Esta semana la Comisión Nacional del Agua (Conagua) hizo pública la apremiante situación de México en cuanto a los niveles de sequía registrados lo que tendrá diversas afectaciones a sectores primarios como la agricultura, ganadería, entre otros.
Mediante el Diario Oficial de la Federación, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales a través de su órgano desconcentrado publicó el Acuerdo de carácter general de inicio de emergencia por ocurrencia de sequía severa, extrema o excepcional en cuencas para el año 2022.
En su artículo dos, el texto específica que los concesionados podrán:
- Dar aviso a la Autoridad del Agua, para proporcionar a terceros en forma provisional el uso total o parcial de las aguas concesionadas.
- Ceder o transmitir temporalmente a la Autoridad del Agua, sus derechos y solicitar la interrupción de la caducidad de los volúmenes concesionados que no utilicen, en tanto subsiste la emergencia, de conformidad con lo previsto por el artículo 29 BIS 3, fracción VI, numeral 4 de la Ley de Aguas Nacionales.
De acuerdo con el más reciente análisis emitido por el Monitor de Sequía de México, las entidades que presentan mayores afectaciones por el fenómeno natural son Aguascalientes, Baja California y Sonora debido a que el 100% de sus municipios presentan algún nivel de sequía. Bajo este mismo estándar, le siguen Coahuila, Chihuahua y Querétaro con más del 94% de sus demarcaciones políticas.
No obstante, si el parámetro bajo el que se mide la información es el número neto de municipios involucrados, los estados más afectados son Coahuila con 36 (94.7 de sus municipios), Chihuahua con 64 (95.5%), Guanajuato con 33 (71.7%), Hidalgo con 40 (47.6), Oaxaca con 62 (10.9%), Puebla con 41 (18.9), San Luis Potosí con 47 (81%) y Sonora con 72 (100%). A nivel nacional, son 571 municipios de México los afectados por sequías, lo que representa el 23.2% del total.
Clasificación de la Intensidad de la Sequía de acuerdo al Monitor de Sequía de América del Norte (NADM):
Anormalmente Seco (D0): Se trata de una condición de sequedad, no es una categoría de sequía. Se presenta al inicio o al final de un periodo de sequía. Al inicio de un período de sequía: debido a la sequedad de corto plazo puede ocasionar el retraso de la siembra de los cultivos anuales, un limitado crecimiento de los cultivos o pastos y existe el riesgo de incendios. Al final del período de sequía: puede persistir déficit de agua, los pastos o cultivos pueden no recuperarse completamente.
Sequía Moderada (D1): Se presentan algunos daños en los cultivos y pastos; existe un alto riesgo de incendios, bajos niveles en ríos, arroyos, embalses, abrevaderos y pozos, se sugiere restricción voluntaria en el uso del agua.
Sequía Severa (D2): Probables pérdidas en cultivos o pastos, alto riesgo de incendios, es común la escasez de agua, se deben imponer restricciones en el uso del agua.
Sequía Extrema (D3): Pérdidas mayores en cultivos y pastos, el riesgo de incendios forestales es extremo, se generalizan las restricciones en el uso del agua debido a su escasez.
Sequía Excepcional (D4): Pérdidas excepcionales y generalizadas de cultivos o pastos, riesgo excepcional de incendios, escasez total de agua en embalses, arroyos y pozos, es probable una situación de emergencia debido a la ausencia de agua.
Entre julio y agosto la canícula incidirá en zonas del centro, oriente y sur de México
De acuerdo con la información climática disponible, cada año se observa el fenómeno climático de la canícula, que se caracteriza por una disminución en la cantidad de lluvias, calentamiento del aire y cielo despejado entre los meses de julio y agosto, especialmente en las regiones del centro, oriente y sur de México.
Conforme a los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), se prevé que para este 2022, la canícula podría presentarse en estados del noreste, en el pacífico en costas de Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca, y con menor intensidad en estados del centro como la Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala; así como en Campeche, Quintana Roo, Veracruz, Tabasco y Yucatán.
Cabe destacar que en Chihuahua, Durango, Sinaloa y Sonora las lluvias se incrementan durante julio y agosto, debido a la presencia del Monzón de Norteamérica, por lo que la canícula no se percibe en estos estados.
La canícula forma parte de la variabilidad climática de México y es difícil de pronosticar su fecha de inicio, duración e intensidad; es importante señalar que el patrón de disminución de precipitación no es uniforme, es decir, no se presenta en todas las regiones con la misma duración e intensidad y muchas veces puede verse alterado por eventos extremos como el acercamiento o impacto de algún ciclón tropical o la llegada de ondas tropicales que propicien lluvia en estas regiones, por lo que su monitoreo es importante.
Contrario a lo que ocurre en el sur de Europa, de donde procede el término, la canícula en México está más relacionada con la disminución de lluvias en el verano de donde procede el término, la canícula en México está más relacionada con la disminución de lluvias en el verano y no con el incremento de las temperaturas. En las regiones del centro y sur de
México las temperaturas más altas se registran en la primavera, (abril-mayo), y en el noroeste del país tenemos las temperaturas más altas en los meses de verano (julio-agosto).
Por lo anterior, en México el aumento de la temperatura no se asocia con el fenómeno de la canícula y no es correcto afirmar que ésta se caracteriza por tener los 40 días más cálidos del año.
La canícula se origina por el desplazamiento e intensificación de los sistemas de alta presión —conocidos también como anticiclones semipermanentes— del Pacífico y, principalmente, del Atlántico. Éste último se mueve hacia el Golfo de México y sus vientos, que circulan en el mismo sentido de las manecillas del reloj, inhiben la formación de nubosidad y lluvias en la región; cabe resaltar que esto no quiere decir que deje de llover por completo, ya que sólo disminuye el acumulado.
Sectores que afecta la sequía extrema y el cambio climático
Un nuevo estudio de la NASA muestra que los fenómenos meteorológicos extremos, como las sequías, inundaciones y las olas de calor, se agruparán cada vez más cerca en el tiempo y el espacio, lo que aumentará los riesgos de pérdidas de las cosechas, incendios forestales y otros peligros para la sociedad.
Para el año 2100, el aumento combinado de las olas de calor, la sequía y el exceso de precipitaciones duplicará el riesgo de malas cosechas de maíz relacionadas con el clima en al menos tres de las seis principales regiones productoras de maíz del mundo en el mismo año, según el estudio, publicado en la revista científica Environmental Research Letters. El Medio Oeste de Estados Unidos corre el mayor riesgo de ser el sitio de uno de estos múltiples fracasos en las cosechas.
Muchos estudios previos han modelado cambios en un solo indicador climático, como la cantidad de días por encima de 38 grados Celsius (100 grados Fahrenheit) en una región determinada. Pero los mayores impactos generalmente se producen cuando los extremos ocurren simultáneamente o en una secuencia cercana. Por ejemplo, los estados occidentales de Estados Unidos están muy familiarizados con el escenario en el que el calor excesivo y la sequía alimentan un incendio forestal, y luego las fuertes lluvias crean un nuevo peligro, deslizamientos de tierra, en el área quemada.
Según su mejor estimación, la probabilidad de que un grupo de eventos ocasione la pérdida de los cultivos de maíz en al menos tres de los graneros del mundo en el mismo año casi se duplicará, del 29% al 57%, para el año 2100. Si bien es pequeña, la probabilidad de que las cosechas fracasen en las cinco regiones más grandes en un solo año aumentará aún más significativamente, del 0.6% al 5.4%.
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