Tras la visita de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a Washington para reunirse con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, la opinión pública se ha bifurcado entre aquellos que se pronunciaron a favor del presidente mexicano y de los que lo vieron como un rotundo fracaso.
Ya que argumentaron que en ella no se trató nada nuevo, además de que el mandatario mexicano se mostró subordinado ante las proposiciones de su contraparte estadounidense.
Tal es el caso de Raymundo Riva Palacio, quien aseguró que López Obrador, además, fue degradado. Y en su más reciente columna, añadió que AMLO, además, aceptó lo que en el sexenio pasado, el expresidente Enrique Peña Nieto, rechazó con Donald Trump: la imposición en la seguridad fronteriza.
En su nueva columna para Ejecentral, el periodista señaló que Biden sabía que López Obrador aceptaría las condiciones para la modernización de la infraestructura fronteriza.
Ya que la propuesta nació como parte del Acta de Infraestructura y Empleo, la cual fue firmada por Biden en noviembre pasado en la que se incluyó un plan de 5 años de modernización de la infraestrucrura en la frontera.
Dicha modernización tendrá un costo de 3 mil 600 millones de dólares. Dicho plan fue elaborado por Aduanas y Protección Fronteriza con el fin de proteger a los ciudadanos de Estados Unidos, facilitar el comercio y el turismo, y sería negociado con los gobiernos estatales de la frontera y el gobierno federal mexicano.
Y a pesar de que a Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), afirmó que la orden de acelerar el trabajo venía de los dos mandatarios, Riva Palacio aseveró que la Casa Blanca se había topado con una barrera: “era el gobierno de López Obrador, que estaba en desacuerdo con una exigencia de seguridad del gobierno de Biden”.
México estaba dispuesto a aceptar equipo y tecnología de parte de Estados Unidos, señaló Riva Palacio, pero no con la condición de que las pruebas para verificar la puesta en marcha del equipo fueran realizadas por una empresa contratista del gobierno de Estados Unidos: Sandia National Laboratories.
Esta empresa, de acuerdo con el periodista, especializada en seguridad nacional, contraterrorismo, vigilancia policial y sensores militares, debía supervisar los equipos para asegurarse de que el equipo de seguridad no fuera alterado.
Y a pesar de que el gobierno mexicano se resistió, “este martes López Obrador ya no chistó”, aseguró Riva Palacio, pues la declaración conjunta de los presidentes se centró en la entrega de los equipos.
Pero aunado a esto, estaba la inversión mexicana de mil 500 millones de dólares (31 mil millones de pesos), el doble de lo que originalmente el presidente habría aceptado pagar. “No solo cedió López Obrador, sino también aceptó pagar por la seguridad de Estados Unidos”.
Por otro lado preciso que Ebrard, ante las declaraciones de funcionarios estadounidenses, afirmó que no habría ningún muro, pues no se trataba de un propuesta para detener la migración, sino que el objetivo era facilitar el comercio.
A pesar de esto, Riva Palacio indicó que la información entre los gobiernos es confusa debido a que no se han aclarado los puntos en los que serán colocada la tecnología de seguridad, pues unos indican que son 26 proyectos, mientras que México, 19.
Pero aseguró que lo que es seguro, es que La Casa Blanca logró vencer los obstaculos “y López Obrador aceptó la supervisión estadounidense de los equipos y, además, pagará por ello”.
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