Liberaron a cuatro detenidos con operadores de los Chapitos en Topilejo

Solo 10 de los asegurados fueron ingresados al Penal de Santa Martha Acatitla, donde se acondicionó una zona especial para que sigan su proceso; se les acusa de seis cargos, entre ellos el supuesto soborno a autoridades

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Sicarios de las Fuerzas Especiales Ratón fueron ingresados a la cárcel

Cuatro de los detenidos con supuestos operadores del Cártel de Sinaloa quedaron en libertad, luego de que la policía de la Ciudad de México desarticuló la célula de los Chapitos y detuvo a 14 personas tras una fuerte balacera en la autopista México-Cuernavaca.

La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) informó que solo 10 de los sujetos asegurados fueron ingresados al Penal de Santa Martha Acatitla.

Cuatro personas quedaron en libertad al no encontrase elementos que acrediten su posible participación en los hechos”, explicó la dependencia ministerial.

Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana de la capital del país, confirmó la liberación de los hombres arrestados junto con sinaloenses el pasado 12 de julio.

Según el jefe de la policía, la liberación de los arrestados se dio luego de las entrevistas concertadas con la decena de supuestos agresores que estaban en la casa de seguridad de la colonia San Andrés Totoltepec, donde se suscitó el enfrentamiento.

De acuerdo con la FGJCDMX, el resto de los asegurados están en espera de que se lleve a cabo su audiencia inicial ante un juez de control. Este proceso puede prolongarse durante dos días, además de posibles plazos por la duplicidad del término constitucional, para determinar si son vinculados a proceso y si deberán permanecer en prisión preventiva.

Ahora, los supuestos integrantes del Cártel de Sinaloa enfrentan responsabilidades por la probable comisión de los delitos de homicidio en grado de tentativa y asociación delictuosa; portación de armas y cartuchos; secuestro agravado, contra la salud y cohecho.

La representación social de la Fiscalía de Investigación de Asuntos Relevantes reunió suficientes datos de prueba que fueron obtenidos en el inmueble donde quedaron detenidas esas 10 personas, por lo que judicializó la Carpeta de Investigación

Entre los seis cargos ahora se revela una supuesta intención por sobornar a las autoridades, a cambio de que los dejaran ir, pues el cohecho se acusa por esas circunstancias al momento del arresto.

(Foto: FGJCDMX/SSC-CDMX)
(Foto: FGJCDMX/SSC-CDMX)

Los originarios de Sinaloa son seis y viajaron desde el bastión de los Chapitos. Se trata de Juan Razo, Jorge Flores, Jesús Sauceda, Eduardo Gil, Eliobardo Castro y Jesús Salazar. Sin embargo, aún no se ha definido si entre ellos está el enlace con el Cártel de Sinaloa o si él logró darse a la fuga.

García Harfuch ha reconocido que la célula al sur de la Ciudad de México se había identificado semanas atrás, tras labores de inteligencia, por reportes en redes sociales sobre la presencia de hombres armados en el área.

Una de las claves de seguimiento fue el secuestro de una víctima el 25 de junio pasado, supuestamente identificada como narcomenudista local. Los civiles encapuchados con armas de grueso calibre obligaron a subir a un hombre a una camioneta tipo panel blanca, mientras otro que portaba una mochila estaba tirado en el piso, protegiéndose.

(Foto: FGJCDMX/SSC-CDMX)
(Foto: FGJCDMX/SSC-CDMX)

Supuestamente, en ese momento fingían ser policías, pero la única identificación que probablemente portaban eran las placas de las Fuerzas Especiales Ratón, célula atribuida a la escolta personal de Ovidio Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo.

Aunque los trabajos de inteligencia para dar con los operadores de los Chapitos se dió con mayores investigaciones desde hace dos semanas, se ha indicado que ellos arribaron a la Ciudad de México y el Estado de México al menos desde 2020. Sus incursiones en Huitzilac, en los límites de Morelos, fueron ubicadas en 2021.

No eran secuestradores, pues pretendían conformar su empresa inicial con quienes ya conocían el terreno. Una de las habitaciones del inmueble fue usada para embalar pequeñas dosis de narcóticos que luego serían vendidas.

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