Los señalamientos en contra del fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, simplemente no cesan. Los últimos se remontan a acciones del pasado, desde el uso de herbicidas altamente letales en una estrategia contra el narcotráfico que encabezó en épicas del presidente Luis Echeverría, en 1966, hasta una deuda por la compra en los años 90 de chalecos antibalas. Pero la principal queja es sobre el presente: su gestión al frente de la FGR, los resultados obtenidos y los que aún están pendientes.
Jesús Lemus es una de las voces que en las últimas semanas ha resonado con tales señalamientos. Para el quincuagenario periodista es precisamente el fiscal mexicano la carta que le puede jugar en contra a la Cuarta Transformación del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), debido a que él por sí mismo encarnaría todo los males que el mandatario reprocha a sus antecesores.
“Puede afectar muchísimo porque es parte de un gobierno de transformación, nacionalista, humanista, con bases en las clases populares y este señor representa todo lo opuesto”, explicó Lemus a Infobae, “es clasista, está dedicado al poder, es acumulador de capital...”, añadió advirtiendo que la 4T de AMLO está encarrilada en los rieles de la lucha contra la corrupción y el combate a la impunidad, lo que recae en la FGR, “y la Fiscalía General de la República no está cumpliendo”.
Lemus acaba de publicar un libro sobre Alejandro Gertz Manero, El fiscal imperial (Harper Collins, 2022), en que busca ahondar en la figura del jefe de la FGR. La inspiración para el texto del escritor fue precisamente los resultados en su primer año de gestión.
“Comparé el primer año de Gertz Manero con el primer año de los últimos cinco procuradores de la República y empecé a ver que había una gran deficiencia”, recontó en el diálogo, “de los procuradores que tuvo Felipe Calderón, de cada 10 casos seis habían sido resueltos de alguna forma, llevados hasta los juzgados. Con Enrique Peña Nieto, de cada 10 casos cinco se concluyeron con sentencias condenatorias. Pero en el primer año del fiscal Gertz Manero, de cada 10 casos solo dos se estaban llevando hasta el término”.
Entonces el experimentado periodista de investigación llegó a una de las principales conclusiones de su más reciente obra: “me di cuenta que no había intención, sobretodo por una cosa; en la mayoría de los casos el fiscal aplicó el no ejercicio de la acción penal, una decisión arbitraria para simplemente no investigar los casos”.
Otra de las polémicas que en las últimas semanas han envuelto al fiscal fue la filtración de los audios de supuestas llamadas que tuvo con el padre del exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, para negociar que su hijo se entragara a cambio, presuntamente, de conseciones en el caso. Entonces se oye a Alejandro Gertz llamar a quien fuera su amigo, el ex subprocurador de justicia Javier Coello Trejo, de “abogadete” y “bandido”.
Para Coello, más allá de la desagradable sorpresa de enterarse de esa manera de la idea que tiene sobre el “su amigo el fiscal”, lo preocupante es la facilidad con la que pareciera que se puede tener acceso y grabar las conversaciones privadas al interior de la FGR, porque significaría que cualquier puede enterarse de los que ahí se negocía o se acuerda... por ejemplo, los grupos criminales que por años han manchado de sangre al país.
“No se puede vulnerar a la Fiscalía General de la Nación, por ningún motivo”, advertía el abogado a Infobae. “Imagínese usted, si internamente graban al fiscal: gravísimo. Si instituciones que no son internas, instituciones del gobierno federal, lo están gravando y filtran imagínese usted lo que los delincuentes tienen. Yo no estoy atacando a la fiscalía, yo ahí nací, yo lo que pido es que se respete a la institución, (pero) cómo es posible filtren grabaciones entre el señir fiscal y su subprocurador”.
Así, para quien fuera apodado por el presidente José López Portillo (1976-1982) como el “fiscal de hierro”, esa situación solo prueba un cosa: no hay oficio en la justicia mexicana. “El problema está en que hay falta de voluntad política. El problema es que no hay oficio”, lo que considera como el gran obstáculo para que se tengan realmente resultados en materia de justicia en México.
“¿Es error mantener a Gertz Manero al frente de la Fiscalía?”, preguntó Infobae a Coello Trejo. “Es una decisión del señor presidente y del Senado. Qué triste que cuando yo voy a saludarlo, al segundo día de que ya era fiscal, él me dice ‘qué hermosa mi vida terminarla como fiscal General de la Nación’. ¿Qué pasó? no sé. ¿Cuántas carpetas se han consignado o judicializado? ¿qué corrupto está en la cárcel? Si se suspende un proyecto, como el aeropuerto, por corrupción, ¿quén está en la cárcel? Mientras se siga utilizando justicia selectiva, vamos mal”, respondió.
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