Guanajuato es conocido por su arquitectura virreinal y sus encantadores pueblos mágicos, entre los cuales está el popular San Miguel de Allende. Menos conocido es su legado prehispánico, una joya oculta que incluye restos de aldeas e incluso recintos de observación astronómica, con basamentos piramidales y templos.
También es destacable que algunos sitios en territorio guanajuatense fueron encontradas ofrendas y entierros humanos con vasijas, ollas, figurillas y otros utensilios que demuestran la habilidad de los artesanos prehispánicos.
Conocer los sitios donde se asentaron los pueblos originarios es una experiencia enriquecedora. Los principales son los asentamientos de Chupícuaro y el Cóporo, el observatorio en Cañada de la Virgen, así como la zona de Peralta.
Una opción para recorrer estos lugares históricos es unirse al paseo cultural que el Instituto Nacional de Antropología (INAH) tiene programado para agosto de 2022. El tour se llevará a cabo del 11 al 14 del mes antes mencionado.
El recorrido tiene un costo de 5 mil 66 pesos por persona, en habitación doble. Será dirigido por la arqueóloga Atlántida Elizalde Santiago.
Para obtener más información o reservar, los interesados se pueden comunicar escribiendo al correo electrónico reservaciones@inah.gob o llamando a los números telefónicos 55 4166 0781 con extensión 416818.
Cuáles son los atractivos de la zona arqueológica de Guanajuato
Cada uno de los vestigios prehispánicos tiene peculiaridades distintivas. Así, Chupícuaro, que actualmente se encuentra en gran parte debajo del río Lerma, fue asentamiento donde vivió una de las primeras sociedades agrícolas del centro-norte mexicano.
En este lugar vivieron extraordinarios alfareros que elaboraron figurillas en las que quedó plasmada cómo era probablemente la vestimenta, peinados y adornos culturales de su gente. Las vasijas y cerámicas halladas ahí fueron elaboradas entre el 100 y el 400 antes de cristo (a.C), muchas de ellas probablemente creadas para se ofrendadas a sus muertos, para que tuvieran lo suficiente para la vida después de la muerte.
Mientras que el Cóporo, que en español significa “sobre el gran camino o el camino grande”, fue una aldea aproximadamente hace 1500 años. Se caracteriza por la presencia de habitaciones y de un centro cívico ceremonial, el cual está relacionado con Tradición Tunal Grande.
Los pobladores de este espacio eran agricultores que cultivaban principalmente maíz, calabaza, amaranto, tomatillo, frijol y chile para autoconsumo.
A su vez, Cañada de la Virgen se distingue de otras zonas arqueológicas de Guanajuato por ser un área de observación astrológica con gran importancia ritual. Es un sitio muy especial por su increíble capacidad acústica que permite escuchar las voces desde cualquier punto, así como por la vista hacia la cuenca central del río Laja.
Tuvo actividad durante tres etapas entre el 540 a.C. y el 1050 después de Cristo (d.C). Consta de tres edificaciones: la Casa de los Trece Cielos, un basamento piramidal de 16 metros de altura ligado al equinoccio de primavera; la Casa de la Noche más larga, asociada al solsticio de invierno y la Casa del Viento, que cuenta con un templo.
Finalmente, Peralta destaca por tener elementos arquitectónicos como los patios hundidos. Fue habitada en el periodo que va del 300 al 750 d.c. Actualmente alberga un museo con una exhibición permanente en la que se encuentra un importante acervo de objetos encontrados en ofrendas.
Por ejemplo, resguarda una ofrenda de objetos domésticos como piedras de molienda y cuchillos, así como un conjunto de utensilios localizados en un entierro humano, entre los cuales están ollas decoradas, collares, madera, navajillas de obsidiana y puntas de proyectil.
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