El presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), negó que Estados Unidos (EEUU), a través de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), tuviera injerencia directa en la recaptura de Rafael Caro Quintero, el Narco de narcos.
Tal cual lo había expresado el embajador estadunidense en México, Ken Salazar, el Jefe del Ejecutivo reiteró que el operativo de aprehensión, así como las investigaciones, corrió a cargo de la Fiscalía General de la República (FGR) en conjunto a la Secretaría de la Marina (Semar).
“En el caso de la participación de la DEA, como lo señaló el embajador de EEUU, no tuvo injerencia directa. Se pide información en algunos casos, en este no”.
Las declaraciones del mandatario derivaron del cruce de información que hubo tras el aseguramiento del pasado 15 de julio, pues, mientras la nación vecina afirmaba haber colaborado con México en el operativo, Salazar rechazaba la intervención estadunidense.
Ante la duda, Andrés Manuel reconoció que, “hace un tiempo”, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) había solicitado información a la DEA para cooperar con información respecto al capo. No obstante, aclaró, no se pudo dar continuidad a la investigación: “Sí respondió, pero no fue posible que se realizara la investigación que se les estaba solicitando”, mencionó.
A partir de entonces, aseguró que ha sido la dependencia, a cargo de Rafael Ojeda Durán, la responsable de orquestar las investigaciones y los operativos para dar con el paradero del fundador del extinto Cártel de Guadalajara.
“A partir de ahí y desde antes la Secretaría de Marina llevó a cabo toda la investigación del señor Caro Quintero”, mencionó en su mañanera de este 18 de julio, donde también descartó que la DEA haya notificado a la Marina de la ubicación del capo.
Pese a no referirlo en la conferencia, esta última negación referenciaría a la declaración del periodista, Héctor de Mauleón, donde reveló que Kamala Harris, vicepresidenta de EEUU, habría comunicado al gobierno mexicano la ubicación del líder criminal tras una “tensa” discusión.
Bajo ese tenor, López Obrador rechazó haber abordado el tema de Caro Quintero durante su visita a Washington, específicamente, en sus reuniones con su homólogo, Joe Biden, o la vicepresidenta estadunidense.
“Traté otros asuntos. (...) Yo no trato estas cosas. Estos son acuerdos que tienen que ver con intereses nacionales. Un presidente de México no puede ir a tratar con un presidente de otro país el asunto de un presunto delincuente”.
Respecto a la posible extradición del capo a la nación vecina, el presidente mexicano dijo desconocer el plazo que tomaría dicho proceso - el cual EEUU ha presionado para concretarlo de manera inmediata.
Cabe recordar que Caro Quintero ya recibió formal y directamente la notificación de orden de extradición por parte de EEUU; marcando así el inicio del procedimiento legal, en el cual la nación vecina contará con un plazo de 60 días naturales para presentar las pruebas necesarias.
En dicho periodo, abogados del capo pueden presentar los amparos para evitar la extradición o, en su lugar, ralentizar el proceso.
Con esa línea, López Obrador afirmó que las autoridades mexicanas han atendido amparos para la liberación del capo, bajo el argumento de haberse violado el procedimiento de captura: “Van a contestar cómo fue el procedimiento legal, que entiendo, fue de acuerdo al procedimiento”, señaló.
Y es que la entrega estadunidense por llevar a Caro Quintero a los tribunales responde a la responsabilidad que éste tiene por la tortura y asesinato en 1985 de Enrique Kiki Camarena, un agente de la Administración de Control de Drogas (DEA) quien se infiltró en las filas de aquella organización.
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