El banco BBVA elevó su pronóstico de crecimiento del producto Interno Bruto (PIB) de México para 2022 a 2% desde una estimación previa de 1.2 %, aunque advirtió de una posible ralentización de la economía por una menor inversión y consumo interno.
En su informe “Situación México”, el banco redujo la perspectiva de crecimiento para 2023 a 1.6 % desde un 2.1% previo, principalmente por la recesión esperada el próximo año para la economía de Estados Unidos, que es el principal socio comercial del país.
“Aquí (México) no hay definición oficial de recesión, lo que estamos anticipando es una desaceleración hacia el año que viene”, destacó Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México.
Las estimaciones de BBVA se dan luego de una contracción histórica de 8.2% del PIB de México en 2020 y el repunte insuficiente de 4.8% en 2021.
Mientras que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) prevé de manera oficial un crecimiento puntual del 3.4 % del PIB para este 2022.
Saidé Salazar, economista principal de BBVA México, detalló que el lapso de tiempo en el que la economía mexicana enfrentará “un entorno más adverso” será en la segunda mitad de 2023, “en línea con el menor dinamismo que anticipamos para Estados Unidos en ese mismo periodo”.
Los analistas del BBVA comentaron que la mejor perspectiva para el cierre de 2022 de México se debe al “buen desempeño” de la actividad económica de la primera mitad del año, principalmente por el sector terciario, de los servicios y el turismo.
El consumo interno de los mexicanos repuntó 3.4 % con respecto al último trimestre de 2021, mientras que el indicador de consumo de BBVA Research mostró un crecimiento en el segmento de servicios.
Particularmente, en el turismo y el entretenimiento durante marzo y abril pasados, impulsado por los periodos vacacionales de México y Estados Unidos.
Sin embargo, Serrano apuntó que la inversión privada en el país se encuentra todavía 9% por debajo de los niveles de enero de 2019.
Esto resulta del rezago en la construcción a pesar del mayor dinamismo en segmentos como maquinaria y equipo.
Salazar comentó que los cuellos de botella por la disrupción en las cadenas de valor se desvanecen en la manufactura mexicana, con una capacidad utilizada de hasta 90% por las industrias.
El BBVA también elevó a 7.7% su previsión de la inflación general para 2022 de un 5.7 % previo, y luego de una inflación cercana al 8% en junio pasado, la tasa más alta desde 2001.
En este escenario, la institución anticipó que el Banco de México (Banxico) elevará a 9.5% la tasa de interés, tras concluir en 5.5 % en 2021.
También estimó que el tipo de cambio cerrará el año en 20.60 pesos por dólar, al resaltar que tiene un mejor desempeño comparado con otras monedas emergentes en el mercado global.
La inflación, por las nubes
El pasado 7 de julio, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer que los precios de mercancías, alimentos y servicios se aceleraron más de lo esperado durante junio de 2022, por lo que la inflación general subió hasta un 7.99%, su mayor nivel en los últimos 21 años.
El Inegi detalló que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró una variación de 0.84 % respecto al mes de mayo, cuando alcanzó el 7.65%.
En cambio, la inflación subyacente, considerada un mejor parámetro para medir la trayectoria de los precios porque elimina productos de alta volatilidad, registró una variación del 7.49%, abajo de las expectativas del mercado de un 7.54%. Aun así, fue la cifra más alta desde diciembre de 2000.
Los alimentos y servicios que presentaron un mayor aumento en sus precios se encuentran la papa, el pollo, la electricidad, las bebidas embotelladas (refrescos) y el pan dulce.
Con información de EFE
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