Señoras padecieron entre rezos el terror por “levantón” de los Chapitos en Tlalpan

Las mujeres clamaban porque Dios las hiciera invisibles frente a los civiles fuertemente armados que cometían sus crímenes a plena luz del día

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Sicarios de las Fuerzas Especiales Ratón fueron detectados al sur de la CDMX.

El terror de los Chapitos al sur de la Ciudad de México fue detectado hace dos semanas y media, cuando señoras a bordo de un taxi presenciaron cómo los sicarios privaron de la libertad a un habitante: entre disparos, rezos y precauciones transcurrió el pánico por la narcoescena.

De acuerdo con los reportes, el levantón ocurrió el 25 de junio en la colonia San Pedro Mártir, en la alcaldía de Tlalpan. Eran entre las 15:00 y 16:00 horas, según pobladores que tuvieron conocimiento de los hechos aquel día. De inmediato alertaron a sus vecinos y hasta la alcaldesa Alfa E. González lo supo.

Todo quedó registrado en un breve video de escasos 24 segundos, donde se aprecia que el taxista es quien tomaba las imágenes y este notó enseguida que no se trataba de agentes de la policía capitalina, como los miembros del Cártel de Sinaloa se hacían pasar ante narcomenudistas locales. Esa táctica era para reclutarlos de manera forzada y obligarlos a integrarse a sus filas.

La grabación fue difundida cinco días más tarde. En redes ya había circulado la alerta sobre los civiles fuertemente armados y señalaron que sus áreas de operaciones comenzaron a identificarse en el Ajusco, Xicalco, San Andrés y Topilejo, correspondientes al área de Tlalpan.

Pero el clip tomado por el taxista fue clave. Los temores por presenciar a la distancia la privación de la libertad hizo que una de las pasajeras de la unidad del transporte público solo se encomendara a Dios, pidiéndole que los hiciera invisibles en ese momento y no fueran detectados por los operadores de los Chapitos.

Haznos invisibles en el nombre de Jesús, amén”, repetía la mujer, quien iba con otra acompañante, además del conductor. De acuerdo con los informes preliminares esto ocurrió en calle del Rosal, entre Clavel Sur y 5 de Mayo. A plena luz del día.

Bájalo, porque nos van a ver. Hazte para tras, muchacho, muchacho”, clamaba una chica al conductor, quien había advertido que tomaría imágenes sobre lo que estaba ocurriendo.

No son oficiales
Hazte pa’ tras, no veas, porque luego la traen igual con los taxistas, hazte pa’ tras, hazte pa’ tras, por favor

La señora seguía rogando al todopoderoso que los ocultara de los sicarios, mientras uno de ellos, el chofer, lanzó dos disparos al aire.

De acuerdo con las primeras investigaciones, operadores de los Chapitos arribaron a la zona de Tres Marías, en el municipio de Huitzilac, Morelos, al menos desde 2021. Aunque otros reportes señalan que su irrupción fue registrada desde 2020 con viajes constantes a Culiacán.

Las autoridades de la Ciudad de México aseguraron hace apenas un mes que el Cártel de Sinaloa no buscaba control territorial hegemónico. Pero sus intervenciones al sur de la entidad mostraron que su capacidad de fuego, tácticas y brazo armado tenía un propósito: apoderarse del mercado para la venta de drogas a nivel local.

En los avisos que circularon entre habitantes de Tlalpan se hacía mención al supuesto cobro de derecho de piso, es decir, cuotas para permitir operaciones, en aras de dominar la economía criminal a nivel básico, extrayendo rentas de negocios legales como ilegales.

“Unamos fuerzas porque ya están aquí en San Pedro Mártir ojo andan Armados se dicen llamar Cartel de Sinaloa si ves éstos vehiculos llamar a la policía o apretar el botón de pánico de tu cámara más cercana. Comparte el mensaje con familiares y conocidos AVISO URGENTE (sic)”, fue parte de la advertencia.

Según el video difundido por el levantón, sicarios encapuchados con armas de grueso calibre obligaron a subir a un hombre a una camioneta tipo panel blanca, mientras otro que portaba una mochila estaba tirado en el piso, protegiéndose. Entre zapes y empujones lograron su cometido.

Supuestamente, en ese momento fingían ser policías, pero la única identificación que probablemente portaban eran las placas de las Fuerzas Especiales Ratón, célula atribuida a la escolta personal de Ovidio Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo.

En plena calle, con tranquilidad de no ser molestados, consideraban que la zona era parte de sus bastiones, pues antes de abordar la unidad, uno de los atacantes lanzó disparos al aire. Portando equipo táctico, los supuestos sicarios se alejaron y el automotor fue monitoreado por cámaras de videovigilancia.

Así fue como dieron con su casa de seguridad en el kilómetro 28 de la carretera México Cuernavaca y se desató la balacera donde fueron heridos cuatro agentes, uno de ellos que sigue en estado de gravedad. El seguimiento a las unidades usadas para sus ilícitos fue la clave.

Al final se les aseguraron 10 armas largas, entre ellas un fusil Barret calibre 50 y ametralladora M2, tres armas cortas, 12 granadas, chalecos balísticos y 74 cargadores. También había bolsas con marihuana y se liberaron a cuatro víctimas privadas de la libertad, una de ellas resguardada desde hace 20 días y otras desde este martes reciente.

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