Como lo predijo la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la noche de este sábado la tormenta tropical “Estelle”, en el océano Pacífico, aumentó su fuerza hasta intensificarse como huracán categoría 1 en la escala de Saffir-Simpson.
A través de un comunicado, la dependencia informó que a las 22:00 horas el fenómeno meteorológico se ubica aproximadamente a 485 kilómetros (km) al sur de Manzanillo, Colima, y a 540 km al sur-sureste de Playa Pérula, Jalisco.
Registra vientos máximos sostenidos de 130 kilómetros por hora (km/h), rachas de 155 km/h y desplazamiento hacia el oeste-noroeste a 15 km/h.
Por lo anterior, su amplia circulación ocasionará lluvias puntuales intensas (de 75 a 150 milímetros [mm]) en sitios de Colima, Guerrero, Jalisco, Michoacán y Nayarit, muy fuertes (de 50 a 75 mm) en zonas de Guanajuato y Oaxaca, rachas de viento de 70 a 80 km/h y oleaje de 2 a 4 metros (m) de altura significativa en costas de Colima, Guerrero y Michoacán, así como rachas de 50 a 60 km/h y oleaje de 1 a 2 m en el litoral de Jalisco.
Las precipitaciones pronosticadas por el sistema podrían generar deslaves, incremento en los niveles de ríos y arroyos, desbordamientos e inundaciones en zonas bajas, por lo que se exhorta a la población a atender los avisos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y seguir las indicaciones de las autoridades estatales, municipales y de Protección Civil.
De igual forma, a la navegación marítima se le hace un llamado a extremar precauciones por vientos y oleaje frente a las costas de Jalisco y Colima.
Se espera que el huracán categoría 1 aumente su fuerza durante las próximas horas y para la madrugada del lunes podría elevarse a huracán categoría 2, pero por su trayectoria no impactará en territorio mexicano.
El ciclón “Estelle” llegará después de Darby, Celia, Blas y Bonnie, los cuatro sin afectaciones, y del huracán Agatha, el primer ciclón de la temporada 2022 del Pacífico, que impactó el 30 de mayo como huracán categoría 2 en las costas del estado de Oaxaca, una de las zonas más pobres del país, donde dejó 9 muertos y varios desaparecidos.
A mediados de mayo, las autoridades mexicanas informaron que prevén la formación de hasta 40 ciclones con nombre para 2022, lo que calificaron como una “temporada activa”, y pronosticaron que del total de ciclones tropicales generados, tanto en el Atlántico como en el Pacífico, al menos 5 impacten al país.
El pasado 17 de mayo, Martínez Santoyo, director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua),remarcó que si bien las lluvias y ciclones pueden generar afectaciones, también hacen posible la vida porque nos permiten captar agua para minimizar los efectos de la sequía, así como para el consumo humano y las actividades agrícolas e industriales.
“Es en la temporada de lluvias, cuando las zonas áridas o semiáridas tienen la oportunidad de recargar el nivel de sus presas y de sus acuíferos, así como de favorecer el desarrollo de los cultivos de temporal”
Por otra parte, Conagua pronostica la existencia de canales de baja presión en el noreste, oriente y sureste del país que ocasionarán lluvias y chubascos con descargas eléctricas.
Agrega en su pronóstico la presencia de un ambiente caluroso sobre 25 estados, registrando temperaturas superiores a los 40 grados Centígrados en Chihuahua, Sinaloa, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, y para Baja California y Sonara la temperatura podría llegar a superar los 45 grados Centígrados.
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