor Infante, el Tolín Infante. El capo fue asegurado en Playas de Rosarito, Baja California, donde fungía como operador de la célula de los Rusos, quienes responden a Ismael Zambada García, el Mayo.
Ese mismo día el Ejército se enfrentó a los Deltas en Altar, Sonora, donde al final fue capturado Francisco Torres Carranza, el Duranguillo. Este capo iba con Ausencio Aboytes González, Juan Carlos Sánchez Chávez y Jesús Artemio Espinosa Martínez, a quienes decomisaron 6 mil 223 cartuchos; 29 cargadores; ocho armas de fuego; y siete vehículos.
La suma de capturas solo se agudizaron contra Gente Nueva en la sierra de Chihuahua. Las otras detenciones fueron en el marco de operativos distintos a la búsqueda del Chueco. Sin embargo, las acciones contra el capo que sigue prófugo no resultaron en enfrentamientos.
Fue la balacera en Altar la que mostró el poder de fuego del Cártel de Sinaloa. Pues el llamado Grupo Delta estaba comandado por otro duranguense, José Bibiano Cabrera Cabrera, el Durango, quien encabezaba la lucha contra familiares de Rafael Caro Quintero en el desierto de Caborca. Sin embargo, fue reportada la detención de este sujeto en abril de 2021. El día del ataque contra el Ejército, los sicarios del Duranguillo quisieron rescatar a su jefe, ofrecieron 10 millones de dólares de soborno, mataron a un militar, pero el aseguramiento se concretó.
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