Uno fue detenido en una zona residencial de Culiacán hace más de dos años. El otro fue apresado el pasado viernes en un municipio serrano ubicado al norte de Sinaloa, en la frontera con Chihuahua y Sonora.
Este 15 de julio, Rafael Caro Quintero, “El narco de narcos”, fue descubierto por efectivos de la Secretaría de Marina (Semar), con ayuda de un perro, cuando se escondía en una zona serrana de matorrales cercana a la comunidad de San Simón.
El 17 de octubre de 2019, Ovidio Guzmán López, también conocido como “El Ratón”, identificado como uno de “Los Chapitos” e hijo de Joaquín Guzmán Loera, fue detenido por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en un domicilio ubicado en José Muro Pico del Fraccionamiento “Tres Ríos”, en Culiacán.
Tanto Ovidio como Caro Quintero fueron detenidos por órdenes de aprehensión giradas en su contra en Estados Unidos. Al hijo del Chapo lo detuvieron por los delitos de asociación delictuosa para distribuir drogas en dicho país y la petición de EEUU a México de detener al delincuente con fines de extradición.
Rafael Caro Quintero fue detenido por el asesinato, hace 37 años, del agente de la Administración para el control de drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), Enrique “Kiki” Camarena.
Los operativos
El operativo para detener Ovidio Guzmán provocó que hombres armados al servicio del Cártel de Sinaloa tomaran las calles de Culiacán y causaran disturbios, dejando como saldo ocho muertos, entre ellos un civil, 16 heridos, 19 bloqueos de calles, 14 enfrentamientos, 8 soldados capturados, 68 vehículos militares con impactos de bala y agresiones al Cuartel Militar de Culiacán y la sede del C4 del estado.
Durante el llamado “Culiacanazo”, también se registró la fuga de 51 presos del penal de Aguaruto. El fallido operativo, ejecutado con precipitación, obligó al presidente López Obrador a liberar al hijo del “Chapo” Guzmán. “Yo di la instrucción de que se detuviera el operativo porque lo que más me importa es la vida”, enfatizó el presidente en una de sus “mañaneras”.
En el marco de la captura del “narco de narcos”, un helicóptero Black Hawk de la Secretaría de Marina (Semar) que participaba en las labores de captura colapsó y causó la muerte de 14 marinos. La aeronave terminó en el suelo de Los Mochis, a 120 kilómetros del lugar de la detención. El único sobreviviente se encuentra en estado grave de salud.
“Me ha informado el secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán, que se ordenará una investigación para conocer las causas del desplome del helicóptero en el que viajaban cuando estaban por aterrizar en Los Mochis, Sinaloa”, escribió el presidente López Obrador.
Protección divina
Guzmán López y Caro Quintero, además, pese a ser dos narcotraficantes de alto vuelo, presentaban una vestimenta sencilla al momento de sus detenciones. En el caso de Ovidio, la imagen de su detención que circuló en todos los medios lo mostró con una mirada imponente. Su aspecto era adornado con amuletos que colgaban y sobresalían de su cuello. Uno de los colguijes era el escapulario bordado con la imagen del Santo Niño de Atocha.
“El narco de narcos”, por su parte, se encontraba sudoroso, con una camisa azul, un escapulario de tela (como el de Ovidio) colgado en el cuello, pantalón de mezclilla y una chamara caqui tipo cazadora color verde militar, cuando fue detectado por un elemento canino Basset hound llamado “Max”.
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