El arte de hacer nieve favoreció desde lo más interno a la economía y estabilidad familiar nacional, en el transcurso del Siglo XX surgiría uno de los negocios que llegaría a ser uno de los principales aportadores al ahorro mexicano.
El helado es el postre ideal para las épocas de calor ya que tienen el punto de congelación exacto para formar cristales de hielo y refrescarnos.
Es llamado helado, natilla congelada, sorbete o gelato, los sitios donde los venden tienen mucha historia y una larga tradición, presentamos estos tres lugares donde se puede obtener un helado tradicional y delicioso.
La Espacial de París
Nació en un carrito de madera con ruedas de baleros en 1921, sus dos primeros sabores fueron el helado de vainilla y la nieve de limón. Comenzó recorriendo la zona de lo que actualmente se conoce como la colonia San Rafael y para el año 1929 se estaría instalando en un puesto fijo de madero en la calle de París y nunca ha cambiado su ubicación.
Pasó de tener solamente dos sabores a ofrecer 50 delicias para elegir, entre los que se encuentran los clásicos de chocolate y vainilla, hasta las creaciones de helados flotantes y otros sabores únicos como el de aceite de oliva, cardamomo, mazapán o granada.
Es una heladería que solo ha cerrado en 14 ocasiones a lo largo de su trayectoria, recientemente cumplió un siglo de estar en funcionamiento, es un lugar que ha ido creciendo poco a poco y se ha logrado adaptar a las demandas del mundo actual sin perder su esencia.
Chiandoni
Pietro Chiandoni fue un italiano que llegó a México a la corta edad de 14 años, se dedicó principalmente al boxeo y a la lucha libre.
El joven abrió su local en la colonia Roma en 1939, sin embargo en los años cincuenta decidió trasladarse en una nueva sucursal en la colonia Nápoles, convirtiéndose en un emblema y sobreviviendo hasta la actualidad.
La familia Chiandoni fue experta en mantecados y mantuvo en secreto su receta especial que daba vida a sabores como elote, pistache, zapote, guanábana o cajeta. Su primer sitio fue La Bella Italia, la cual dejó de operar hace varios años y su segunda sucursal conocida como Chiandoni se encuentra en servicio y está ubicada en Pensilvanya 255.
Actualmente Jorge Hernández es el encargado de continuar con la tradición heladera, su mamá fue una trabajadora de confianza para el dueño original y ella se encargó durante muchos años del negocio después del fallecimiento de Pietro y su esposa Carmen Moreno Rufo.
Helados Roxy
Se trata de una nevería que inició dentro de un cine en Guadalajara, fue un experimento que precedió a la sucursal de la colonia Condesa en la CDMX.
Cuando desafortunadamente cerró el cine donde se encontraban originalmente se mudaron a la Ciudad de México, ubicándose en la esquina de Mazatlán y Fernando Montes de Oca.
Fue fundada por don Carlos Gallardo, la nevería Roxy abrió su primera sucursal en 1946 en la colonia Condesa.
En un comienzo solo funcionó como fuente de sodas, Carlos despachaba a los clientes y su esposa María Luisa Rubio preparaba las nieves, helados y mermeladas.
Dentro del establecimientos se encuentran colgadas en las paredes retratos de los fundadores originales y recortes de los periódicos de aquel entonces.
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