La ciudad de México creció de manera acelerada. Sus rascacielos empezaron a formar la selva de cemento, ladrillos y vidrios que ahora persisten, sus calles se bautizaron con nombres históricos y los ciudadanos empezaron a inundar esta gran ciudad cosmopolita.
Pero antes de toda esta evolución, en la ciudad se construyó un hotel que ha permanecido más de un siglo en pie y que además ha visto a muchos edificios caer, incluso se dice que en uno de sus teléfonos tiene un mensaje secreto para los mexicanos.
El Hotel Geneve está ubicado en la calle Londres, Colonia Juárez, mejor conocido como Zona Rosa, un edificio que ha sido testigo de más de 115 años.
Este lugar que tiene un estilo clásico europeo sorprende a sus visitantes no solo por su construcción, sino porque hoy en día tiene pinturas, fotografías y elementos que dejaron huéspedes y que se utilizaron para crear el Hotel Museo.
La entrada se encuentra en la calle Londres, pero cuando se inauguró, la entrada original se encontraba en la calle Liverpool para que los carruajes llegaran por ahí y los huéspedes pudieran caminar entre las columnas y ventanales que todavía se mantienen por el trabajo del arquitecto Thomas Sinclair Gore.
Este hotel no solo es el primero en su estilo, también fue el único en su época que contaba con taxi operadores, un manantial de agua, debajo de su construcción, y además de haber sido el lugar donde se preparó, por primera vez un sándwich.
Sin embargo, este lugar esconde un mensaje, pues según el acomodador del hotel Geneve existe un teléfono en donde se puede escuchar la voz de Porfirio Díaz mandando un mensaje a Thomas Alva Eddison.
“Señor Thomas Alva Eddison, estimado y buen amigo. Me refiero a su grata 8 de julio, yo también como usted recuerdo con placer el tiempo aquel que tuve la intención de conocerle y conocer sus atrevidos experimentos, haciéndome participe de su fe inquebrantable en el grandioso porvenir de la ciencia física”, se escucha en el fonógrafo que le regaló el inventor al político.
Este lugar fue creado en 1907 ya que Porfirio Díaz hizo su política internacional de la cual facilitó la inversión extranjera, siendo él un gran impulsor de la apertura del Geneve.
Es más, en 1910 Porfirio realizó un gran evento masivo en el hotel como consecuencia del centenario de la Independencia. En este momento el hotel recibió a muchas personas que llegaron de varias partes del mundo.
Cuando estalló la Revolución, el hotel se declaró zona neutral la cual hospedó a embajadores junto con sus familias, y algunos revolucionarios. Después de que acabara la batalla, resguardó a mujeres, siendo que anteriormente era mal visto que ellas se hospedaran y que viajaran solas.
En 1922 el hotel fue el fundador de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles del país y en los años cincuenta hospedó a personas procedentes de cinco continentes y de más de 50 países.
Un diario estadounidense publicó en un diario que “Una reservación confirmada en el Hotel Geneve es como tener una fianza de mil dólares”.
Hoy en día la historia se mantiene en el Geneve que también es un museo, donde se puede ver ropa de época, sus grandes espejos y el recibidor que es la gran biblioteca del hotel.
Y su diseño de barco, junto con sus cuartos y elevadores de época hace que en la actualidad sea uno de los hoteles que muchos han olvidado, pero que en el extranjero es el más conocido por las historias y la antigüedad.
Además, es uno de los edificios que no se ha visto afectado por los temblores del 19 y 20 de septiembre de 1985 y mucho menos del 2017.
Los huéspedes o los visitantes que quieran escuchar la voz de Porfirio Díaz o ver el Museo del Hotel pueden ir de lunes a viernes a la recepción del Hotel Geneve, el recorrido dura una media hora y es gratis.
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