Los presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador se reunieron en la Casa Blanca este 12 de julio para discutir varios temas, desde la migración, comercio, emisiones del cambio climático y el tráfico de drogas, en particular el fentanilo.
En la declaración conjunta, Estados Unidos y México confirmaron la creación de un nuevo “grupo de trabajo operativo” para interrumpir el flujo de fentanilo entre los dos países.
El auge de esta droga sintética ha tenido efectos muy perjudiciales, especialmente en Estados Unidos, que vive una crisis de salud pública, pues solo en el año 2021 registró 107,000 muertes por sobredosis y la mayoría fueron consecuencia del consumo de fentanilo, que puede ser mortal hasta en pequeñas dosis.
En los últimos años, los cárteles mexicanos han encontrado un lucrativo negocio en su producción, por lo que los laboratorios clandestinos se han multiplicado en México, particularmente en Sinaloa, bastión de la organización liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, aunque el Cártel Jalisco Nueva Generación busca apoderarse de la mayor parte del negocio.
Los precursores del fentanilo se envían principalmente desde China, y cada vez más desde la India, a México, donde los grupos criminales elaboran el producto final y posteriormente lo envían hacia los Estados Unidos.
En México, la lucha por el control de la producción y tráfico de esta droga ha recrudecido la guerra entre los cárteles, aumentando los niveles de violencia y el número de asesinatos.
En Colima, el Puerto de Manzanillo es considerado la principal puerta de entrada de los precursores químicos procedentes desde Asia, por lo que en años recientes se desató una espiral de ejecuciones entre grupos del Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La instalación de narcolaboratorios en zonas serranas de los estados del Pacífico mexicano han generado un desplazamiento forzado de comunidades, debido a que las fuerzas federales difícilmente pueden acceder hasta esos puntos.
Aunque todavía no hay detalles sobre la naturaleza operativa de este grupo de trabajo gubernamental sobre el fentanilo, los dos países tienen claro que deben desmantelar las cadenas de suministro porque esta droga es mucho más dañina que la heroína y la cocaína.
¿Qué es el fentanilo?
De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, el fentanilo es un opioide sintético que es hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina y su consumo puede llevar a las sobredosis mortales y no mortales.
Se trata de un analgésico o sedante de enorme potencia que en el mercado farmacéutico se utiliza para mitigar el dolor intenso luego de cirugías o bien, en casos de cáncer terminal. Su consumo requiere receta médica y la venta es estrictamente controlada.
Sin embargo, los grupos delictivos han encontrado en esta sustancia, la base para elaborar una droga que genera efectos similares a la heroína o la cocaína, además de que genera una mayor adicción.
Por si esto fuera poco, su producción resulta más barata, de modo que se incrementan los márgenes de ganancia para las organizaciones delictivas.
“Con frecuencia el fentanilo se añade a otras drogas debido a su extrema potencia, lo que hace que las drogas se vuelvan más baratas, más potentes, más adictivas y más peligrosas” advierten los CDC en sus informes.
Los efectos del fentanilo en el cuerpo
Tras ingerirse, los opioides pueden provocar euforia, y esa es una de las principales razones por las que se consumen sin fines terapéuticos. Además generan una sensación de relajación, ausencia de dolor y somnolencia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explicó que por sus efectos farmacológicos pueden provocar dificultades respiratorias y una sobredosis puede llevar a la muerte.
Detalló que el consumo de estas drogas puede provocar la muerte debido a los efectos de esas sustancias en la parte del cerebro que regula la respiración.
La sobredosis de opioides puede detectarse por una combinación de tres signos y síntomas: pupilas contraídas (como un pequeño punto), pérdida de consciencia y dificultades respiratorias.
Los narcotraficantes lo explotan al máximo
El fentanilo fabricado ilícitamente se distribuye en el mercado de drogas en diferentes formas, entre ellas como líquido y como polvo.
Cuando es distribuido en polvo tiene la apariencia de muchas otras drogas, y con frecuencia se mezcla con la heroína, cocaína y metanfetaminas, por lo que se le da la forma de pastillas, similares a otros opioides recetados.
Las drogas mezcladas con esta sustancia sintética son extremadamente peligrosas, y es posible que muchas personas no sepan el contenido de lo que consumen.
En su forma líquida, se puede encontrar como aerosol nasal, gotas para los ojos o aplicado en gotas en papel o en golosinas pequeñas.
Actualmente, los opioides sintéticos son las drogas que generan el mayor número de muertes por sobredosis, y solo en EEUU se estima que al día mueren unas 150 personas por su consumo.
Los CDC alertaron que no se puede percibir el sabor ni olor del fentanilo, por ello a los consumidores de cualquier tipo de droga les resulta casi imposible saber si fueron mezcladas con esa sustancia.
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