La periodista Anabel Hernández, una de las comunicadoras que más ha investigado al narcotráfico en México, podría quedar fuera como testigo en un posible juicio en Estados Unidos contra del exsecretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón, Genaro García Luna.
Y es que el miércoles 13 de julio, la defensa legal del exfuncionario mexicano, acusado de haber protegido al Cártel de Sinaloa desde su posición como jefe de la policía a nivel federal, solicitó que la periodista sea excluida de la comparecencia, aunque sí aceptó como testigo principal a Jesús Reynaldo Zambada García El Rey, hermano de Ismael El Mayo Zambada, líder del Cártel de Sinaloa.
Esto, pese a que Zambada García reconoció haber otorgado sobornos millonarios al exsecretario de Seguridad Pública federal. De ahí que el testimonio del exlíder del Cártel de Sinaloa es clave, pero la defensa no pidió desestimarlo.
Durante el juicio a Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, el Rey Zambada declaró que él personalmente entregó una maleta con USD 3 millones a García Luna, cuando este se desempeñaba al frente de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), durante el sexenio de Vicente Fox. En una segunda reunión en 2007 aseguró que dio entre USD 3 y 5 millones a García Luna cuando ya era secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón.
Al presentar una moción en la Corte de Manhattan para evitar que la fiscalía estadounidense introduzca evidencia adicional a los cargos que ya pesan sobre el exfuncionario federal, la defensa de García Luna acusó que Ruslan Mirvis, el informante que colabora con las autoridades estadunidenses y que supuestamente reveló que el ex funcionario amenazó con asesinar a periodistas; es un “abusador de menores” que accedió a mentir para “evitar una sentencia por posesión de pornografía infantil”.
Aunque la defensa no pidió desestimar el testimonio del Rey Zambada, sí lo solicitó de manera expresa para la reportera de investigación Anabel Hernández.
El abogado César De Castro desacreditó los reportajes de la comunicadora al tacharlos de una venganza personal que comenzó en 2007 contra su cliente. Pues la periodista, apuntó el abogado, se ha dedicado a acusar a funcionarios relevantes del gobierno mexicano de nexos con el narco.
Para ello, puso como ejemplo una columna de junio pasado, cuando Anabel Hernández escribió sobre el pacto de políticos de Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, con los hijos y hermanos del Chapo Guzmán, para que Rubén Rocha Moya ganara la gubernatura de Sinaloa en 2021 y otros alcaldes de la misma corriente llegaran a presidencias municipales como la de Badiraguato.
La defensa de García Luna asegura que la evidencia que hay para demostrar la manipulación de testigos, y las amenazas contra una periodista, que aseguran es Anabel Hernández, es irrelevante, increíble y perjudicial, toda vez que - aseveran- la evidencia es muy débil y podría distraer al jurado de la verdadera conducta criminal que se le imputa al ex secretario de Seguridad Pública.
Destacaron que, de tomar en cuenta las versiones de la periodista, estas no se basan en conversaciones directas con su representado, sino fuentes de las que ella no revelará su identidad, señala el defensor. “Rumores sobre rumores’', apuntó.
La larga historia entre Genaro García Luna y Anabel Hernández
Corría el año de 2008, el segundo año del gobierno de Felipe Calderón, cuando la periodista de investigación, Anabel Hernández, denunció en su libro Los cómplices del presidente que el entonces secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, el hombre más cercano al mandatario federal, tenía vínculos con el narcotráfico, específicamente, con el Cártel de Sinaloa (CDS).
La investigación de Hernández García comenzó en 2006, cuando García Luna era el funcionario más poderoso del gobierno que iniciaba en esos momentos. Incluso se decía que tenía más poder que el propio presidente.
La ganadora del Premio Nacional de Periodismo en 2001 por su investigación sobre los altos costos de la vida en la residencia oficial de Los Pinos durante la presidencia de Vicente Fox, hecho conocido como “El toallagate”; fue la primera en revelar el historial de corrupción del llamado “superpolicía” y sus más cercanos colaboradores y sus relaciones con el Cártel de Sinaloa, lo cual pudo documentar desde 2008.
Tras la publicación de su libro Los Señores del Narco (2010), en el que documentó los bienes millonarios de Genaro García Luna, los cuales no correspondían a su salario, ni a su declaración de impuestos, así como tampoco a los bienes de su esposa Linda Cristina Pereyra; la periodista denunció que recibió amenazas de muerte por parte de García Luna, por lo que se le otorgó seguridad por parte del Mecanismo de Protección de Periodistas.
En esa misma publicación, la reportera reveló el pago de sobornos al secretario de manos del Cártel de Sinaloa, lo cual fue confirmado en el juicio contra “El Chapo”, llevado a cabo de noviembre de 2018 a enero de 2019.
En 2012, en su libro México en llamas, el legado de Calderón, Anabel Hernández dio a conocer que Genaro García Luna ya estaba mudándose a Miami donde le había comprado un restaurante en quiebra a su esposa para usarlo como empresa fachada, entre otras compañías que estaba creando de manera express, algunas relacionadas con la seguridad privada.
Luego de que en diciembre de 2013, un grupo de hombres armados entró a la casa de la periodista ubicada en el Estado de México, Anabel Hernández abandonó el país.
A finales de 2019, la periodista publicó el libro El Traidor. El diario secreto del hijo de El Mayo en donde, con base en lo descrito por el hijo del verdadero jefe del Cártel de Sinaloa, se detalló con lujo de detalle la corrupción de la Policía Federal en los tiempos de García Luna, en donde no solo protegían a los integrantes del grupo criminal más poderoso de México, sino que incluso bajo las órdenes de Ismael El Mayo Zambada, García Luna y su equipo corrupto ayudaban al cartel a trasladar su droga a lo largo y ancho de México. Pero por si fuera poco, la propia Secretaría de Seguridad Pública Federal y la Policía Federal compraban droga al Cártel de Sinaloa, que luego ellos vendían por su cuenta.
Ahora, la defensa de García Luna, detenido en Estados Unidos desde el 10 de diciembre de 2019 bajo varios cargos de narcotráfico, busca a toda costa, evitar la comparecencia de la periodista mexicana.
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